THELMA KIRSCH EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Rosh Hashaná,
cabeza de los días venideros,
con la vara de perdón entre tus manos,
viertes los deseos de paz entre los hombres
y avanzas con tu luz,
tu color ya casi ocre y la música del otoño que se inicia.

Un nuevo año, guardián de la vida que decide el Único,
el venerado en todos nuestros días,
y nos hallas otra vez anhelando tu gracia
…tu perdón.

¡No puedo cantar al lado del sonido del Shofar
sin elevarme con el espíritu tranquilo!
Mi alma lo desea, lo espera,
lo añora durante todos los días de silencio.

Y después de ti vendrá el otoño,
con sus lluvias y su bienestar,
y mientras tanto, con el alma desnuda
como una raíz pecadora,
me presenta abierta,
esperando la condena.
Más solo tú, cabeza del año,
con el clamor estridente del cuerno
mueve las almas y arropa los cuerpos,
y ordenas las generaciones para liberar remordimiento,
o los lazos ensombrecidos entre los hombres
buscando en el perdón el bienestar.

Y una vez más te tendiste sobre la tierra y
besaste los párpados del culpable con la escarcha
y las nubes de la tarde.

Los ojos húmedos, se vuelven hacia ti,
por la lástima del que sufre,
y el regocijo por la esperanza
de este año, guardián,
esperando el indulto,
pues de mil maneras… nos salvas.