Enlace Judío – Den a los inspectores acceso pleno a los sitios nucleares, y detengan el dinero y armas que fluyen hacia Hezbolá y Hamás.
SR DANNY DANON, EMBAJADOR DE ISRAEL ANTE LAS NACIONES UNIDAS
El Presidente Trump pronto anunciará sus intenciones respecto a continuar la participación estadounidense en el acuerdo nuclear con Irán, conocido como el Plan Integral de Acción Conjunto o JCPOA. Los resultados posibles, incluida la retirada estadounidense, ofrecen múltiples oportunidades de corregir los errores del acuerdo y apuntalar la estabilidad regional. Después de la información divulgada el lunes por el Primer Ministro Benjamín Netanyahu, una cosa es más clara que nunca: el régimen iraní ha mentido repetidamente acerca de su programa nuclear y no se puede confiar en él. Sin importar lo que suceda el 12 de mayo, el 13 de mayo no debemos ver un retorno al status quo anterior a julio del 2015.
El resultado ideal sería una revisión completa del JCPOA. Esta solución conllevaría a que todos los socios—los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y Alemania—cierren las lagunas legales enormes que provocaron que Israel objete el pacto desde su inicio.
En primer lugar, se debe conceder a los inspectores internacionales acceso pleno e irrestricto a todos los sitios nucleares sospechosos en Irán. Esto incluye instalaciones militares que fueron inexplicablemente dejadas fuera del acuerdo. En segundo lugar, son necesarios el monitoreo y creciente supervisión sobre las ganancias financieras inesperadas otorgadas a Irán. Si Irán continúa proporcionando dinero y armas a grupos extremistas, la comunidad internacional debe tomar medidas para terminar el rol del régimen como el mayor patrocinante estatal de terrorismo del mundo.
Tercero, Irán debe terminar con el desarrollo y prueba de su programa de misiles balísticos avanzados. Estos cohetes son creados con un propósito en mente—lanzar un arma nuclear.
Por último, la llamada cláusula de expiración debe ser quitada para que la comunidad internacional tenga tiempo de actuar si Irán hace el salto final hacia convertirse en una superpotencia nuclear.
Estos son apenas algunos ejemplos de los defectos que deben ser rectificados. Si bien podemos esperar este resultado, como realistas reconocemos que esta situación parece improbable. En el caso que Estados Unidos decida reinstaurar las sanciones que levantó en los años 2015 y 2016, el resultado no tiene que ser que Irán redoble sus esfuerzos para obtener un arma nuclear. Existen herramientas que pueden ayudar al mundo libre a mitigar las amenazas.
A pesar de nuestra crítica del resultado, hay mucho que aprender del proceso que provocó que los líderes de Irán vengan a la mesa y negocien. El motivador más significativo fue el dolor financiero paralizante causado por las sanciones internacionales sobre Irán. El apogeo de este régimen de sanciones llegó con la Resolución 1929 del Consejo de Seguridad en el 2010 y las restricciones adicionales puestas en vigencia por Estados Unidos y la Unión Europea que llevaron a la caída a la mitad de las exportaciones petroleras de Irán desde el 2011 al 2013. Estas restricciones desmoralizantes dejaron en claro a los dictadores en Teherán que había un precio real para su mal comportamiento.
La tragedia del 2015 fue que esta fórmula ganadora fue abandonada muy pronto. Para llegar al consenso para el JCPOA, Estados Unidos y sus aliados hicieron concesiones dañinas y peligrosas. El dinero en efectivo fluyó sin control dentro de Irán, financiando finalmente a los terroristas de Hezbola, Hamas y a los huzíes y apoyando la búsqueda de una medialuna chiita extremista desde el Golfo Pérsico a la costa del Mediterráneo de Siria.
Los negociadores estadounidenses están tratando de rectificar estos defectos. Pero sin la táctica de capitulación del pasado, debemos prepararnos para la situación en la cual ellos no tengan éxito en convencer a todos los firmantes del JCPOA de forzar a Irán a cambiar los términos del acuerdo.
Aun si no se alcanza el consenso, estos principios—la comprensión que el mal comportamiento no será tolerado por la mayoría moral del mundo—puede todavía servir como una herramienta poderosa. Esto significa que en lugar de la amplitud de los pactos del pasado apoyados por consenso, una serie de acuerdos ad hoc bilaterales y multilaterales pueden mantener a Irán bajo control. Si se apunta correctamente, puede formarse un vínculo entre la amenaza de medidas punitivas adicionales y la expectativa de cerrar las brechas en el JCPOA.
Si las empresas e instituciones financieras tienen que elegir entre hacer negocios con Irán o Estados Unidos y sus aliados cercanos, no será una decisión difícil. En forma adicional, ahora que el pueblo iraní ha obtenido una muestra de la prosperidad, es probable que ellos prefieran adherir a nuevas restricciones sobre el comportamiento agresivo de sus líderes en vez de renunciar a su riqueza recién descubierta.
Los próximos meses prometen ser tenues. Ese es el motivo por el cual nuestra región necesita más que nunca la mano firme y autoridad moral de Estados Unidos. El Presidente Trump ha declarado su intención de cambiar el juego e implementar responsabilidad real en lo que hace a Irán. Pensamos que puede tener éxito en hacer del Medio Oriente un lugar más seguro, y al hacerlo enviar el mensaje que el comportamiento desestabilizador y los regímenes peligrosos ya no serán tolerados.
Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México
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