Enlace Judío México.- Desde la caída de los shahs Pahlavi en Irán en 1979, los judíos, tanto allí como en Israel y otras partes, se han vuelto una vez más especies en peligro… esta vez con mulás que aspiran a ser atómicos, amenazándolos (especialmente a los israelíes) con ataque convencional masivo y/o ataque nuclear de múltiples lados.

GERALD A. HONIGMAN

Con este pensamiento, piensen por favor, una vez más en la festividad judía de Purim (deletrada en el Libro de Esther de la Biblia Hebrea), la cual está sobre nosotros.

En ciertas formas, algunas cosas cambian, pero en otras no. En lugar de la referencia de Purim (“echar las suertes”) al día que Hamán eligió por sorteo llevar a cabo las masacres, el malvado primer ministro del emperador iraní tramando su desaparición unos veinticinco siglos atrás y registrado en la Biblia Hebrea, los judíos ahora enfrentan ataque y exterminio por parte de los iraníes islámicos arabizados.

Los judíos han vivido en Irán al menos desde los días en que Ciro El Grande liberó a muchos de ellos del cautiverio babilonio en lo que ahora es Irak. El gran rey permitió a los que querían hacerlo regresar a Judah, el reino superviviente (junto con la tribu de Biniamin) de los judíos después de la división con las diez tribus norteñas de Israel luego de la muerte del Rey Salomón y la conquista del norte por parte de Asiria…todo junto, hace unos 2700 años.

No todos regresaron, y muchos eligieron quedarse atrás y formaron comunidades judías prominentes mientras se extendían hacia el Oriente.

Judah se volvió un Estado vasallo agradecido con el vasto imperio iraní, con guerreros judíos desempeñándose como parte del ejército iraní. Las guarniciones judías sirvieron en lugares tales como Elefantina, Egipto, cerca del Asuán de hoy. Han sido descubiertos papiros antiguos que dan testimonio adicional de esta comunidad vibrante, la cual precedió de hecho a las conquistas iraníes y, entre otras cosas, tenían su propio templo.

La corroboración es muy importante para el historiador.

Aparte del relato de la liberación por parte de Ciro El Grande en las propias escrituras de los judíos (Ezra 1:1-8, Biblia Hebrea), tenemos corroboración histórica asombrosa de esto en registros iraníes antiguos también. Debajo hay extractos del Prisma Kurish, el decreto de Ciro El Grande para el retorno de los judíos a la nación actual de Israel en el año 539 A.C.. Esta versión se encuentra en el sitio web del Círculo de Estudios Iraníes Antiguos:

“Soy Kurash, Rey del Mundo, Gran Rey…Rey de Babilonia, Rey de Kiengir y Akkade, Rey de los cuatro rincones de la tierra, Hijo de Kanbujiya…a la región desde tan lejos como Assura y Susa, Akkade, Eshnuna, los pueblos Zamban, Me-turnu, Der tanto como la región de los gutianos, regresé a estas ciudades sagradas al otro lado del
Tigris cuyos santuarios han estado en ruinas por un largo tiempo, las imágenes que solían vivir allí y establecí para ellas santuarios permanentes. También reuní a todos sus anteriores habitantes y los regresé a sus hábitats. Además, restablecí al mando de Marduk, el gran señor de todos los dioses de Kiengir y Akkade a quienes Nabonidus había traído a Babilonia para el enojo del señor de los dioses, desarmados, en sus antiguos templos, los lugares que los hacen felices.”

Hace muchos años el Prisma Kurash salió de gira y pasó tiempo en Washington, D.C..

Al cabo de medio siglo del decreto de Ciro, se desarrollaron los acontecimientos amenazantes que llevaron a la historia de Esther (el nombre iraní para la judía hebrea, Hadasah). Cada Purim, los judíos leen sobre esto en la Meguilá–el Libro de Esther–la historia de otra casi pérdida en su historia de 4000 años de antigüedad.

El nuevo gobernante iraní era Jerjes, y él comenzó su gobierno en el año 486 A.C.. Su nombre en inglés, Ahasueurus, parece derivarse de una forma latinizada del hebreo Ajashverosh, el cual a su vez fue una versión del babilonio Ajshiarshu.

Ahora, como señala la fuente de más arriba, es importante destacar también que la versión hebrea de su nombre puede haber sido de hecho un título por el que también era conocido el rey–no su nombre real. Entonces, ahora se pone realmente interesante — algunas cosas de las que la mayoría de la gente simplemente no está al tanto.

Mi amigo y colega escritor, combatiente por la libertad kurdo (peshmerga) Hamma Mirwaisi, está entre otras cosas bien versado en las distintas lenguas relacionadas de las naciones Airianem Vaejah. Él llegó a Estados Unidos alrededor de la misma época en que el Secretario de Estado Kissinger retiró la alfombra de los pies de los aliados kurdos de Estados Unidos durante su revuelta contra Saddam Hussein en Irak en la década de 1970. Si, él estuvo por ahí por mucho tiempo…

Cuando el Shah de Irán hizo su paz temporal con Saddam, Estados Unidos entonces traicionó a los kurdos. Nuevamente, esta no sería la última vez que Washington actuaría en formas menos honorable hacia estas personas (incluso ahora, mientras escribo esto). El fallecido gran columnista del New York Times, William Safire, escribió una serie de artículos en la década de 1970 acerca de esta traición. Los afortunados tuvieron que huir por sus vidas, y a algunos se les permitió ingresar a Estados Unidos. Pero miles y miles fueron masacrados.

Si bien Hamma y yo tenemos discrepancias sobre algunos hechos e interpretaciones de la historia, su propio primer libro, El Retorno de los Medos (ancestros de los kurdos), tiene muchas revelaciones interesantes… Y algunas de estas tienen que ver con Purim.

Aquí están algunas de las notas de Hamma sobre el antiguo gobernante iraní, “Ajasveros”: La palabra significa “es una revuelta ahora.” “Aja” significa “ahora.” “Sveros” significa “revolución” o “revuelta.” Es un llamado a la revuelta.

El emperador iraní Cyajares-Jerjes-fue apodado (o “titulado”, como fue destacado arriba), Ajashverosh o Ahasuerus porque él llamó a los enemigos de los medos, los escitas, a un banquete y, a una señal, sus partidarios se aprestaron y masacraron a los embriagados escitas. Noten que el Libro de Esther también cuenta de banquetes que le gustaba tener al Rey Ajashverosh en su palacio.

Sigan estos extractos de la Historia Nro.10 de Hamma, “Emperador Cyajares I Planea Liberar a los Medos (“kurdos”) de los Escitas”, en El Retorno de los Medos:

“Cyajares invitó a Madius (el gobernante escita y sometedor de Media) y a una gran cantidad de sus guerreros a un festival…muchos dejaron sus armas y se emborracharon, pero ningún guerrero medo lo hizo… Cuando Cyajares gritó “Ajashverosh”, la palabra clave, los medos atacaron…La mayoría de los escitas fueron eliminados, algunos capturados y arrestados.”

“Cyajares se volvió conocido como el liberador del pueblo medo y fue reinstalado como el Rey de Reyes del Imperio Medo. Él fue apodado Ajashverosh o Ahasuerus, por su ataque a los escitas.”

Capítulos subsiguientes del libro de Hamma discuten a Ciro, la Reina Vashti, Asiria, Babilonia, Esther, y etcétera–todos importantes para la historia y en los escritos de los antiguos judíos también.

Cuando se discute Purim y la Persia antigua, es importante recordar que, a pesar de los acontecimientos de Purim, antes de la conquista árabe y expansión del Dar ul-Islam en el país, Irán de hecho tenía un equilibrio bastante positivo en sus relaciones tanto con los judíos como con su propio Estado. Irán fue un aliado de Judea en su lucha por la libertad contra Roma-cualesquiera sean sus razones. Y, unos seis siglos después, fuentes antiguas y no judías registraron un ejército de decenas de miles de judíos de la Galilea y áreas adyacentes que se unieron a los ejércitos iraníes para combatir a los odiados bizantinos. Esto sucedió justo en la víspera de las propias conquistas califales imperiales de la región entera por parte de los árabes en el siglo VII D.C.

Pero, de regreso al futuro, una nación conformada de un pueblo cuyas familias ya estuvieron sometidas a un Holocausto (por no mencionar lo que sucedió antes en la historia también), no puede permitirse tomar las amenazas genocidas de una nación como el Irán pos-Pahlavi en ninguna otra forma excepto al pie de la letra.

Los líderes islámicos de la 12a. Chía que mandan hoy–en forma figurativa y literal–no comparten ese amor por la vida humana por el que ridiculizan a los judíos.

Los mulás usaron a sus propios niños para despejar los campos minados en su guerra de la década de 1980 con Irak, han masacrado a incontables miles de los que se oponen a ellos, cuelgan a los kurdos y a otros que sólo buscan los derechos humanos (sin hablar de los políticos) casi diariamente, y buscan deliberadamente la agitación y el caos mundial (¿estilo conflagración nuclear?) para traer el retorno de su “Imán Oculto”, el Mahdi. Ellos han suministrado decenas de miles de misiles sofisticados y otro armamento a sus títeres sustitutos que rodean a Israel y no les importa cuanta de su propia gente muere en sus guerras directas e indirectas para masacrar judíos.

No tenemos el mismo espacio de respiro hoy que el que teníamos años atrás cuando Israel advirtió por primera vez al mundo y fue ignorada acerca de esto.

A diferencia de un Irán geográficamente mucho más grande de Hamanes del siglo XXI, con una población que se aproxima a los 90 millones, Israel es una nación que–como me gusta señalar–necesita lupas para ser encontrada en un globo terráqueo.

Aparte, un 85% de sus seis millones de judíos (¿por qué me pongo nervioso por ese número?) vive en una franja estrecha de 9 a 15 millas de ancho en el medio del país (cortesía de las líneas de armisticio del ’49), siendo blancos fáciles para ataques que llegan a ellos desde casi todas las direcciones.

En el cuadro más amplio y como una nota al pie para todo esto, he estado involucrado con la lucha de uno de los pueblos verdaderamente sin Estado del Medio Oriente y descendientes de los medos, los kurdos, por más de cuatro décadas ya. Y a diferencia de la búsqueda de un 22o. Estado por parte de los árabes a través de la destrucción de la única nación minúscula y renacida de los judíos, unos 35 millones de kurdos tienen aún que ver el nacimiento del suyo.

Mientras me alisto para llevar a mis nietos a escuchar la historia antigua de nuestro pueblo de las acciones de Mordejai y de su sobrina Esther para salvar a nuestro pueblo, espero por el día en que al menos dos pueblos antiguos y grandes, los de todas las naciones Airyanem Vaejah y la mía propia, puedan una vez más vivir juntas en paz. Y la frutilla extra en la torta serían relaciones mejoradas entre los primos iraníes y kurdos también, junto con sus otros vecinos.

Tal vez hará falta el ascenso de un gobernante poderoso, pero altruista, para poner a Irán en un nuevo curso que beneficiará no sólo a sus propios pueblos, sino a otros también. Tal líder podría preparar realmente a Irán para la misma democracia que su vecino gigante al Oriente, India, ha mostrado que es posible.

El truco estará en encontrar tal gema valiente y rara, ni un shah megalómano ni un mula asesino, un líder que realmente ame a su pueblo y nación y quiera lo que es mejor para ellos no sólo en el Paraíso sino en el aquí y ahora en el que todos vivimos. Hay que admitirlo, no es sólo en Irán donde son difíciles de encontrar tales líderes. Pero Ciro El Grande vivió una vez… así que hay esperanza.

Lo que se necesita mientras nos aproximamos a Purim 5778 es el surgimiento de un Ajashverosh nuevo y mejorado–un gobernante que, como tradujo y explicó más arriba mi amigo kurdo Hamma, cumpla con ese título y lidere a Irán en una revuelta por el bien de la nación entera y del mundo en general.

 

 

Fuente: Jewish Press
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.

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