Enlace Judío México – El gobierno israelí informó el martes a la Corte Suprema de Justicia que ha descartado el controvertido plan de deportar a decenas de miles de inmigrantes africanos del país, ya que las autoridades israelíes no lograron pactar un acuerdo de emigración con un tercer país.

“En este momento no hay posibilidad de proceder a la deportación involuntaria a un tercer país. Por lo tanto, desde el 17 de abril de 2018, el Estado ha dejado de celebrar audiencias como parte de la política de deportación, y cualquier decisión sobre el asunto queda anulada. Los migrantes podrán renovar sus permisos de residencia temporal”.

La Corte Suprema exigió al gobierno que presente un plan seguro para la reubicación de los migrantes o que los libere de la detención.

Tras el retorno del enviado especial del primer ministro Benjamín Netanyahu a Uganda sin un acuerdo firmado después de 11 días de negociaciones en Kampala, la corte ordenó la liberación de 200 inmigrantes africanos de la prisión Saharonim, donde habían estado detenidos desde que se negaron a abandonar el país voluntariamente.

A principios de abril, 58 migrantes fueron liberados de Saharonim tras el fracaso de un acuerdo similar con Ruanda.

Dieciocho miembros judíos del Congreso enviaron una carta a Netanyahu el lunes, instándolo a reconsiderar el acuerdo alcanzado con las Naciones Unidas para la reubicación de solicitantes de asilo en países occidentales.

Los miembros, todos demócratas, dijeron que se sintieron “alentados” por la firma del acuerdo y se “decepcionaron” por la rápida decisión de Netanyahu de retractarse el 3 de abril tras la fuerte presión de los partidos de derecha en Israel.

El acuerdo con la ONU estableció que Israel podría enviar hasta 16,500 solicitantes de asilo a países occidentales, mientras que un número similar permanecería en el país hasta que se encuentre una mejor solución.

Israel considera que la mayoría de los aproximadamente 35,000 inmigrantes africanos buscan trabajo y alega que no tiene la obligación legal de mantenerlos. Los africanos, casi todos provenientes de la dictadura de Eritrea y el Sudán devastado por la guerra, dicen que huyeron por sus vidas y correrían peligro si regresan.

Los africanos comenzaron a emigrar hacia Israel en 2005 luego de que Egipto anuló violentamente una manifestación de refugiados. Decenas de miles cruzaron la frontera porosa del desierto antes de que Israel completara una barrera en 2012 que detuvo la afluencia.

Israel ha tenido dificultades para absorber a los que ya están en el país, alternando planes para encarcelarlos, deportarlos y permitirles trabajar en empleos de baja categoría.

Miles se concentran en vecindarios pobres en el sur de Tel Aviv, un área que se ha conocido como la “Pequeña África”. Su presencia ha provocado tensiones con los residentes judíos de clase trabajadora, que se han quejado de la creciente delincuencia y han presionado al gobierno para que tome medidas.

Con información de Haaretz y The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico