Enlace Judío México.- En julio de 1942, se anunció en la Ciudad de México un gran proyecto que sería emprendido por la Comunidad Judía: el Hospital Israelita de México. Un documento fechado en ese mes: Estatutos, Reglamentos, Fundadores, daba a conocer la propuesta de un comité ad hoc para crear dicha institución de beneficencia privada.

DAVID PLACENCIA

El plan para la construcción declaraba que los pueblos civilizados deberían tener un hospital y se refería, además, al concepto de Tzedaká: la justicia social para el enfermo y el necesitado. A partir de estas ideas, los redactores del documento consideraban una negligencia no seguir en México el ejemplo de otros países de tener un hospital de este tipo.

Las escrituras del edificio del hospital fueron protocolizadas el 14 de julio de 1939, y la mesa directiva estaba integrada por Abraham King, presidente; Esther Morgenstern, vicepresidente; William Mayer, tesorero; Rubén R. Mazal, pro tesorero; Fredy Mirsky, secretario; Rubén Jinich, pro secretario; Jaime Belkind, comisario, y Maria Vildor, Bella Goddman, Luba Evelson, Fania Maisel y Dora Libarant como vocales.

La institución sería un hospital permanente para enfermos de bajos recursos, fueran judíos o no, que necesitaran atención médica gratuita. Además de la policlínica, se instalarían un consultorio óptico, una clínica dental, un laboratorio clínico y salas de maternidad. Finalmente, se tenía contemplada la impartición de cursos técnicos de enfermería y obstetricia, así como la creación de un museo en el interior del recinto, que le daría carácter de instituto científico.

El presupuesto sería reunido mediante el pago de cuotas ordinarias y extraordinarias de los socios, colectas, festivales y otras actividades, así como herencias, legados, donaciones y percepciones de particulares que quisieran cooperar con el sostenimiento del hospital. Se creía que éste sería un pilar de la joven comunidad, por lo que sus fundadores esperaban la cooperación de sus correligionarios.

Sin embargo, el proyecto no tuvo éxito, tal vez a causa de lo ambicioso que era, al costo que implicaba su construcción y a otros factores, como la falta de recursos necesarios, por parte de la Comunidad, para sostenerlo.

Finalmente, el Hospital Israelita sólo existió en documentos como Estatutos, Reglamentos Fundadores, que actualmente se encuentra resguardado en el archivo histórico del CDIJUM.

 

 

Fuente:Vitral