YONI BEN MENACHEM

Esta semana representantes de todas las facciones palestinas concluyeron una reunión de tres días organizada por un centro de investigación ruso en Moscú. La reunión exploró formas de terminar las disputas y peleas entre la Margen Occidental y Gaza para alcanzar una reconciliación nacional.

Tomando parte también en la conferencia estuvo el ministro del exterior ruso Sergey Lavrov. Según fuentes palestinas, él dijo a los participantes que la disputa en curso daña la cuestión palestina y que la comunidad internacional explota la situación para presionar y extorsionar a los palestinos.

En la conferencia de prensa final, Azzam al-Ahmad, alto funcionario de Fatah, quien está a cargo de las conversaciones de reconciliación con Hamas, anunció que todas las facciones habían alcanzado el acuerdo de comenzar a consultar con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, dentro de los 48 días, sobre establecer un gobierno de unidad nacional.

Un funcionario de alto rango de Hamas, el Dr. Mousa Abu Marzouk, dijo que un gobierno de unidad nacional sería el mecanismo para resolver todas las cuestiones que han surgido en los años de la disputa entre la Margen Occidental y Gaza.

La reunión de las facciones palestinas en Moscú es otra en una serie de tales reuniones dirigidas a alcanzar una reconciliación nacional. Hace algunas semanas fue celebrada una reunión similar en Suiza.

Rusia, sin embargo, desempeña un rol importante en la escena internacional. Puede influenciar al nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, y también al Primer Ministro Benjamin Netanyahu debido a su control militar de partes de Siria y de su espacio aéreo. Rusia cree que sin una reconciliación nacional palestina será imposible progresar hacia cualquier tipo de acuerdo político con Israel. El Presidente Putin recientemente ofreció organizar conversaciones directas en Moscú entre Netanyahu y Abbas.

Los palestinos en los territorios, sin embargo, no se están entusiasmando por la declaración que emitieron las facciones palestinas en Moscú. Los palestinos ya han presenciado 12 años de reuniones, declaraciones, y conferencias de prensa de las facciones palestinas sobre una reconciliación nacional, pero nada ha sucedido en el terreno.

De hecho el movimiento Fatah ha firmado tres pactos de reconciliación con Hamas – en Cairo, Meca, y el campamento de refugiados Shati en Gaza.
El acuerdo de Shati, también estableció un gobierno de unidad nacional dirigido por Rami Hamdallah. Continúa operando, pero Hamas impide que opere en Gaza.

Hamas, por su parte, ha establecido un gobierno en las sombras en Gaza. Maneja este gobierno y mira por los intereses de Hamas.
La “declaración de Moscú” de las facciones palestinas constituyen una recomendación y pasan la papa caliente a Abbas.
Si quiere, Abbas puede lanzar conversaciones sobre establecer un gobierno de unidad nacional. Si no quiere, no está bajo ninguna obligación de hacerlo.

La “declaración de Moscú” transfiere la responsabilidad de las facciones palestinas al presidente de la AP. También recomienda que el gobierno de unidad nacional sea establecido antes de la convocatoria del comité nacional de la OLP – o sea, el Consejo Nacional Palestino.

Las facciones están señalando por lo tanto al presidente de la AP que él no podrá convocar al Consejo Nacional Palestino a menos que todas las facciones palestinas acuerden con eso.

El hecho de que los medios oficiales de la AP han ignorado la “declaración de Moscú” indica que el presidente de la AP no está impresionado abiertamente con ella.

Fuentes de la AP evalúan que la declaración tuvo principalmente la intención de complacer al ministro del exterior ruso y facilitarle mostrar la reunión de Moscú como un “logro.”

Todas las facciones palestinas quieren buenas relaciones con Rusia; por lo tanto expresaron flexibilidad en las conversaciones y estuvieron dispuestos a emitir la declaración. Eso, sin embargo, no significa necesariamente que se haya hecho algún progreso real hacia una reconciliación nacional.

Fuentes de Fatah señalan que la crisis de la electricidad en Gaza es un buen ejemplo de la profunda discordia entre Hamas y Fatah. La crisis fue resuelta temporalmente después de que Turquía y Qatar canalizaron ayuda a Hamas en Gaza, pero no como resultado de entendimientos entre Hamas y la AP.

Como condición para terminar la escasez de electricidad, Abbas demanda que Hamas admita públicamente los errores que ha cometido desde que conquistó Gaza por la fuerza en el 2007. Esta es una condición que Hamas no puede aceptar, y uno puede asumir razonablemente que después de algún tiempo estallará nuevamente la crisis de electricidad.

El acuerdo sobre un gobierno palestino de unidad nacional fue alcanzado ya de hecho el año pasado en las conversaciones de reconciliación de Hamas y Fatah en Doha. La disputa, sin embargo, se centró en la plataforma del gobierno de unidad.

El punto de la discusión fue el rechazo de Hamas a aceptar la plataforma política de Fatah como la plataforma de un gobierno de unidad debido a que esta reconoce esta a Israel. Una disputa que no es menos difícil concierne al pago de los salarios de 40,000 burócratas en Gaza a quienes Hamas agregó a las filas del gobierno después que tomó Gaza por la fuerza en el año 2007. La AP ve a estos burócratas como pertenecientes a Hamas y se niega a pagar sus salarios.

Por lo tanto la “declaración Moscú” debe ser tomada con pinzas. Aun cuando es una declaración positiva desde el punto de vista de todas las facciones palestinas, el camino a una reconciliación nacional palestina verdadera es un  objetivo largo y dudoso de poder alcanzarse.

Sólo esta semana la Shabak (Agencia de Seguridad de Israel) anunció que había arrestado a una gran red de agentes operativos de Hamas en Ramala que estaba trabajando para debilitar al régimen de la AP y derrocarlo. Ese es el objetivo real de Hamas, no una reconciliación nacional con la AP.

 

Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México