RUTHIE BLUM / La controvertida transferencia de cientos de millones de dólares en efectivo a Teherán por parte de la administración Obama hace unos meses probablemente se utilice para expandir el presupuesto de defensa de Irán, según un análisis del MEMRI.
SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Según el ex-analista senior de MEMRI Dr. Nimrod Raphaeli, aunque “el dinero es fungible”, y no se puede establecer que los $ 1.700 millones (originalmente reportados como $ 400 millones) entregados en dos tramos a la República Islámica a cambio de la liberación de rehenes estadounidenses haya ido directamente a las diversas ramas y operaciones militares de Irán,
al menos, permitió al gobierno liberar una cantidad igual de dinero para fines de defensa. Cabe señalar que el aumento del presupuesto de defensa propuesto para 2017 es aproximadamente igual al monto transferido por los Estados Unidos.
Raphaeli escribió que desde mediados de 2013, cuando Hassan Rouhani sucedió a Mahmoud Ahmadinejad como presidente, las asignaciones del régimen al ejército han crecido continuamente. Pero antes del próximo año fiscal (marzo de 2017 a marzo de 2018), el gobierno presentó un proyecto de presupuesto que prevé un fuerte aumento del 39 por ciento, que asciende a un total de 10.300 millones de dólares, para la defensa, incluido un gran aumento del presupuesto del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) de Irán.
Según Raphaeli, la política exterior está estrechamente coordinada por el gobierno y el IRGC, “una poderosa fuerza militar responsable ante el Líder Supremo, en política regional y particularmente en Siria e Irak con una rama, la Brigada de la Fuerza Qods … responsable de difundir las actividades subversivas y, a menudo, terroristas de Irán en todo Oriente Medio y más allá”.
En una reciente entrevista con The Algemeiner, el ex director general del Ministerio de Asuntos Internacionales y Estrategia de Israel, el Brig. Yosef Kuperwasser dijo que Irán está aumentando la velocidad a la que está armando sus agentes en la región, debido a su temor de que después de que Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos en enero, su margen de maniobra en Siria -donde ha estado ayudando a reforzar el régimen del presidente Bashar Assad- será muy obstaculizada.
Además de su “participación dominante en el presupuesto de defensa nacional”, escribió Raphaeli, “el IRGC obtiene grandes ingresos de su control sobre la energía, la construcción, la banca y la comercialización (así como el contrabando), gran parte de lo cual es ejercido por una empresa conocida como Khatam Al-Anbiya (“Sello del Profeta”) establecida por el líder supremo Ali Khamenei a finales de 1980 como el brazo económico del IRGC. Tras la retirada de las principales compañías petroleras como Shell Oil (anglo-holandesa) y Total (francesa) del sector petrolero iraní tras las sanciones internacionales, la propiedad de los campos de petróleo y gas abandonados por estas empresas fue transferida a Khatam Al-Anbiya”.
“Cualquiera que sea la fuente del aumento del presupuesto de defensa”, concluyó Raphaeli, “el IRGC tendrá amplios recursos para expandir sus actividades nefastas más allá de las fronteras de la República Islámica”.
Tal como The Algemeiner informó a finales del mes pasado, a pesar del Plan Conjunto de Acción Global, el acuerdo nuclear firmado entre Teherán y las potencias mundiales hace un año en julio, los peligrosos enfrentamientos entre buques de guerra estadounidenses e iraníes en el Golfo Pérsico han aumentado en más del 50 por ciento en 2016 en comparación con el 2015.
Esto ha ido acompañado por meses de declaraciones beligerantes emanadas de Teherán, y acciones en forma de pruebas de misiles balísticos y alardes de avances militares – el más reciente de los cuales fue la entrada de dos buques de guerra navales de la República Islámica en el Océano Atlántico.
Mientras tanto, funcionarios iraníes continúan amenazando a Estados Unidos de que tiene planes concretos para responder a cualquier posible incumplimiento del acuerdo nuclear, en particular después del reciente voto unánime del Senado de los EE.UU. de extender la Ley de Sanciones de Irán por otros 10 años.
Fuente: The Algemeiner – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico