Enlace Judío México – El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo el viernes en una conferencia de política exterior que el calentamiento de las relaciones con los países árabes moderados es un signo de esperanza para el moribundo proceso de paz en Medio Oriente, pero agregó que la negativa de los palestinos a reconocer a Israel lo ha perjudicado.

Hablando en el Instituto Real Británico de Relaciones Exteriores Chatham House en Londres luego de celebrar el centenario de la Declaración Balfour con la primera ministra británica Theresa May, Netanyahu dijo que el llamado del documento al establecimiento de un hogar nacional para el pueblo judío ha sido rechazado repetidamente por los palestinos

“La verdadera razón por la que el conflicto israelí-palestino persiste es la negativa de los palestinos a reconocer un Estado judío cualquiera sean sus fronteras”, dijo Netanyahu.

“¿Cómo se puede pedir tener un Estado nacional palestino sin reconocer a cambio un Estado nacional judío?”

Netanyahu también dijo que para lograr un acuerdo de paz, el mundo debería reevaluar su visión de la soberanía.

“Un Estado palestino no tendrá una soberanía militar”, sugirió Netanyahu, argumentando que Grecia cedió su soberanía financiera a cambio de un rescate de la Unión Europea durante su crisis económica.

Israel ha exigido la desmilitarización de un futuro Estado palestino, y ha dicho que cualquier gobierno de unidad palestino debe incluir el desarme de la organización terrorista de Hamás.

“Los palestinos deben tener todos los poderes para gobernarse a sí mismos, pero ninguno de los poderes para amenazarnos”, afirmó Netanyahu, y dijo que Israel debe mantener el control de seguridad en los territorios palestinos.

Netanyahu señaló que aunque los palestinos siguen endureciendo sus actitudes hacia Israel, hay un movimiento en el mundo árabe en general debido a la amenaza de Irán.

Aún así, dijo, forjar alianzas con esas naciones “no sustituirá un acuerdo formal de paz con los palestinos”.

Netanyahu dijo que espera que la iniciativa de paz de Estados Unidos funcione y elogió al presidente Donald Trump por adoptar un nuevo enfoque para llevar a israelíes y palestinos a la mesa de negociaciones.

“Lo que se está discutiendo ahora es una iniciativa estadounidense. Obviamente, le hacemos saber a Trump nuestros intereses y nuestras inquietudes. Su equipo tiene un enfoque refrescante de ‘poder hacerlo’… están tratando de pensar ‘fuera de la caja”, agregó.

El primer ministro israelí dijo que actualmente se está librando una batalla importante en Medio Oriente entre “modernistas, medievalistas y bárbaros”.

“Los grupos extremistas chiítas y sunitas en la región compiten por el dominio, emergiendo de las cenizas de los regímenes caídos”. Como resultado de estas fuerzas culturales en competencia, Netanyahu dice que la democratización del Medio Oriente es una fórmula para el desastre.

“La estructura occidental no puede incorporarse en el Medio Oriente. No funciona”, dijo, dejando una elección entre “teocracias teológicas dictatoriales basadas en el Islam” o “regímenes autoritarios seculares más moderados”.

A principios de 2011, una ola de protestas antigubernamentales, conocida como la Primavera Árabe, arrasó varios países de Medio Oriente. Sin embargo, en casi todos los casos no lograron derrocar a los gobiernos opresivos.

En medio de todas las luchas intestinas en el Medio Oriente, dice Netanyahu, Irán ha surgido como una fuerza poderosa que está devorando una nación tras otra tanto directamente, o a través de sus proxies como Hezbolá en el Líbano o los rebeldes huthies en el Yemen y ahora está intentando en Siria e Irak.

“Los regímenes árabes moderados comprenden que Israel no es su enemigo, sino un aliado indispensable, y esta actitud se está infiltrando en la sociedad”, continuó Netanyahu.

El mandatario israelí reiteró su posición de “arreglar o cancelar” el acuerdo nuclear firmado con las potencias mundiales en 2015.

“El mayor peligro para el mundo es un régimen islámico militante con armas nucleares”, apuntó.

Netanyahu dijo que la actual versión del acuerdo, que no permite inspecciones de sitios militares convencionales y que levanta las restricciones sobre el enriquecimiento de uranio después de una década, ofrece a Irán un “sello kosher de aprobación internacional continuar sin restricciones hacia un arsenal de bombas nucleares”.

Por lo tanto, sugiere “arreglar” el acuerdo a través de sanciones masivas contra su programa de misiles balísticos, inspecciones exhaustivas de sus sitios militares y otras instalaciones, y la eliminación de la cláusula de expiración que permite a Irán reiniciar su actividad nuclear en 10 a 15 años.

Con información de Haaretz y i24news / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico