Enlace Judío México- La controversia acerca de la “lista negra” sigue causando estragos entre Israel y la Diáspora. La lista está compuesta de 160 nombres de rabinos de distintas afiliaciones, incluyendo la ortodoxia, cuyas cartas de certificación sobre la judeidad de nuevos inmigrantes -que deseaban casarse en Israel- fueron rechazadas el año pasado.

Foto: El rabino Farber y el Rabino Lau, 2013

Dos rabinos mexicanos estaban incluidos en la lista: uno de ellos, el Rabino Jaim Sued, falleció en el 2009; el otro, el Rabino Marcelo Rittner, ya ha externado su indignación en una respuesta.

El grupo ITIM, la organización sin fines de lucro cuya misión es “guiar a los israelíes a través de la burocracia religiosa de Israel”, fue la que exigió dicha lista al Rabinato, mediante una orden de la corte israelí, apelando a la Ley de Transparencia. Itim está al origen del término “lista negra”, porque es así como se nombra “una lista de personas consideradas sospechosas”, según el rabino Seth Farber, fundador y director general de Itim, en una entrevista para el Jerusalem Post.

Los medios judíos han publicado artículos a favor y en defensa del Rabinato Principal israelí – o de los rabinos que aparecen en la lista. En medio de la maraña de opiniones, Enlace Judío se dio a la tarea de averiguar las dos posturas en conflicto, la de ITIM y la de los defensores del Rabinato israelí.

Cabe mencionar un detalle: la lista no tiene relación con conversiones. Los rabinos en la lista presentaron certificados de judeidad de personas nacidas judías en distintas partes del mundo y las peticiones relacionadas con los rabinos de estas listas fueron rechazadas por el Rabinato.

¿Es esta crisis una simple lucha política por el poder religioso en Israel? ¿Es “la gota que derramó el vaso” después de la Ley de Conversiones y del rechazo del acuerdo relacionado a un espacio igualitario en el Muro de Los Lamentos? ¿Será un parteaguas que determinará el futuro del poder del Rabinato? Júzguelo usted.



LA VERSIÓN DE ITIM / Entrevista a Elad Kaplan


1. ¿Cómo recibió la ITIM la lista?

Desde 2012, ITIM ha sido inundada con cientos de peticiones de nuevos emigrantes que necesitaban demostrar que eran judíos, y que por el Departamento de Certificaciones del Rabinato israelí les respondió que que sus documentos no estaban “reconocidos”, sin ninguna explicación o forma de apelar. ITIM ha presentado cientos de solicitudes para una explicación, y nunca recibimos alguna razón por la cual un rabino fuera considerado “no reconocido”.

Innumerables veces, vimos parejas jóvenes devastadas por la posibilidad real de que sus identidades judías estaban siendo borradas por el Rabinato. Detrás de cada rechazo había una familia a quien se le decía: “No eres judío”, y “Tu rabino no es un rabino”.

Después de tres años de este trato, ITIM presentó una solicitud para conocer los criterios por los cuales el Rabinato llegó a sus conclusiones. Cuando el rabinato se negó, presentamos un escrito en el Tribunal Municipal de Jerusalén, en septiembre de 2015, en el que pedíamos listas de rabinos que habían sido aprobados y los criterios del Rabinato para aprobarlos.

En el escrito del Rabinato, presentado en respuesta a nuestra acción legal, fechada el 7 de diciembre de 2015, el Rabinato afirmó que no tenían tal lista de rabinos.

En cuanto a los criterios, el Rabinato declaró (en el párrafo 18.4): “El Rabinato debe, entre otras cosas, determinar el carácter del rabino al que la pareja acudió para redactar una certificación de judaísmo. Esto, para determinar si puede ser autorizado. ”

En la cláusula 18.5, escribieron: “Nuestros procedimientos consisten en pedir “aclaraciones” acerca de este rabino a otros rabinos en su país, que son conocidos por los representantes del Rabinato y son de su confianza, sincronizando esta información con otra información recibida de otros rabinos en ese país “.

En la cláusula 18.6, el Rabinato escribió: “Las investigaciones que el Rabinato realiza en relación con el rabino cuyo documento es presentado verifican si en realidad ese rabino es realmente un rabino ortodoxo practicante. Además, comprobamos su certificación como rabino (smijá), y su lealtad a la halajá, lo anterior para verificar que, en general, podemos confiar en las certificaciones que emite”.

En resumen, el Rabinato reconoció -en el tribunal- que la forma central en la que determinaba qué certificaciones eran aceptables y cuáles no lo eran, era a través de su evaluación del rabino.

Tras una audiencia en enero de 2016, el Rabinato acordó:

-Finalizar la emisión de los criterios con los que certifican (esto aún no se ha hecho)
-Proporcionar a ITIM información sobre el número de archivos abiertos en el departamento
-Proporcionar a ITIM una lista de rabinos aprobados desde el inicio de la presentación de ITIM en septiembre hasta la fecha de la sentencia.

2. ¿Es cierto que se trata de una lista negra?

Ésta es una lista negra. En respuesta a las preguntas de ITIM en enero de 2017 y marzo de 2017, el Rabinato dejó en claro que había documentos que deslegitimaban. ¿Pero sobre qué base? La lista sólo proporcionaba los nombres de los rabinos. ¿Acaso los documentos no fueron reconocidos debido algún problema fundamental? ¿Por qué el Rabinato no pudo explicarlo?

Todo esto proviene de la incompetencia y el caos. Y es inaceptable en un estado judío moderno.

3. ¿Es cierto que el documento llegó a ITIM porque un empleado de bajo nivel cometió un error “del que nadie estaba enterado”?

Esta afirmación es falsa. El correo electrónico que se envió a ITIM con la lista en cuestión estaba copiado a varias personas, entre ellas Moshe Dagan, el director general del Rabinato, Harel Goldberg, el asesor legal del mismo, y varios de sus rabinos. El correo electrónico fue enviado a ITIM por Tami Mizrachi, quien es el oficial de Libre Información del Rabinato.

4. ¿Es cierto que ITIM está luchando contra el Rabinato?

En 2013, pocas semanas después de que el Rabino David Lau fuera elegido rabino principal, el Rabino Dr. Seth (Shaul) Farber pidió una reunión privada con él. En la reunión,el rabino Farber dijo al rabino Lau que el tema de las certificaciones era una “llaga” para muchos judíos de la diáspora. El rabino Lau reconoció en la reunión que no estaba consciente de la importancia de este rubro, pero que abordaría la cuestión.

A partir de entonces y durante más de dos años, nada se hizo. Cuando ITIM presentó su demanda en 2015, todavía no había ninguna acción.

ITIM ya ha comenzado su debida diligencia legal para garantizar los derechos de todos los judíos a ser reconocidos en Israel y para detener el comportamiento insultante hacia las comunidades de todo el mundo.

Para saber más, ver la entrevista de Seth Farber, fundador de Itim,  en el grupo de Facebook del Jerusalem Post.

El rabino principal Sefardí, Yitzhak Yosef,  y el Ashkenazí, David Lau 

LA VERSIÓN DE UN DEFENSOR DEL RABINATO DE ISRAEL/ DAVID BENKOF/ JEWISH JOURNAL

No existe una “lista negra” de rabinos

En las últimas semanas, los medios judíos informaron sobre la existencia de una “lista negra” de rabinos de la diáspora,.

Ésta no existe.

El Rabinato de Israel nunca ha utilizado el término “lista negra” ni nada parecido a ello; el Gran Rabino Ashkenazí, incluso,  dijo que nunca había oído hablar de tal lista. El término surgió en una nota publicada por la Jewish Telegraphic Agency (JTA), relacionada con el rabino Seth Farber de ITIM, una organización que suele criticar al Rabinato. Desde entonces, la misma historia se ha repetido sin cesar en diversos titulares y artículos de opinión, así como en mensajes de Facebook y Twitter.

El término es completamente inapropiado. Las listas negras no son retroactivas. Incluso llamarle una “lista” implica que Israel busca los nombres de los rabinos que envían cartas para verificar si son reconocidos. No tenemos pruebas de que eso  suceda. Todo lo que sabemos es que en 2016, ciertas cartas fueron rechazadas (por alguna razón) y el rabino Farber solicitó los nombres de los rabinos que las escribieron. Eso es todo.

Si Israel tuviese una política de rechazar las cartas de todos los rabinos no ortodoxos (y algunos rabinos ortodoxos de centro-izquierda), eso de hecho sería una noticia digna del debate. Pero más de 3.000 estadounidenses emigran a Israel cada año, muchos de ellos no ortodoxos y cientos se casan cada año. Si es una cuestión de ideología, ¿por qué se han rechazado las cartas de sólo 45 rabinos no ortodoxos estadounidenses? Y ¿por qué no se rechazan las cartas de mujeres rabinas?

No sabemos por qué estas cartas fueron rechazadas, ya que nadie lo ha esclarecido. Pero supongo que en muchos casos se debe a asuntos rutinarios como la confirmación del judaísmo de la madre, pero no de la abuela, por ejemplo. En un caso, el Rabinato rechazó una carta de certificación porque estaba firmada por un rabino cuyo nombre no estaba registrado. En otro caso, se rechazó una carta de un rabino que supuestamente estaba en la “lista negra”, pero otras de sus cartas fueron aceptadas. Por supuesto, el Rabinato también pudo haber rechazado algunas cartas debido a un antagonismo hacia el rabino que las certificó. Pero no se ha expresado, y esa posibilidad, que aún no ha sido comprobada, no justifica titulares escandalosos.

No suelo utilizar el cliché de “noticias falsas”, pero en este caso, la controversia está totalmente fabricada, y sabemos quién la fabricó: el rabino Farber. En un ensayo anterior publicado en el Jewish Journal, el autor utilizó el tema de la certificación de la judeidad para destacar el antagonismo hacia el Rabinato;  está en es su derecho.

Pero el momento de la controversia no podría ser peor: un momento en que  las tensiones entre los judíos de la diáspora e Israel han alcanzado un punto histórico clave. Según lo que se palpa de las redes sociales, algunos judíos estadounidenses empiezan a pensar: “Israel no acepta mi manera de rezar en el Kotel, rechaza la conversión no ortodoxa, y ¿ahora ha elaborado una lista negra de rabinos como el mío? Olvídenlo.”

Aunque las tres afirmaciones sean injustas, la creciente “evidencia” de que Israel desprecia a la mayor parte de los judíos estadounidenses está tensando la relación con la diáspora y en algunos lugares incluso comienza a romperla.

El pueblo judío debe concentrarse en reducir esas tensiones en este momento, encontrar un espacio común entre Israel y la diáspora. Pero las redes sociales y otros medios del siglo XXI tienden a reforzar los prejuicios de la gente, y las noticias que propician esto se difunden rápidamente en las redes sin que alguien tenga la oportunidad de verificarlas.

Éste es un típico caso de noticias falsas, ya que la llamada “lista negra de rabinos” simplemente no existe.