Una obra del pintor sefardí que inventó el Impresionismo apareció en un museo de París con motivo de una gran retrospectiva.

P HUERGO CASO PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Autoretrato de Pissarro

El Museo Marmottan Monet, de París (XVI) inauguró hace unos días una exposición retrospectiva de Camille Pissarro, y entre otros cuadros suyos, colgaron “La Cosecha de guisantes” , realizado en 1887. El cuadro estaba desaparecido desde que las tropas nazis en París confiscaron un gran número de obras de artistas que fueron catalogados como “degenerados” .La mayoría de ellos, judíos.

Poco después de inaugurarse la exposición, el cuadro fue reconocido por los herederos de la persona a la que se le expropió, el empresario judío Simon Bauer, a quien robaron otras 92 obras.

 

Bauer, que había  nacido en 1962, hizo una gran fortuna con el comercio del calzado; a la edad de 40 años, vendió toda la empresa  para dedicarse a vivir, que en su caso era viajar por todo el mundo  y comprar cuadros de grandes artistas.

Su colección fue expoliada el 10 de octubre de 1943. Contaba con once cuadros de Pissarro, además de Sisley, Degas…Al año siguiente, Bauer fue apresado e internado en el campo de concentración de Drancy, cerca de París, donde nueve de cada diez internos murieron al ser deportados a Auschwitz. Bauer fue uno de los que no llegó aser deportado por un asunto de una huelga en los ferrocarriles. Una vez liberado, se dedicó sin éxito a recuperar su colección. Murió en 1947.

Su nieto, Jean Jacques Bauer, heredó la empresa de la recuperación de la colección. En 1965 identificó algunos cuadros pero no consiguió que se le restituyeran.

El lienzo, que fue subastado en Sotheby´s en 1966, ha sido prestado al museo parisino por una pareja estadounidense, los Toll, que lo compraron en 1995 en Christie’s New York.
En 1965, los herederos supieron -por el editor de la revista de arte “Oeil”, Georges Bernier- que dos lienzos, entre ellos el cuadro en cuestión”, fueron vendidos de contrabando. Pusieron el caso en manos de la justicia, pero el juez que instruyó el caso falló a favor del marchante norteamericano que acababa de comprarlos. Más tarde, en 1966 fueron vendidos por la casa Sotheby’s- Londres.

El viernes, Jean Jacques Bauer solicitó al Tribunal de Alta Instancia de París que la obra fuera colocada bajo depósito para, seguidamente, iniciar un proceso de restitución a sus propietarios legales. El abogado de Bauer, que de momento lucha porque la obra no vuelva a salir de París, sostiene que el juicio va aser largo. Por su parte, el matrimonio Toll se opone al bloqueo de la obra. La justicia se pronunciará a este respecto el próximo 30 de mayo. Mecenas del museo de la Shoah en Washington y del museo de Tel Aviv “ignoraban totalmente” que el lienzo hubiera sido expoliado y citan su buena fe, explicó su abogado Ron Soffer.

Para reivindicar la propiedad de la obra, los Bauer se apoyan en una ordenanza de 1945 que declara nulos los actos de expoliación, señaló su abogado.

Otra obra de Camille Pissarro, “La Calle  de Saint Honoré bajo el efecto de la lluvia”, colgada en el Museo Thyssen de Madrid, también está sujeta a un largo proceso judicial de restitución por expolio nazi y nada se sabe de la situación del contencioso, pues la baronesa Thyssen dice que su marido compró el cuadro y por tanto ella como heredera universal es su propietaria.

Camille Pissarro, uno de los padres del impresionismo, y el único que expuso en todas las exposiciones de este movimiento, fue un pintor de origen sefardí, hijo de Abraham Gabriel Pissarro, y de la dominicana Rajel Manzano, que lo trajeron al mundo en la isla entonces danesa de Saint Thomas, en las Antillas, donde el padre tenía negocios de barcos.

Se le considera, junto con Monet y Alfred Sisley, uno de los impresionistas puros, diferenciándose del grupo de los “problemáticos” (Renoir, Degas, Cezanne).

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