Enlace Judío México – El 4 de mayo en la Universidad Hebraica se reunieron alumnos de la institución universidad para cantar todos juntos, acompañados por la voz de Daniela Cohen. “Shirá Bekibur” es una actividad que hacían los soldados y otras personas, quienes al terminar su jornada de trabajo, se sentaban alrededor de una fogata y cantaban diferentes canciones.

Dafna Saslavsky, directora del Departamento de Hebreo de la Universidad Hebraica, se dirigió a los asistentes diciendo “Yerushalaim Shel Zaav” (Jerusalén de Oro), el nombre viene de una joya que Rabí Akiva, le regala a su esposa, en la época de la rebelión de Bar Kojba.

Esta canción se ha vuelto un himno en Israel desde 1967, cuando le pidieron a Naomi Shemer Z”L, quien era una gran compositora y escritora, que escribiera una canción con el tema de Jerusalén. El festival es tres semanas antes de la Guerra de los Seis Días. Durante esta guerra es la reunificación de Jerusalén. Al terminar la guerra Shemer le agrega la última estrofa que dice “regresamos a Jerusalén y ya podemos rezar ahí”.

Daniel Fainstein, Rector de la Universidad Hebraica comentó: “Shirá Bekibur es una forma de divertirnos, celebrar y conectarnos con la música con el pueblo de Israel. Muchas de las canciones de la noche tienen una palabra en común “Jerusalén”, que tiene una carga emocional impresionante. Entre los judíos esta palabra despierta pasión. La relación de Jerusalén con el pueblo judío tiene tres mil años. En la Biblia hebrea, la palabra Jerusalén aparece miles de veces, mientras que en el Corán ninguna”.

“Una de las formas que tenemos los judíos de mantener la relación con Jerusalén es por medio de las canciones. La mayoría de las canciones son salmos, son textos de los Tehilím, canciones de amor escritas por el Rey David. Como dijo en una ocasión el gran pensador judío Abraham Joshua Herschel: “A Jerusalén sólo se le ve cuando se le escucha”. En Jerusalén predicaron los profetas. Hay que estudiarla para poder entender el sentido que tiene esta ciudad. Es mucho más que una ciudad, es una tradición judía. Hay una Jerusalén de abajo y otra de arriba. La de abajo es la terrenal, la de arriba es la celestial. Ambas están interconectadas”.

Fue una tarde muy alegre en la que cantamos y recordamos muchas de las canciones que cantábamos de chicos en el colegio.