Enlace Judío México.- PAUTA pretende ser un espacio en el que los jóvenes puedan experimentar con el objeto no solo de que lleguen a ser buenos científicos, sino mejores ciudadanos.

El Colegio Nacional albergó el pasado 4 de agosto la Feria Nacional de Ciencias PAUTA (Programa Adopte un Talento), actividad que fue coordinada por Alejandro Frank, integrante de El Colegio Nacional (ECN).

Durante la celebración de la Feria, presentaron sus proyectos científicos los participantes de los cuatro estados en los que PAUTA tiene presencia —Chiapas, Ciudad de México, Michoacán y Morelos— y estos han sido evaluados por destacados miembros de la comunidad científica y empresarial. Los proyectos se inscribieron en cinco categorías: Ciencias Exactas, Ciencias de los Materiales, Ciencias Sociales, Salud y Alimentación, y Ciencias Naturales y del Medio Ambiente.

Me emociona que ustedes, que son el futuro de México, estén aquí y que El Colegio Nacional reconozca el importante esfuerzo que están realizando para convertirse en ciudadanos productivos que participan en la sociedad”, señaló el investigador y miembro fundador de PAUTA, Alejandro Frank, dirigiéndose a los más jóvenes del auditorio durante su discurso de inauguración. Así mismo, el colegiado ha señalado que el objetivo de PAUTA es ahora, como en sus inicios hace 11 años, el de “promover los talentos y el desarrollo de habilidades en ciencia y tecnología en los jóvenes y en los profesores”.

La ceremonia también contó con la presencia del resto del consejo directivo de PAUTA, formado por Jorge Hirsch, Alejandra García Franco y Leobardo Serrano, además de las nuevas incorporaciones Lucía Rivera y Alejandro Serralde.

Ante los problemas de financiación que está sufriendo el programa comentados por Jorge Hirsch, Alejandro Frank lanzó un mensaje de optimismo y abogó por el espíritu de resiliencia que el PAUTA ha demostrado en varias ocasiones desde su fundación.

A continuación, Alejandra García Franco moderó la mesa panel De familia a familia, ¿cómo he fomentado la ciencia en mi hogar?, que contó con la participación de Carolina Gallardo, investigadora de la Agencia Espacial Mexicana, Cesari Rico, Subdirector de Educación Secundaria Comunitaria del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) y Ana María Soler Arechalde, académica del Instituto de Geofísica de la UNAM.

A través de sus experiencias personales, los participantes explicaron cómo se interesaron por la ciencia y qué condiciones debe reunir un hogar para lograr despertar el interés de los niños por la ciencia. Carolina Gallardo, quien confesó estar “enamorada” de la ciencia desde la infancia, aconsejó que para involucrar a los más jóvenes en las materias científicas “debemos dejar que pregunten y fomentar la curiosidad, además de darles las herramientas para que aprendan a superar las dificultades por sí mismos”.

Cesari Rico señaló la importancia del juego y la experimentación al aire libre para que desarrollen su capacidad de observación e indagación. “El juego hace que los niños encuentran relaciones, comparen, experimenten y descubran”, explicó Rico, “como mamíferos superiores jugamos para prepararnos para el futuro. Tenemos que jugar con nuestros hijos para prepararlos para el futuro”.

El subdirector advirtió que “dejar la educación del niño solo a la escuela es un error frecuente por parte de los padres”, a los que recomendó que deben observar y acompañar a sus hijos, ya que durante sus años de formación “desarrollan percepciones y valores sobre el mundo natural y social que mantendrán durante el resto de sus vidas”.

Ana María Soler Arechalde defendió que hasta en las actividades más mundanas, como poner un foco o coser un dobladillo, se podía realizar ciencia. “Si queremos despertar vocaciones hay que provocar o generar espacios donde lo podamos hacer”, indicó la académica, quien también abogó por un modelo en el que la ciencia forme parte de la rutina de la familia.

Como conclusión, Alejandra García Franco recordó que PAUTA “pretende ser un espacio en el que los jóvenes puedan experimentar con el objeto no solo de que lleguen a ser buenos científicos, sino mejores ciudadanos”.

En la ceremonia de premiación de los participantes en la Feria colaboraron la Fundación Canales de Ayuda, Las Pequeñas Aventureras Sésamo, el Instituto de Ciencias Agrícolas de la Universidad de Baja California, la Fundación SM, la Fundación Robert Bosch México, la Asociación Americana de Microbiología, CONACYT, el Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM, el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), ofreciendo premios y reconocimientos a los proyectos más destacados por edades y según su área de investigación, metodología, rigor científico y capacidad de divulgación.

 

 

 

Fuente:colnal.mx