Enlace Judío México – La Aljama (podía ser judía o mora), era la institución jurídica que agrupaba a los judíos en las grandes ciudades españolas medievales.

FRANCISCO ANDRÉS LASCORZ ARCAS

De orígenes inciertos, como mínimo desde el siglo XI, la presencia de comunidades judías en la comarca de Sobrarbe (norte de Huesca) fue relevante hasta el siglo XIV, aunque continuó hasta 1492. La aljama judía de Monclús logró un protagonismo notable entre las aljamas de la Corona de Aragón, hasta principios del siglo XIV.

Los sobrarbeses de religión judía que residían mayoritariamente en Monclús, Aínsa y Bielsa, disfrutaron de una existencia condicionada por la tragedia de los asesinatos, desaparecidos y convertidos a la fuerza en Monclús, protagonizada por los “pastores” (pastorelli) en 1320. Hay que destacar que los cristianos de Monclús no participaron activamente en los asesinatos de sus vecinos judíos y, posteriormente, en 1333 se habían resentido económicamente de la debacle.

La documentación —muy escasa— habla de la presencia de judíos en Bielsa, el año 1292, de judíos en Aínsa antes del año 1341 (de 1127 es su fuero de población) y de judíos en Monclús el año 1063. No hay que olvidar a la comunidad judía de Naval, muy próxima en todos los aspectos a sus correligionarios sobrarbeses, se mantuvo hasta finales del siglo XV.

Un hecho excepcional es la causa que se abrió en 1259 contra los asesinos del rabino de la aljama de Monclús.

El monasterio de San Victorián reconoció deudas con los judíos de Monclús en 1282, los préstamos de judíos de Monclús coinciden con una fase del proceso constructivo del monasterio.

Las comunidades de Aínsa, Bielsa y Monclús superaron las agitaciones de la Peste Negra en 1348. La aljama de Monclús desapareció el año 1357, aunque siguieron residiendo familias judías.

Las persecuciones de 1391 afectaron únicamente a la comunidad de Aínsa, comunidad que desapareció en 1415 por el efecto combinado de la disputa-adoctrinamiento de Tortosa y las predicaciones de fray Vicente Ferrer. En el siglo XV sólo residían unas pocas familias judías en Sobrarbe, sin llegar a estar articuladas en ninguna comunidad judía. La mayoría habían abandonado Sobrarbe y residían en Monzón, Barbastro, Fraga y otras comunidades próximas.

Las actuaciones de la Inquisición contra los judeoconversos sobrarbeses en el siglo XV en la bal de Gistau y en Aínsa, representaron el prólogo a la infausta expulsión de —pocos— judíos sobrarbeses en 1492.

Los judíos de origen sobrarbés expulsados no se diluyeron completamente en la diáspora, apareciendo posibles descendientes de ellos en los Balcanes, Francia, Turquía, etc. y posteriormente en los campos de exterminio nazis. El trágico reencuentro entre sobrarbeses y judíos sefardíes con antepasados en Sobrarbe se produjo seguramente sin esperarlo, en los campos de exterminio nazis.

Hasta el día de hoy aparecen en los lugares más insospechados judíos que reivindican sus raíces sobrarbesas.

Con este trabajo que rebasa el ámbito de Sobrarbe —que se deberá proseguir porque quedan páginas por descubrir— he pretendido cantar los beneficios de la convivencia, recuperar una pequeña parte de la memoria histórica judía en Sobrarbe y comenzar a sacar a la luz el pasado de un Sobrarbe judío perversamente ignorado.

 

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico