Enlace Judío México.- Leemos en nuestra Perashá: “Cuando haya un necesitado en ti, entre alguno de tus hermanos, en alguno de tus portones, en tu tierra que Hashem Tu D-os te entregará, no endurecerás tu corazón ni cerrarás tu mano hacia tu hermano el necesitado. Sino que abrir abrirás tu mano hacia él, y prestar le prestarás lo suficiente de lo que necesite, lo que él carezca (…) Dar le darás a él y que no endurezcas tu corazón cuando le des, porque a causa de esta cosa te bendecirá Hashem Tu D-os en todos tus hechos y en todas las acciones de tu mano” (Debarim XV 7/8-10).

RAB. DAVID ZAED

La expresión “Abrir abrirás tu mano hacia él…” alude a abrir la mano para ayudar al pobre.
Rabenu Moshé Elshej Z”L obtiene de aquí un profundo mensaje:
Nuestros Jajamim dicen que la persona cuando nace tiene los puños cerrados y cuando se va de este mundo tiene las palmas abiertas. Esto es porque cuando nace, dice: “¡Todo este mundo es mío!”. Y cuando se va, reconoce: “¡No me llevo nada de lo que tenía, estoy vacío!”.
Por eso la Torá le recomienda a la persona “abrir las manos” para ayudar al prójimo mientras la persona viva, porque de todos modos las va a abrir antes de abandonar esta vida. Como diciendo: “Antes de abrir las manos al final, con lamento, mejor abrirlas en vida, contento”(Extraído de Torat Moshé – Reé).

Y esto se puede relacionar, LA”D, con lo que está escrito al final del Pasuk: “…Porque a causa de esta cosa te bendecirá Hashem Tu D-os en todos tus hechos y en todas las acciones de tu mano”.
“Las acciones de tu mano…” – Tu mano no permaneció cerrada e inactiva, sino que la abriste para ayudar a tu prójimo. Esas acciones te van a traer las más grandes bendiciones de Hashem.

O AQUÍ O ALLÁ

“Mira – dice Hashem – : Yo pongo frente a ustedes, hoy, la bendición y la maldición” (Debarim XI 26). Así empieza nuestra Perashá, cuyo nombre “Reé” se traduce como “Mira”.

Rabenu Obadiá Seforno Z”L comenta sobre estas primeras palabras:
La bendición y la maldición son dos extremos. “Mira”, te dice Hashem, “no te ubiques entre ellos y no trates de conducirte en el camino de un acuerdo de ambas partes. Sólo hay bendición o maldición. El término medio no existe…”

EL BUEN PENSAMIENTO ES UN HECHO

“Mira: Yo pongo frente a ustedes, hoy, la bendición y la maldición. A la bendición (la pondré) cuando escuchéis (cumpliréis) a las Mitzvot de Hashem vuestro D-os, las que yo encomiendo a ustedes hoy. Y a la maldición, si no escuchareis a las Mitzvot de Hashem vuestro D-os, y os apartareis del camino…” (Debarim XI 26-28).
Observemos que cuando la Torá se refiere a la bendición dice: “cuando escuchéis”, de modo afirmativo. Y cuando habla de la maldición dice: “si escuchareis”, de modo condicional, y agrega: “y os apartareis del camino…”.

Esto es porque cuando una persona tiene un pensamiento bueno (la intención de hacer algo bueno), Hashem lo considera como un hecho, aún cuando todavía no se ha consumado. Por eso respecto a la bendición dice: “cuando escuchéis”. Con sólo escuchar y tener la intención de hacer lo que Hashem dice, la persona accede a su bendición.
En cambio, un pensamiento malo (una intención de hacer algo malo), Hashem no lo considera un hecho hasta que se haga de manera práctica. Por eso está escrito: “Y la maldición… si no escuchareis… y os apartareis del camino”.
La maldición no le llega a la persona cuando ésta tiene intención de hacer algo malo pero aún no lo hizo, sino recién después de que “se aparte del camino” (Extraído de Beer Maim Jaim – Reé).

De aquí vemos (LA”D), dos muestras del amor que Hashem le tiene a sus hijos:
• A pesar de que Él conoce lo que encierra el corazón de cada uno y sabe qué es lo que va a suceder, no le envía el castigo a la persona sino hasta que ésta lleva a cabo su falta.
• A pesar de que Él conoce el futuro, y por consiguiente sabe si se va a consumar o no la buena acción que la persona se propone, le envía su recompensa y su bendición, desde el momento en que la persona quiere cumplir la Mitzvá.