“Yo creo que en este momento no hay ningún proceso de paz, y el gobierno israelí no está interesado en establecer uno, lo cual me duele mucho”, señaló a título personal el Rabino Mauricio Balter, Presidente de la Asociación de Rabinos Conservadores de Israel, en entrevista exclusiva para Enlace Judío.

“Yo soy dialoguista, y pienso que nos hace faltar sentarnos en una mesa de negociaciones de paz para poder desarrollar un concepto de proceso de paz verdadero y auténtico. Eso está detenido y de ahí se derivan varios errores que estamos cometiendo con la población beduina y la drusa. Tenemos mucho que aprender en cuestiones de pluralismo”, señaló.
El Rabino Balter vino a México invitado por la Comunidad Bet El, y durante su visita ofreció varias pláticas. En dos de ellas habló de Itro, el suegro de Moshe Rabenu, y de las 6 perashot de la Torá que llevan nombres propios, tres de los cuales no son judíos. Sobre el particular se le preguntó si esto podría ser una indicación de que tanto el judaísmo como el Estado de Israel debieran ser más plurales, a lo que señaló:
“Sin lugar a duda. Lamentablemente estamos en una etapa en que hay muchas cosas en el Estado de Israel donde hay mucho por arreglar y modificar. No hablemos del aspecto político sino de los valores. Yo entiendo que saber tratar a las personas distintas que viven en nuestra sociedad es un valor en el judaísmo. Cómo nosotros nos vinculamos con el diferente. Más allá de los aspectos políticos, territoriales, etc., está el aspecto de la dignidad humana. Si empezáramos por ahí el dialogo sería más sencillo”.
Al cuestionársele sobre las posiciones que el israelí presenta respecto al diálogo con el palestino, a saber:
“No hay con quien hablar”, comenta:
“Sí hay, pero tienen miedo. Y, tal vez en menor medida, sí hay y quieren hablar”.

El rabino, quien tiene su congregación Conservadora en Beer Sheva, expresó:

“Precisamente el proyecto que inicié habla acerca de líderes religiosos, ya que uno de los problemas que encontramos es que están superpuestos muchos temas; tenemos un tema territorial y ahora tenemos uno de fundamentalismo religioso, tanto entre los judíos como los musulmanes. ¿Cómo rompemos eso? De una sola manera: estableciendo marcos de diálogo. Buscando as quienes puedan ser moderado. Y, desde ese lugar, aprender a dialogar.
En mi comunidad ya celebramos desde hace varios años, en la Fiesta de Sucot, Sucat Shalom, a la cual acuden líderes religiosos musulmanes, católicos. Estudiamos juntos, ellos traen a gente de su comunidad y nos vamos conociendo, al hacer esto cambia tu apreciación acerca del otro. Mientras el otro es un desconocido, para mí es un fantasma. Así el tema de la discriminación y el racismo están volando, más allá del tema político”.
Y explica su postura con un ejemplo: “Si hablamos de los beduinos, con quienes no hay un tema territorial, encontramos voces en Israel que están planteando la posibilidad de sacarlos del Ejército, al igual que a los drusos”.

Sobre la idea de que el conflicto en Israel está tomando un cariz étnico, más que territorial o político, destacó: “Se montan muchas cosas. Cuando tienes líderes religiosos que hablan de matar, expulsar, aniquilar y hablan en términos muy violentos acerca del otro, de ambos lados, la gente no los escucha como un líder político, sino que los escucha como a su rabino, como a su jeque. Eso es lo primero que debemos combatir”.
A pregunta expresa señaló: “Yo diría que sí hay sectores dentro de la sociedad israelí judía que están impregnados de odio, y otros no. Mi programa de diálogo interreligioso está encaminado especialmente a los jóvenes”.

Sobre un marco temporal para poder visualizar un camino hacia la paz, el rabino sentencia, categórico: “Imposible saberlo. Solamente hay que trabajar sin parar”.

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