TOVA ZIMUKI

La ley ‘Revolución del divorcio’ entró en vigor el domingo; en la resolución de la ley, promovida por la ministra de Justicia Ayelet Shaked, todas las parejas que desean divorciarse deben pasar por lo menos cuatro sesiones obligatorias de mediación.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La resolución de controversias de derecho de la familia, también conocida como “la revolución del divorcio”,  fue promulgada el domingo. La nueva ley establece que se requiere que todas las parejas que desean lograr un divorcio se sienten primero con un mediador antes de continuar con el proceso.

La ministra de Justicia, Ayelet Shaked (Bait Yehudi) impulsó la resolución, que validó una ley promovida originalmente por MKs Yariv Levin (Likud), Shuli Mualem (Bait Yehudi), Aliza Lavie (Yesh Atid), Tzipi Livni, y Merav Michaeli (Unión sionista).

La ley tiene por objeto resolver los casos de divorcio de una manera pacífica y amistosa. Con este fin, ambas partes tendrán cuatro sesiones de mediación obligatorias de forma gratuita. La primera reunión se llevará a cabo en un ambiente terapéutico sin representación legal. Se decidirá la composición de las tres sesiones restantes en base a la atmósfera general de la reunión inicial, de acuerdo con la evaluación del equipo de mediación.

Mientras las reuniones de mediación se sigan llevando a cabo de forma amistosa, no se pedirá a los abogados de las partes que participen. Sin embargo, si surgen cuestiones legales o si cualquiera de las partes solicita su presencia, se los convocará. En los casos en que intervenga la ayuda de emergencia, los abogados podrán participar en todas las sesiones de mediación.

Tras la promulgación de la ley, Shaked emitió un comunicado diciendo que “La nueva situación ofrecerá una alternativa eficaz a las reuniones de litigio sobre estos asuntos sensibles y complejos como los conflictos familiares. Los nuevos procedimientos beneficiarán tanto a los ciudadanos como al sistema fomentando que se alcancen compromisos acordados mutuamente. Los conflictos parentales pueden perjudicar principalmente a los niños, y nuestra obligación es protegerlos”.  Añadió: “Estoy segura de que esto es lo que los padres más quieren. Al final del día, siguen siendo sus padres, aunque ya no sean pareja”.

Fuente: The Jerusalem Post – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico