Enlace Judío México – Este 19 de septiembre, el dolor y la conmoción no llegaron temprano, como fue hace 32 años, sino después de las 13 horas. Cuando uno, a D-os gracias, está bien, uno piensa que los demás también. Pero conforme pasaban los minutos, las consecuencias del temblor de 7.1 se fueron haciendo más evidentes y dolorosas.

 

 

Las historias del sismo del 19 de septiembre 2017 fluían, mientras que los que tenemos más de 50 años, las entrelazábamos con aquellas ocurridas en la misma fecha, pero hace 32, en 1985 cuando también un terremoto nos arrancó la tranquilidad y dejó un gran dolor por las más de 10,000 víctimas mortales y sus secuencias.

Ya en horas de la noche, la calle de la Cruz Roja que llega a Horacio era una mezcla de fiesta juvenil con día de campo y mucho barullo. Ahí llegaban los autos para dejar agua, víveres, material de curación, etc. Pero, ya en la calle de Homero, parecía que los motociclistas se habían se habían puesto de acuerdo para una gran reunión, para una rodada fenomenal. El ruido era alto. Sin embargo, había un orden.

Al hablar con coordinadores de este evento, resultó que es un cuerpo de la Cruz Roja que se encarga a los motocioclistas, los cuales son capaces de transportar desde agua, víveres, material de construcción e incluso doctores, enfermeras o gente de apoyo. Estas motos pueden llegar a donde las ambulancias o autos no pueden por los obstáculos que hay.

Ahí, entrevistamos a jóvenes del Grupo Ángel, quienes recibieron capacitación del Ejército Israelí para atender emergencias, ellos en concreto se encargaron de atender fugas de gas. Pero lo más importante es que la Solidaridad Nacional, fuera de banderas, políticas o intereses mezquinos, brotó como hongos después de la lluvia. Ya organizaciones, ya empresas, familias o individuos se aceraron a la Cruz Roja para decir aquí estoy y vengo a ayudar, a dar una mano, a poner el hombro. En una cadena para transportar agua, cajas, bolsas, encontramos a tres jóvenes judíos religiosos que nos comentaron que estaban ahí para ayudar, para tratar de aliviar en algo las carencias de aquellos que se quedaron sin casa.

¡Quiera D-os inscribir a México en el Libro de la Vida en este 5778 que hoy en la noche iniciará!