Una mentira religiosa se puede convertir en un dogma que debe de ser cuestionado y analizado para que no se convierta en una verdad absoluta de fe. La historia la escriben los que tienen el poder y la imponen para promover su teología e ideología según sus intereses religiosos y laicos, aunque sean falacias.

JORGE JUÁREZ PEÑAFLOR PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Jesús de Nazaret fue un iluminado que practicaba la teología judía y la promovía, además fue un gran revolucionario que causó controversias ampulosas entre los romanos que tenían conquistados a los hebreos, pero en la cuestión religiosa los romanos no pudieron someter a los judíos que solo tenían un solo Dios y los romanos eran politeístas que adoraban varios dioses, incluso al mismo emperador porque era como un Dios, lo cual para los judíos era una completa blasfemia. Para los judíos todos los dioses romanos eran falsos, lo cual a los romanos no les inquietaba tanto hasta que apareció Jesús con sus ideas revolucionarias, fue cuando algunos romanos empezaron a dudar de sus dioses paganos causando discordias…

A los judíos los han culpado de la muerte de Jesús cuando el gobernador romano Poncio Pilato, siendo la máxima autoridad, fue el culpable intelectual, ya que él decidía a quién matar. El Sanedrín tenía la autoridad para aplicar las penas, no iba a recurrir a sus enemigos romanos para que castigaran a Jesús por blasfemo. Los teólogos cristianos ponen al gobernador Poncio Pilato como un ser bondadoso cuando no tuvo ninguna misericordia en crucificar a miles de judíos y todavía para lavarse las manos, él le pidió al pueblo judío que a quién podía liberar, si a Jesús o a Barrabas, que se me hace inverosímil, ya que el lavatorio de manos es una expresión de inocencia pública de los judíos no de los romanos. Y Mateo, el evangelista, utilizó una frase que ha traído torturas y asesinatos a los judíos: “Que la sangre de Cristo caiga sobre nosotros y nuestros hijos”. No creo que esa perversa frase la hayan dicho los judíos porque no azotaron ni crucificaron a Jesús de Nazaret.

¿Por qué han satanizado al pueblo judío? Cuando los judíos no utilizaban esa clase de martirio (crucifixión), que era exclusivo de los pérfidos romanos que sí crucificaban a sus enemigos. Entonces, podemos sacar conclusiones de que los verdaderos asesinos de Cristo fueron los romanos, ya que los evangelistas tenían que liberar de toda culpa, pensando que algún día el Imperio de Roma, iba a tener una sola religión Romana… Y se logró con el Emperador Constantino.

Los Padres de la Iglesia Católica fueron inculcadores de la judeofobia, por ejemplo, Juan Crisóstomo que predicó sermones de odio contra los judíos: “la sinagoga es un lugar de idolatría, libertinaje, una casa de ladrones, de bestias salvajes e impuras. No olvidéis que la sinagoga es la mansión del demonio.” Jerónimo, describió a los judíos como “serpientes utilizando la imagen de judas”. San Agustín, dijo que “los judíos merecían la muerte.” Y el padre del protestantismo, Lutero, dijo que “los judíos son un pueblo miserable y maldito de granujas”.

Revisando la historia de la barbarie del antisemitismo religioso durante los siglos, podemos ver que el origen del odio a los judíos nació con los Padres de la Iglesia y continúo con los Protestantes, aunque después del odio religioso pasó al odio político y nacionalsocialista, desembocando en el peor genocidio que la humanidad haya vivido: el Holocausto perpetrado por los Nazis.

El Papa Juan Pablo II pidió perdón por todos los crímenes que cometieron los sacerdotes y los feligreses contra el pueblo judío, aunque ese arrepentimiento de las atrocidades no lo conocen la mayoría de los católicos ( Nostra Aetate), además, muchos cristianos siguen odiando a los judíos; y va a ser muy difícil que algún Papa tenga el valor de confesar la verdad de que Poncio Pilato fue el autor intelectual junto con los soldados romanos, quienes torturaron y crucificaron a Jesús de Nazaret.