DEBKA
Mientras Estados Unidos ha afirmado frecuentemente haber liquidado a un líder terrorista islámico, Rusia ingresó su primera adjudicación el 31 de agosto, cuando el ministerio de defensa en Moscú anunció por primera vez que el día anterior, un bombardero SU-34 había matado al importante planificador terrorista del ISIS, Mohammed Al-Adnani, durante una reunión de alto perfil en Maaratat-Umm Khaush cerca de Alepo.
La afirmación fue redactada como para indicar que la inteligencia rusa había logrado una gran hazaña a través de un golpe que quitó del juego a 40 agentes de alto perfil.
Esta afirmación llegó 24 horas después que un funcionario estadounidense dijo que un cohete drone Predator había atacado un coche que se creía estaba transportando a Adnani cerca de Al-Bab, y que los resultados estaban “siendo evaluados” – aun cuando el propio ISIS informó que el líder terrorista, etiquetado como un importante portavoz, “fue martirizado mientras sondeaba las operaciones para repeler las campañas militares contra Alepo.”
Fuentes del Pentágono llamaron “mentiras” y “una broma” a la versión rusa.
La distancia entre al-Bab y Maaratat-Umm Khaush es apenas 28km, pero la brecha entre las afirmaciones estadounidense y rusa es menos inconmensurable.
El combate se ha intensificado alrededor de la ciudad en las últimas semanas, con los rebeldes quebrando un sitio por parte de fuerzas del gobierno y aviones de combate sirios y rusos bombardeando áreas controladas por los rebeldes.
Las afirmaciones rusa y estadounidense en competencia de una acción aérea y de inteligencia exitosa contra un miembro fundador del ISIS de alto perfil abren un nuevo terreno en la guerra contra el terrorismo islámico.
Al-Adnani, quien nació en 1977 en el poblado norteño sirio de Banash, fue responsable en los últimos dos años por orquestar atrocidades terroristas en Túnez, París, Bruselas, Orlando, Niza, Península de Sinaí y Estambul, tanto como ataques suicidas en Bagdad.
Lejos de ser una broma, la guerra fría que está dividiendo a Moscú y Washington parece haberse extendido a la guerra contra el terror islámico e infectó la escena siria.
La colaboración temprana entre las dos potencias en el conflicto sirio se ha resquebrajado. Esto fue admitido el 26 de agosto en Ginebra, después que el Secretario de Estado John Kerry y el ministro del exterior ruso, Sergei Lavrov no lograron concordar en más cooperación militar y de inteligencia.
Irónicamente, es destacado por las fuentes de inteligencia y contraterrorismo de DEBKA file, que los servicios clandestinos de ambos países recibieron información sobre los movimientos de su objetivo de la misma fuente.
Eso también por primera vez; nunca antes alguna organización terrorista islámica ha entregado la misma pieza de información a Estados Unidos y a Rusia. Si eso es lo que sucedió, podría significar sólo una cosa: que alguien en ISIS había decidido que era hora que se fuera Al-Adani.
Esto sería aceptable en el duro mundo de las organizaciones terroristas yihadistas, tales como Al Qaeda, de la cual brotó el ISIS.
Cuando Osama bin Laden, a quien mataron las fuerzas especiales de Estados Unidos en el 2011, sintió la necesidad de sacrificar el liderazgo de los agentes de alto perfil de Al-Qaeda que habían dejado de ser útiles o estaban sufriendo de fatiga, él se libraría de ellos arreglando que la inteligencia de Estados Unidos fuera informada sobre sus paraderos.
En un caso notable de esta purga, Khalid Sheikh Mohammed, importante planificador de los ataques del 11/S contra New York y Washington, fue entregado a la CIA en el 2003.
Si esto es lo que sucedió a Al-Adani, las fuentes contraterroristas de DEBKA file lo vinculan con la reaparición reciente en la escena terrorista islámica en Siria hace tres semanas del veterano maestro terrorista de Al-Qaeda, Saif al-Adel, con un grupo de seguidores.
Al-Adel está clasificado como uno de los terroristas más peligrosos del mundo, con larga experiencia en planificar y ejecutar operaciones con víctimas en masa que se remontan a la década de 1980. A él se le “acreditan” los ataques a gran escala contra las embajadas estadounidenses en el este africano en 1998 y una serie de ataques asesinos en Arabia Saudita en el 2003, algunos de los cuales atacaron blancos estadounidenses.
Aun no se sabe cómo llegaron a Siria Al-Adel y su banda, y para qué propósito. Sólo se sabe que han cruzado la frontera desde Irak. Es presumido por los observadores de inteligencia de política interna terrorista que, después de decidir que Al-Adnan era un activo prescindible, los líderes del ISIS encontraron a su reemplazo.
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México
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