Enlace Judío – Cuando el pueblo judío salió de la esclavitud de Egipto transcurrieron 49 días para recibir la Torá. Finalmente, después de 40 años de vagar en el desierto llegaron a Eretz Israel y el rey Salomón construyó el sagrado Templo de Jerusalén.

Entonces se inició una nueva tradición: Para recordar aquellos días anteriores al recibimiento de la Torá, los judíos llevaban al Templo de Jerusalén una ofrenda de cebada durante la festividad de Pésaj, y una ofrenda de harina de trigo durante la fiesta de Shavuot. De ese modo, se recordaba esos días anteriores a la entrega de la Torá, días importantes, días de preparación. Sin embargo, la ofrenda llevada debía ser de una medida en especial, una medida que en ese entonces era conocida como Ómer.

Tiempo después, en el Siglo II de la era común, el reconocido Rabino Rabi Akivá conmemoraba, junto a sus alumnos el conteo de los días del Ómer. Se encontraba en un contexto sumamente complicado, pues además de que una terrible plaga amenazaba la vida de los alumnos del Rabi Akivá, los romanos masacraban al pueblo judío en lo que más tarde fue conocido como la rebelión de Bar Kojbá. Sin embargo, cuando se encontraban en el día 33 de la cuenta de Ómer sucedió un milagro: La muerte de los discípulos de Rabi Akiva se interrumpió y este hecho es festejado en el día de Lag Ba Ómer hasta el día de hoy.

Así que Lag Baomer es un día de celebración por varias razones:

1.-Enaltece aquellos días anteriores al recibimiento de la Torá.

2.-Conmemora los tiempos en los que las ofrendas de trigo y de cebada eran llevadas al sagrado Templo.

3.-Recuerda la muerte de los discípulos de Rabi Akivá, una gran pérdida tanto humana como cultural, pues el Talmud cuenta que 24,000 alumnos perdieron la vida y con ella, un tumulto de conocimientos sobre la Torá. Pero también festeja que la tragedia se interrumpió, y gracias a eso, la sabiduría del Rabi Akivá sobrevivió

Y como si todo esto fuera poco, esta fecha conmemora también el aniversario del fallecimiento de Rabi Shimon Bar Yojai, discípulo destacado del Rabi Akivá, quien fue el creador del Zohar, según la tradición judía.

Cuando Rabi Bar Yojai supo que su muerte se acercaba reveló muchos de los conocimientos que tenía sobre la mística Cábala y por eso, en su aniversario luctuoso se prenden fogatas, en símbolo de la luz de toda la sabiduría que fue revelada. Asimismo, pidió que el día de su fallecimiento fuera un día de alegría, pues ese día su alma se unía a Dios, y por eso, en vez de duelo tenemos un gran festejo.

Miles de personas hacen una gran celebración, sobre todo junto a la tumba del Rabi Bar Yojai, en el Monte Meron. Así pues, Lag Baomer está lleno de simbolismos, conmemora los días de duelo pero también los días festivos, celebra la vida y el judaísmo, pero lo que más festeja es un judaísmo vivo.