Enlace Judío México- Uno de los escándalos que sacudieron a Israel y el mundo judío de la diáspora esta semana fue la publicación de una “lista negra” de rabinos fuera de Israel cuyas decisiones respecto a la identidad judía son rechazadas a priori por el Rabinato de Israel.

Esta lista incluye dos rabinos mexicanos: el rabino Marcelo Rittner y el finado rabino Jaim Sued (o Swued) Z”L, fallecido en el 2009. Marcos Bettech fue alumno del rabino Sued.

(Nota de redacción: la lista completa fue entregada a Itim por el Rabinato de Israel  y filtrada a la prensa israelí).

Enlace Judío: ¿Qué nos puedes decir del rabino, ya que fuiste su alumno?

Marcos Bettech: Para empezar, no responsabilizo directamente al Rabinato de Israel por la lista negra.

Me duele que él no no está y que no se puede defender Es una calumnia, una blasfemia para alguien que ya no está en este mundo y que por lo mismo, repito, no se puede defender.

Menciono eso en defensa de todos los rabinos fallecidos de la lista, que ya no pueden defenderse.

Decimos tres parashot después de que una persona muere: Ajarei mot (después de la muerte), que es el servicio de kippur después del fallecimiento de los hijos de Aáron; Kedoshim (los santos); y finalmente Emor (diréis). Haya sido quien sea, cuando una persona se va del mundo se calla uno la boca.

Y se me hace aún más extraño que el Rabinato, que sabe que falleció hace 8 años, todavía lo ponga en una lista.

Es doloroso. Incluso oí que en su familia derramaron lágrimas. Su hijo derramó lágrimas porque mencionaron a su papá. Una lista negra es una lista negra y eso significa “una persona non grata“, en todos los ámbitos.

¿Cómo van a resolver el problema y reparar el daño hecho a la familia? Y también para los que fuimos sus alumnos, tuvimos cierta admiración y respeto por él.

El Jajám Sued

Sued llegó a México en 1966 y se volvió el director de la Yeshivá Keter Torá. Los que fuimos sus alumnos aprendimos de él Torá, ética, principios, educación y amor al prójimo. Él,  con su forma de ser y con su amor le dio todo eso a la juventud (que éramos nosotros en aquel entonces).

Después de la Yeshivá se hizo el Jajám del Knis de los jóvenes en Maguén David. Tenía muchos seguidores y nos enseñaba mucha Torá.

Fue el precursor de productos Kosher para la comunidad. El pionero de la producción de quesos Kosher y de los productos para Pésaj en México, hechos por fábricas mexicanas.

En un principio iba a Chalco para hacer queso y venderlo en su tienda. E iba hasta Guanajuato a la cremería Mitla, donde hacían otro tipo de queso diferente al de Chalco.

Conforme fue creciendo la tienda, se fue a las fábricas para hacer chocolates, dulces y demás productos kosher para Pésaj, para que no solamente se limitaran a comer matzá como se acostumbraba antes de su llegada, cuando los precios de productos kosher LePesaj eran, para muchos, inaccesibles.

Acompañaba a las personas enfermas a tratarse en los hospitales. Llevó a una mujer que no podía concebir con el Rabino de Jabad, para que la bendijera- y ella pudo embarazarse.

Ése era el Jajám Sued ( Jajam significa sabio en hebreo  y es un apelativo con el que, en los países árabes,  se nombra a los grandes rabinos). Era un Jajám que tenía siempre las puertas abiertas para los problemas de la gente.

Una anécdota lo define: como era ciudadano argentino, quiso arreglar sus papeles migratorios en México, y el abogado que le llevaba el asunto le había pedido un documento que él no tenía. El abogado le había dicho “Mira, yo te lo consigo a la mexicana, hacemos una movida y te conseguimos tu documento”. El rabino Sued le contestó: “De ninguna manera. Si me lo van a dar, que me lo den con lo que tengo y no voy a mentir por obtener un documento”.

Terminó en la oficina de un funcionario de gobernación y ahí dijo que no iba a hacer ninguna movida ni cosa ilegal o ilícita para obtener su forma migratoria. Aún así, le dieron su forma migratoria.

Precursor de la Torá para mujeres

Él tenía una clase para mujeres y les enseñaba Torá. En los años 60, las señoras no pedían información acerca del culto. Iban a cotorrear al Knis, hacían las cosas por costumbre, prendían las velas de Shabbat, etc. Pero no sabían el fondo y el conocimiento de las cosas. Y él empezó a enseñarles.

De ahí se empezó a diversificar y a ampliar ese abanico para las mujeres que les transmitieron a sus hijas y a sus nietas.

Veamos hoy cuántas mujeres hay que van a la Beit HaKnesset, que van a estudiar y que cumplen las mitzvot.

Antes no era así, las mujeres estaban más confinadas a la casa. Ahora podemos ir a la Beit HaKnesset un sábado en Maguén David y la parte superior está llena de mujeres. En las tardes, las señoras tienen su lugar.

Eso es parte de la herencia de él. Creo que el  reconocimiento de una equivocación, por lo menos, aliviaría un poco el dolor causado por la publicación de esta lista.