Enlace Judío – Ana Frank murió en 1945, sin embargo hoy, 73 años después de su muerte, Ana de alguna u otra forma, nos sigue hablando.

Cuando su diario fue publicado, algunas páginas se encontraban cubiertas por un papel café, la tecnología de entonces no permitió que las páginas fueran descubiertas sin dañar de forma irreversible el valioso documento. Sin embargo, hoy el escenario es distinto, el papel café fue removido y las palabras de Ana quedaron al descubierto, lo que ella escondía bajo ese papel eran sus pensamientos sobre lo que ella llamó: “asuntos sexuales”.

Ana Frank, la famosa escritora del diario que se escondió en un ático durante la Segunda Guerra Mundial para no ser asesinada por los nazis en su condición de judía, pudo haber escondido estas páginas debido a que no quería que su papá u otra persona las leyera. El contenido es tierno, lleno de curiosidad y de inocencia:

“Yo, a veces imagino que alguien podría venir a mí y pedirme que les informara a cerca de asuntos sexuales, ¿qué haría yo al respecto? pues diría ‘movimientos rítmicos’ para describir al sexo y ‘medicamento interno’ para explicar el anticonceptivo. También podría explicar la menstruación llamándola ‘un signo de que ella es madura’ y sobre la prostitución podría decir que en París tienen casas grandes para ello”.

Expertos en el tema dijeron que las páginas descubiertas son significativas, no por su contenido sexual, sino porque representan los primeros intentos de Ana por escribir en un tono más literario.

“Ella empieza hablándole a una persona imaginaria a quien le explica temas sobre sexualidad, así que crea un ambiente más literario para sentirse cómoda”.

En una entrevista Ronald Leopold, director ejecutivo de la casa de Ana Frank dijo que todo esto es muy interesante y agrega contenido para entender el diario mejor. “Es un comienzo de ver a Ana como escritora”.

Estas páginas reveladas están dentro del diario que escribió en 1942 cuando ella tenía 13 años, un diario del que ella tenía la seguridad que sólo sería para ella misma. Pero un día oyó en el radio que el gobierno holandés tenía la intención de publicar libros de testigos que relataran el sufrimiento de la gente por la ocupación nazi, así que Ana decidió escribir un libro llamado “El anexo secreto” basado en su diario y tenía la intención de publicarlo después de la guerra. Ella logró escribir 250 páginas en un par de meses, pero en agosto de 1944, Ana y su familia fueron descubiertos, arrestados y deportados. Ana murió en el campo de concentración de Bergen Belsen a 3 meses de su cumpleaños número 16.

Los diarios de Ana están resguardados bajo mucha seguridad y son sacados sólo cada 10 años para volver a ser examinados. Hoy, la tecnología permitió que las páginas que Ana cubrió fueran develadas, y ante esto, la pregunta sería ¿es moralmente correcto publicar las páginas que Ana quiso ocultar?