Enlace Judío México.- Estar casada con un poeta a veces no te permite conformarte con tu sentir, porque él va a buscar las palabras perfectas para descubrir y describir esa sensación de manera más profunda y completa. Expresa un pensamiento por el que sintió empatía o una situación personal que, como dice Sara Kay, de quien les platicaré más adelante, tras convertirlo en una poesía pudo entender lo que pasa en realidad y que en términos simples no logró hacerlo.

GINA HALABE PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Creo que Víctor es así, un ser de plena empatía y totalmente sensible en el sentido en que puede ver las situaciones desde otra perspectiva, hecho que me lleva a coincidir con Sara Kay, la poesía es la que permite, de entre todas las artes, crear conexiones inmediatas entre la gente, no importa dónde estén.

Pero ¿quién es Sara Kay?

Sara Kay es una poetisa de Estados Unidos, su madre es japonesa y su padre, que nació en Estados Unidos, es judío.

Sara tiene una pasión muy fuerte llamada poesía, por lo que junto con Phil Kaye fundó y es directora de “Project V.O.I.C.E” en el año 2004, es un grupo dedicado a usar la poesía “spoken word” como herramienta educativa.

Sara platica acerca de su nombre, que es un nombre bíblico. Sara es la primera matriarca del pueblo de Israel. Ella era estéril y a los 89 años recibe la noticia de que un año después tendría un hijo. Sara, sorprendida por la noticia que le parecía imposible, se rio. La poetisa dice que le pasa lo mismo, que se ríe de las cosas que le parecen imposibles de entender, pero que al final son estos los elementos que le permiten tener todas las perspectivas de determinada situación. Para ella lo que parece imposible es una oportunidad para aprender de todo y para estar activamente comprometida con lo que sucede a su alrededor, para poder reinterpretar y crear algo de eso.

Para ella la poesía “spoken word” (que es una representación poética que utiliza elementos musicales y teatrales en el que se mezcla el discurso narrativo con la improvisación además de la rima) se volvió muy importante cuando se dio cuenta que su presentación tuvo sentido y le llegó a más gente. Es en este momento en el que se da cuenta que al pensar en “Yo puedo”, rompió todas las berreras que en el pasado la limitaron para poder practicar su pasión.

Su poesía es un texto que, más que letras, expresan un sentir que muchos hemos tenido, palabras y emociones que sentimos, pero que no hemos encontrado las palabras para hacerlo tan completo como ella lo hace.

Hay un poema de Sara que a mí, personalmente, me llega al alma y que logra agrupar los mejores consejos para las madres que tienen hijas, “If I should have a daughter”.

En su proyecto ha logrado romper las barreras que creyó que existían, logró entender, en algunas ocasiones, tras reescribirlo, lo que para ella era difícil de hacer. Habló lo que mucho tiempo calló y logró cambiar tanto su sentir como el de muchos otros, pues como ya mencioné, la conexión que es capaz de crear la poesía no lo logran todas las artes.

Para mí ha cambiado el concepto en el que tenía a la poesía y me ha dejado admirar aún más a aquellos que valientemente son capaces de expresar, desde la situación más hermosa y alegre,  hasta la que vemos como más desastrosa o incluso una situación ordinaria a la que antes no le habíamos prestado atención.

Para mí es otro motivo para admirar todavía más a mi esposo, Víctor Achar, y es una invitación a ver la poesía desde otra perspectiva.