Los judíos de Venecia

Enlace Judío México.- En una reciente visita a Venecia tuve la oportunidad de conocer su antiguo y pintoresco gueto, haciendo un recorrido y descubriendo sus orígenes y legendaria historia. La presencia de los judíos en Venecia se testimonia a partir del siglo X. Desde el final del siglo XIV hasta comienzos del XVI, a los judíos no se les permitía residenciarse en la laguna, algunos podían instalarse en Mestre, justo en tierra firme y la República reglamentaba sus relaciones con el resto de la población cristiana.

ALBERTO BENAÍM AZAGURY

En 1509, los primeros judíos autorizados a establecerse permanentemente en la ciudad ducal eran italianos y asquenacíes. Después de la creación del gueto, en 1516, la población judía iba en aumento. En 1541 llegaron los sefardíes y levantinos, procedentes del Imperio Otomano. A partir de 1589 numerosos «cristianos nuevos» de la Península Ibérica, que escapaban de la Inquisición, se instalaron en Venecia donde retomaron su fe.

Las particularidades relacionadas con las culturas de origen, determinan la ocupación espacial del gueto y de los edificios comunitarios. En el Gueto Nuevo, los asquenacíes formaron la Nación Tedesca (nación alemana) y construyeron cinco sinagogas, entre ellas la Scola Grande Tedesca y la Scola Canton. Los italianos, venidos de Roma y de Italia central, construyeron la Scola Italiana al lado de los lugares de culto asquenací. En el Gueto Vecchio, los levantinos construyeron la Scola Levantina, un hospital y un albergue para mercaderes de paso, mientras que los judíos sefardíes construyeron la Scola Spagnola.

En 1797, las tropas francesas invaden el territorio de la República de Venecia y abren el gueto. Emancipados, los judíos se convierten en ciudadanos plenos y jugaron además un rol político importante en los Risorgimentos, como Daniele Manin, el primer diputado judío de la ciudad.

En 1943, la entrada de las tropas alemanas en la ciudad impone la toma de medidas trágicas: entre septiembre de 1943 y abril de 1945, alrededor de 200 personas son deportadas y asesinadas en Auschwitz. Finalizando la guerra, la comunidad judía de Venecia contaba con 1500 miembros, al día de hoy solo quedan algo más que 500 almas.

Vida económica y cultural

Entre 1516 y 1630, la población del gueto se agrupa o reúne en la denominación de «Università degli Ebrei», que pasó de 700 a más de 5 mil personas. Sometida a un control riguroso, cancelando fuertes y duros impuestos. En 1625, pagaron cien mil ducados a la República. Toda una fortuna para la época.

Al principio del siglo XVI, las actividades económicas autorizadas son el préstamo, el comercio de textiles de ocasión (la strazzaria), la medicina y la imprenta. El lugar importante de negocios que ocupan los banqueros judíos otomanos y sefardíes dentro del comercio internacional les hace tener un estatus especial y trato preferencial, además de ser favorecidos por parte de las autoridades. A pesar de las restricciones, el gueto es el centro de la economía veneciana.

A lo largo de la segunda mitad del siglo XVII, el declive de Venecia como potencia y la enormidad de impuestos exigidos a su comunidad judía, agotan los recursos de la congregación que lentamente va sumiéndose en deudas. Dada esta situación nada ventajosa, numerosos judíos parten de Venecia. Entre 1658 y 1666, la aventura del pseudomesías Shabatay Tzeví agita profundamente las raíces del judaísmo veneciano, creó una ola de inmigración a Tierra Santa y causó así la ruina de numerosas familias. La comunidad judía de Venecia se declara en bancarrota en 1737.

La cultura judía en Venecia

De 1519 a 1797, Venecia es hogar de una brillante cultura judía. La República autoriza a los judíos a estudiar en la Universidad de Padua, sobre todo profesiones médicas. Los galenos judíos venecianos se beneficiaban de tener un estatus y privilegios especiales, como el derecho de circular fuera del gueto en horas de la noche a fin de atender emergencias y curar a los cristianos.

La producción intelectual es impresionante. El gueto alberga personalidades de renombre como el escritor y traductor Elia Levita, los rabinos Leone da Modena y Simone Luzzato, así como la poeta Sara Copio Sullam. Encontramos también un teatro y salones literarios y musicales. En las calles del Ghetto Vecchio las librerías proponen una amplia selección de obras.

Muy activa desde 1516, la imprenta hebraica prospera hasta la mitad del siglo XVII, antes de ser superada por la imprenta de Ámsterdam. Empleaba tipógrafos asquenacíes y era muy incentivada por grandes editores cristianos: Daniel Bomberg, originario de Amberes (quién lanzó las primeras ediciones hebraicas completas del Talmud de Babilonia y Jerusalén, así como ediciones completas de la biblia hebrea y de libros de rezos), la familia de Alvise Bragadini, Marco Antonio Giustiniani y Giovanni di Gara, entre otros mecenas.

A raíz y como consecuencia de las rivalidades entre editores, el papa Julio III ordena la destrucción del Talmud decretándolo «herético» y «blasfemo». La quema pública de todos los ejemplares del Talmud y otras obras relacionadas tuvo lugar en Venecia, en plena piazza di San Marco, el sábado 21 de octubre de 1553. Otro acto de fe tuvo lugar en 1568, de allí en adelante las impresiones hebraicas tuvieron el control de una comisión de censores.

Así las cosas, la comunidad judía veneciana no estuvo exenta de actos de antisemitismo y tribulaciones a lo largo de su historia, como la gran mayoría de las colectividades judías en Europa, lo que hizo que poco a poco fuera desapareciendo. No en vano, la imagen del judío veneciano Shylock (El mercader de Venecia, de William Shakespeare, 1600) es la arquetípica representación antisemita del judío usurero y despreciable, inescrupuloso, oportunista y chupasangre, lo que marcó la pauta al sembrar en el inconsciente colectivo los prejuicios y estereotipos antijudíos universales.

Aun en estas situaciones adversas, los judíos de Venecia han permanecido en la ciudad más de cinco siglos demostrando su voluntad resiliente. Actualmente viven allí unos 500 correligionarios, pero solo un poco más de 30 reside dentro del gueto.

Desde el año 2000 el sector está pasando por un proceso de renovación y el día de hoy goza de una vibrante actividad mediante continuas programaciones formativas, académicas y culturales organizadas por el Centro Veneziano di Studi Ebraici Internazionali. En el 2016 se espera la apertura de Beit Venezia, Casa della cultura ebraica un nuevo espacio para la difusión y promoción de la herencia espiritual de nuestro pueblo abierto a todos con el lema «Vivi, studia e crea nella Venezia ebraica».

Fuente: Revista Maguén-Escudo

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