El Rabino Felipe Goodman del Templo Neve Shalom de las Vegas, Nevada, Estados Unidos, habla en exclusiva para Enlace Judío sobre las recientes elecciones presidenciales de Estados Unidos, donde resultó electo Donald Trump.

ENRIQUE RIVERA PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO –“Para mí el hecho de ver al candidato Donald Trump convertirse en Presidente Electo de Estados Unidos ha sido una cuestión muy difícil. Créeme que como judío y como ser humano muchas de las cosas que dijo Trump durante su campaña, parecían cuestiones que nunca se iban a materializar; amenazas que sólo iban a quedar en palabras. Después del 8 de noviembre, todos pensábamos que era como una pesadilla lo que estábamos viviendo, estamos preocupados. Sin embargo, en verdad tenemos que creer que Trump va a ser un buen presidente, porque creemos y queremos que Estados Unidos salga adelante. Yo no puedo desear que haga un mal papel, al contrario, deseo que todo lo haga con éxito”, señaló, aunque advirtió que debido al cargo que ostenta y lo influyente de su comunidad, hay opiniones que debe reservarse.

Goodman señaló que su expectativa es que Donlad Trump levante más al país “entendiendo la diversidad, la justicia y la libertad que siempre ha existido en Estados Unidos. Eso es lo que todos esperamos. Es hora de ir hacia adelante todos unidos como americanos”.

A la pregunta de si después de que Trump ha sembrado racismo y discordia, se puede esperar que coseche amistad y armonía, respondió: “No es que él haya sembrado racismo personalmente, pero cuando este brota y no es el primero en decir ‘esto está mal’, se vuelve cómplice. Hubo una junta de neonazis y de personas de extrema derecha en Washington -hay evidencia en video-, donde están gritando ‘Heil Trump’, etc., y esto ocurre en un edificio en medio de la ciudad, nunca había sucedido algo así. Al no decir que eso está mal, al no condenarlo, entonces se vuelve parte de eso. Él twittea, pero no ha twitteado que está mal discriminar a las personas por su color, religión o sexualidad”, dice.

Sobre el tema de la relación entre Estados Unidos e Israel al asumir el cargo el Presidente electo, explicó: “Yo estoy muy involucrado con AIPAC (el comité de asuntos Israel-Estados Unidos) y siempre he sido una de las voces fuertes en la Comunidad Rabínica; sostengo que cuando hablamos de Israel, debemos hablar con una sola voz; no podemos vernos desunidos o con diferencias de opinión en cuanto a la política del Estado de Israel. Yo apoyo siempre su política porque sus líderes son elegidos democráticamente, al igual que en Estados Unidos y en México. Lo que me preocupa es que al ver en Israel la extrema derecha americana, que se le da licencia para hacer lo que quiera, podemos tener una situación en la que la extrema derecha israelí también trate de hacer lo que siempre ha querido hacer, y que no haya quién los pueda frenar.

“Esto es un problema grave, porque en Israel se ha caído mucho el centro y la izquierda. No importa si es de un lado o del otro, lo que importa es tener un equilibrio. Por otra parte, él va a apoyar a Israel, de eso no me queda ni la menor duda. Pero durante la presidencia de Obama, Israel recibió más ayuda militar que nunca en su historia. Lo que existe es un compromiso no con la persona, sino con la oficina, con Estados Unidos. Esto por la condición de aliado que tiene Israel con Estados Unidos, ya que es la única democracia en Medio Oriente”, concluye.