Linda Lasky para Enlace Judío México – El municipio de Jojutla, en Morelos, es el municipio más cercano al epicentro del sismo que ocurrió el pasado 19 de septiembre en México, con magnitud de 7.1 en la escala de Richter. Dos días después del lamentable evento, el grupo IsraAID trasladó un grupo de voluntarios a nuestro país para brindar apoyo tanto técnico como psicosocial a la población de Jojutla. Nuestra reportera Linda Lasky se trasladó a esta zona devastada para mostrarnos la labor de los israelíes.

 

 

Jojutla es el lugar donde más evidentes son los estragos causados por el sismo dejaron el espacio devastado, y cuya recuperación seguramente tomará largo tiempo, amén del esfuerzo económico que implicará esto.

Los habitantes del municipio narran que durante el temblor era imposible dar un paso sin caer, “la tierra rugió como una culebra que azota”. Sólo se escuchaba el crujido de vidrios rotos, muros derrumbados, fugas de gas, colapso, caos.

Muchos de sus habitantes perdieron todo, sus casas colapsaron o están en vías de ser demolidas. En la Colonia Zapata no quedó ladrillo sobre ladrillo. En menos de un minuto, todo se convirtió en escombro.

La sensación del sitio es como si de raíz los edificios se hubiesen volcado. Falta agua, luz; sin embargo sobra esperanza. La ayuda de la población civil, tanto nacional como internacional, no se hizo esperar.

El estado de Israel, además de mandar su brigada de rescate en desastres naturales, envió ayuda con el grupo IsraAID, Organización No Gubernamental (ONG), que se enfoca principalmente en ayuda psicosocial, en momentos donde los efectos traumáticos y emocionales después de los eventos han dejado secuelas intangibles de temor y desasosiego.

El grupo de IsraAID, dirigido por Jamie Rhemrev, ha llegado a poblaciones tan lejanas como San Pablo Hidalgo, en el mismo Estado de Morelos, lugar muy aislado y de difícil acceso que ha quedado casi en el olvido. La ONG arriba a estos lugares con el mismo entusiasmo que al corazón de la Ciudad de México.

El grupo está formado por Israel Sotelo, Judith Alicia Jayninski, Shulamit Landó y Tová Fleisher, trabajando con esmero y esfuerzo en sus profesiones. El trabajo de apoyo al impacto emocional en la población tanto de niños como adultos es de importancia vital para el grupo IsraAID.

Puntualiza Jamie Rhemrev: “Cuando la mayor parte de los grupos extranjeros de apoyo partieron, IsrAid sigue trabajando”.

La ONG llegó con un grupo interdisciplinario de enfermeras, psicólogos y trabajadores sociales.

Según el sitio en internet de la organización: “El equipo de IsraAID proporcionará apoyo para la salud mental de individuos y comunidades vulnerables afectadas por el sismo, especialmente las evacuadas a los refugios por tiempo indefinido. El pueblo mexicano aún sufre el impacto del temblor anterior, y este nuevo deastre agrava la crisis”

“El equipo de IsraAID ayudará con medidas para el suministro de agua, servicios de salubridad e higiene de inmediato”.

“El Equipo de Manejo de Emergencias de IsraAID se encuentra en alerta máxima y continúa monitoreando la situación tanto a corto como a mediano plazo”.

Shulamit Landó es una mujer cuya historia de vida es una lucha contra la adversidad. En Enlace Judío publicamos el año pasado su historia.

“Se necesita una enorme valentía para enfrentarse a los temores que la enfermedad trae a nuestras sorprendidas mentes — el miedo a la pérdida, a la discapacidad, al sufrimiento, a la incertidumbre, el miedo al qué será y a lo que nunca será más, a depender de los demás… el temor a tanto más, y en última instancia, por supuesto; el miedo a nuestra propia mortalidad”, dice Shulamit en el texto.

En el siguiente video, vemos a Shulamit Landó bailando con los alumnos de una escuela rural que fue destruida. Nos comentó que lo más difícil fue hacerlos que se abran a algo más que no sea su dolor y su trauma, en referencia a lo que sufrieron. ¡Parece que lo ha logrado!

 

 

Here is Shulamit leading a dance for teachers and children from a village school which was destroyed. I am not sure what this is exactly, but Shulamit told me that the hardest things was getting them to open up to anything that was not their trauma, their pain from what they saw and went through.
It seems like she was able to do it this way!

Posted by Shulamit Lifshitz Lando on sábado, 30 de septiembre de 2017