Enlace Judío México.- Con ocasión de la próxima conmemoración de los 400 años de la muerte del rabino Judah Löw ben Bezalel, una exposición recuerda desde hoy la figura de este pensador y filósofo, al que la leyenda atribuye la creación del Golem, el ser protector de los judíos del gueto de Praga.

La muestra inaugurada hoy en la antiguas caballerizas del Castillo de Praga se titula “El camino de la vida”, un nombre tomado de una de las obras de Löw, quien entendía la existencia como una suma de saberes.

Este recorrido visual presenta numerosos objetos que hablan de su entorno familiar, vital, así como de sus publicaciones y el lugar que ocupó en Praga durante el reinado del emperador Rodolfo II.

Bezalel (1525-1609), conocido en ambientes judíos como Maharal, dejó un importante legado religioso, pedagógico y filosófico que todavía hoy sirve de inspiración a personas de distinto credo y cultura.

Esto se explica porque “aunque sus ideas giran en torno al judaísmo religioso, son ideas religiosas de alcance universal”, señaló Leo Pavlat, director del Museo Judío de Praga, organizador de la muestra.

Sin embargo, el rabino es más conocido por la posterior leyenda romántica que le atribuye la creación del Golem, el ser surgido del barro y al que se encomienda la defensa de los judíos ante los ataques antisemitas.

Löw nació en Poznan (actual Polonia), aunque de una familia de origen praguense, y fue rabino principal del Margraviato de Moravia, para luego ocupar el puesto de rector del “Klaus”, una academia rabínica privada en Praga.

En la metrópolis bohemia, tras un paréntesis en su Poznan natal, ejerció como alto rabino y también sufrió numerosas penalidades, entre ellas el encarcelamiento por una delación.

“El rabino Löw enriqueció de forma original la interpretación de las Sagradas Escritura” y, en concreto, “fue un seguidor del ‘jasidismo’, del sionismo religioso, el cual en cierta medida actualizó”, afirmó Pavlat.

“Su legado se puede observar también en su labor de pedagogo, ya que existen estudios que afirman que ciertos postulados que propagó Jan Amos Komenský (Comenio) tienen su precursor en Löw, aunque no hubo un contacto directo entre ellos”, afirmó Pavlat.

De lo que no hay duda, según el experto, es que “el Golem no tiene apenas relación con él, a pesar de que es un criatura del ámbito hebreo, pero tiene evidentemente poco en común con el rabino Löw”.

En la leyenda judía, el Golem es una estatua de barro a la que se da vida por medio de una fórmula mágica.

En la Biblia y en el Talmud, el término se refiere a una sustancia amorfa, mientras que el significado actual se desarrolló durante la Edad Media, cuando surgieron las leyendas de sabios que podían infundir la vida en las estatuas gracias a un encantamiento.

Se recurría a estas criaturas para que cumplieran las órdenes de sus creadores, que generalmente las hacían para proporcionar una protección especial a los judíos.

Pavlat explicó que “fue la literatura romántica del siglo XIX, sobre todo en Praga, las que más se refirió a cómo fabricar esa mítica criatura, pero esto es obra de los románticos, primero en la literatura alemana y luego en la checa”.

Pero “no hay referencias a él en su obra, a no ser que intentara ejercicios espirituales o místicos, como la creación del Golem”, indicó Pavlat.

Además, el Golem tiene una acepción peyorativa, ya que “es el nombre que se le da a un hombre no sabio”, afirmó Pavlat.

Los organizadores de la muestra reconocen que todavía hay pendiente una deuda con Löw, ya que “no ha sido totalmente traducido, y por ello la sociedad checa no puede conocerle del todo”.

La exposición, que tiene lugar en la antiguas caballerizas del Castillo de Praga, estará abierta hasta el 8 de noviembre.

Fuente: Soitu.es