Enlace Judío México.- Perla es mujer de lucha, de logros. Nada la acobarda ni la detiene; nada la para… Su amplio y rico currículum es la concretación de sueños y proyectos. Nace en la ciudad de México, y pasa sus primeros años en Morelia, Michoacán, donde su padre laboraba, refugio de algunas familias judías, no muchas, por desgracias…Cursa la primaria en el “Instituto Benito Juárez” y luego, al establecerse su familia en la capital, en el Colegio Yavne… De su época de provincia, Perla recuerda la visita del Embajador de Israel a la ex hacienda de 15 recámaras, que ameritó un agasajo y la visita de los judíos del lugar. Toda una experiencia.

BECKY RUBINSTEIN.

Perla –a pesar de no saber ni el Alef Bet- pronto se aclimata con éxito en la escuela secundaria. En 1985, sionista de corazón, viaja a Israel –y tras un tiempo en el Ulpán– trabaja para Shimón Pérez e Itzjak Shamir durante dos años.

En 1992 de vuelta a México se desempeña como traductora en el centro de Investigación de la Kehilá. Y de ahí a proyectos de gran peso, como la factura de fichas comunitarias; la creación de Olameinu, vigente hasta hoy día, ferias en universidades, exposiciones. Destaca la consolidación del primer comité de juventud comunitaria. Se le reconoce, asimismo, la co-creación del primer banco de sangre.

Perla organiza el “Primer coloquio de prensa judía”, interviene en el programa radiofónico Alef, y se desempeña como directora comercial del periódico Kesher.

De su vasta hoja de vida, destaca –con el apoyo de la Embajada de Canadá y de la Universidad Autónoma de México y el Museo del Chopo– el homenaje a Arnold Belkin; la edición de “Tres Caminos” a cargo de “El Tucán de Virginia” y patrocinada por la familia del eminente poeta Yacob Glantz, poeta –traducido del idish al español por Becky Rubinstein y antologado conjuntamente con Moisés Glikovsky e Isaac Berliner; el festejo del Centenario de la Colonia Condesa y la Roma; la publicación de “Tierra para echar raíces” en conjunto con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Museo de Memoria y Tolerancia; “Las vecindades y sus personajes” con el apoyo del Instituto Cultural México-Israel, las autoridades del centro histórico y la Librería Porrúa Hermanos entre otros.

Cabe mencionar la edición del timbre por los cien años del arribo de los judíos a suelo mexicano — fecha memorable– en conjunto con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y el Servicio Postal Mexicano, y postulado por la Kehilá Askenazi de México. El reto: la realización de un proyecto fuera de serie.

Se convocó a los artistas plásticos; Noé Katz fue seleccionado por su diseño: un cactus en forma de Menorá, un maridaje perfecto. Entre paréntesis, el atractivo sello posee –además de gran valor simbólico– valor nominativo, o sea el valor de un billete de banco.

Perla Yeger, figura señera de la comunidad judeo-mexicana, comenta sobre su trayectoria: “Durante mi trayectoria profesional, en pos de proyectos innovadores que trasciendan, que dejen huella — he contado con múltiples colaboradores, a los que agradezco su apoyo. Conjuntamente hemos logrado beneficiar a la sociedad y a las instituciones del mundo global.