Enlace Judío México – A pesar de la avanzada tecnología de desalinización y tratamiento de aguas residuales, la sequía está afectando incluso a las regiones más fértiles de Israel.

Ha sido una fuente de orgullo nacional: la tecnología y la disciplina superaron la devastadora escasez de agua. Pero cuatro años de sequía han sobrecargado la inigualable variedad de plantas desalinizadoras y centros de tratamiento de aguas residuales, estrangulando las regiones más fértiles y tomando por sorpresa al gobierno.

“Nadie imaginó que tendríamos cuatro años consecutivos de sequía, porque nunca había sucedido antes”, señaló Uri Schor, portavoz de la Autoridad del Agua de Israel.

Se estima que el Mar de Galilea, técnicamente un lago cerca de la frontera con Siria, alcanzará su nivel más bajo antes de que lleguen las lluvias de invierno, a pesar de que el bombeo se ha reducido enormemente. Los acuíferos subterráneos, la otra fuente principal de agua dulce, se están acercando a niveles de agua salina.

Cómo hacer frente a la crisis es ahora un tema cada vez más susceptible en Israel. Las propuestas para ahorrar agua durante el próximo año, más del 50 por ciento en algunas áreas, han sido rechazadas por los agricultores, que ya enfrentan severas restricciones y serían los más afectados. El gobierno rápidamente retrocedió.

En el Medio Oriente, una de las regiones más vulnerables al cambio climático, el agua también es objeto de mayores tensiones. La intensa presión sobre los ya escasos recursos hídricos podría conducir a un aumento de la migración y al riesgo de conflicto, advirtió el Banco Mundial.

Siria, Jordania e Israel dependen de casi las mismas fuentes de agua, lo que se ha sumado a las tensiones en el pasado. Los palestinos se han quejado durante mucho tiempo del acceso insuficiente al agua, que en su mayoría está bajo control israelí en Cisjordania. Israel afirma que ha suministrado más agua de la requerida en los acuerdos.

Actualmente se discute la posible construcción de una planta de desalinización adicional como solución al problema del agua en Israel a largo plazo, según un funcionario de la industria. Una instalación similar en Israel costó más de 400 millones de dólares.

La construcción de varios embalses nuevos para retener las aguas de las lluvias y las inundaciones también podrían aliviar algo de presión como una solución rápida de 60 millones de dólares, agregó el funcionario, que habló bajo condición de anonimato.

Hace apenas unos años, Israel, un país con dos tercios de habitantes en zonas áridas, parecía que había superado la escasez de agua de décadas atrás. La campaña nacional de concientización cesó y los israelíes pudieron tomar largas duchas y regar sus jardines.

Incluso se habló de exportar el excedente de agua a sus vecinos. Esto se produjo como resultado de una inversión masiva de 5 mil millones de shekels (4.3 mil millones dólares) en su red nacional de suministro de agua y plantas de tratamiento de aguas residuales. El sector comercial invirtió otros 7 mil millones de shekels en la construcción de cinco plantas de desalinización.

Los problemas del suministro de agua afectan principalmente a los agricultores en el extremo norte de Israel, la región donde vive Dubi Amitay, un agricultor de cuarta generación y presidente de la Federación de Agricultores de Israel.

Amitay explica que la escasez lo llevó a secar 3.700 acres de tierra, y esto dañará la cosecha.

La región del este de Galilea, una exuberante franja de tierra entre la costa y los Altos del Golán, podría perder hasta 500 millones de shekels esta temporada, dijo.

La falta de un suministro de agua fiable produce una gran incertidumbre entre los agricultores.

“¿Tendremos agua o no?” preguntó

Fuente: The Jerusalem Post, Reuters / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico