Rashi o Rabí Shlomo Yitzjakí es uno de los comentaristas de Torá más reconocidos y alabados en la tradición judía. Sus comentarios son brillantes y hasta la fecha niños y adultos empiezan a leer la Torá con sus escritos. Su primer comentario es a la palabra Bereshit (creación) al inicio de la Torá. En él comenta que la Torá debió haber empezado con la primera mitzvá que se le da al hombre (santificar la luna), pregunta por qué la Torá empezó narrando el origen del mundo, a ello da varias respuestas entre ellas que D-os empieza su Torá de esta forma para que sepamos que Él creó el mundo entero, por ello el mundo es su propiedad y actúa en concordancia a lo que es bueno. Muchos rabinos han comentado este primer pasaje y dado su interpretación. Rab. Yaacob Menken nos da su perspectiva en este discurso. Esperamos les guste.

Estamos en este mundo todos. Rab. Yaacov Menken

Esta porción de Torá nos ofrece muchas enseñanzas que siguen siendo relevantes hoy en día. Una de ellas es que existe un sólo Creador, Señor del cielo y la tierra. Por más que Kant y otros intenten demostrar lo contrario, llevar una vida moral de forma congruente y sincera requiere que aceptemos un estándar moral más grande que nosotros, uno que debamos seguir incluso cuando no queramos hacerlo. El monoteísmo fomenta y requiere un estándar sólido y unitario. Bajo la idolatría politeísta, los deseos de uno de los “dioses” usualmente se contraponen a los deseos de otro. Cuando nosotros mismos determinamos la moralidad, nuestro juicio se puede ver fácilmente nublado por la tentación y el interés propio.

Este pasaje también nos enseña que fuimos creados a imagen y semejanza de D-os. Todas las personas tienen una chispa de divinidad en sí mismas. Cada vida tiene un valor infinito, y de esta forma la preservación de la vida se vuelve una responsabilidad crítica para cada individuo.

Aprendemos a respetar una hermandad humana. Toda la humanidad está interconectada, son hermanos y descienden del mismo padre y la misma madre. No podemos ignorar “la sangre de nuestro hermano.”

Incluso nos enseña nuestra responsabilidad como guardianes de la tierra, ya que D-os le da a Eva y Adán el dominio sobre todas las criaturas, presentando cada uno de ellos a Adán para que les dé un nombre, y también les da a todos los seres vivientes para comer.

Los antisemitas acusan a los judíos de oponerse a estos valores básicos. Dicen que se “robaron” a tierra judía y acusan a los judíos de matar personas y desear la destrucción de la tierra y tratar a no-judíos como subhumanos, incluso creen que el Talmud lo prueba.

Sin embargo, desde el primer verso de la Torá se demuestra que estas acusaciones no tienen fundamento. Ya que todas las lecciones del judaísmo nos recuerdan que somos una sola raza, como lo dice la Torá. Todo lo que hoy en día el mundo Occidental llama “ética judeo – cristiana” emerge de las enseñanza de la Torá, que nos guían a auto perfeccionarnos y vivir como individuos dignos de D-os. Esperamos el día en que “todos los que habitan la tierra te reconozcan y sepan que ante ti cada rodilla se debe doblar” como está dicho “D-os será Rey sobre toda la tierra y en ese día D-os será Uno y su nombre Uno” (Zacarías 14:9)

Al leer la Torá diariamente debemos recordar que es ella quién nos eleva y nos transforma como nada que se le compare.