Enlace Judío México e Israel.- Cuatro partidos políticos belgas quieren prohibir el partido islamista que electrifica los debates sobre secularismo, fundado en Molenbeek.
CLÉMENT PÉTRAU
Bruselas. Es una habitación sin ventanas, mal iluminada, detrás de una puerta de garaje al pie de un triste edificio en Molenbeek. En la mesa hay panfletos dispersos, botellas de agua y borradores de discursos. Estamos en el corazón del partido belga ISLAM, acrónimo de “Integridad, Solidaridad, Libertad, Autenticidad, Moralidad“. Es aquí, en esta habitación vacía, donde nacieron las ideas políticas más subversivas de la campaña municipal que empieza en Bélgica. Los locales están vacíos, pero la clase política belga solo habla del partido Islam. Y, por una vez, hay consenso: nadie quiere a este partido que tiene un programa explosivo.
“Sharia occidental”
Aparte del investigador Lionel Remy, nadie parece recordar que Redouane Ahrouch frecuentó en los años 90 el Centro Islámico Belga (CIB), un hervidero del fundamentalismo religioso donde reclutaban candidatos a la djihad para Afganistán e Iraq, el lugar por donde pasaron los asesinos del Comandante Massoud.
Redouane Ahrouch, uno de los tres fundadores, se hizo notar al proponer la separación de hombres y mujeres en el transporte público: “Durante las horas punta, algunas personas, especialmente de origen extranjero, se aprovecharon del hecho de que los vehículos estaban repletos para pegarse a las mujeres. No son solo las mujeres musulmanas que se sintieron así humilladas. Es por eso que abogo para que los hombres suban delante y las mujeres atrás“, declaro el conductor del autobús, elegido comunal de Anderlecht en 2012 con un 4,12% de los votos. No se trató de la primera proyección política de este reconocido islamista. Justo después de su elección, aclamada por la Hermandad Musulmana, sorprendió a todos adoptando una postura a favor de una “Sharia occidental” en Bélgica. Luego envió una carta al Rey Alberto II invitándolo a convertirse al Islam …
Fuera del investigador Lionel Remy, nadie parece recordar que Redouane Ahrouch frecuentó durante los años 90 el Centro Islámico Belga (IBC), una meca del fundamentalismo religioso donde fueron reclutados candidatos a la yihad para Afganistán e Iraq, lugar por donde pasaron los asesinos del comandante Massoud …
La izquierda que reemplazó la conciencia de clase por la conciencia de raza
En su libro Sumisión, Michel Houellebecq imaginaba una sociedad occidental deslizándose lentamente hacia la religión bajo la presión de emprendedores identitarios musulmanes mezclando alegremente política y religión. El partido Islam está trabajando en ello, pero el talento romanesco de Houellebecq no está … Lhoucine Aït Jeddig no ha leído Sumisión. Este profesor de química de 56 años pertenece al trío de cofundadores del movimiento. Cortés, sonriente, casi moderado, es, según un observador, “el cordero” de la oficina política. “Verán, no somos talibanes“, ataca a quien defiende “el retorno a los valores morales, de ética y de justicia“. Finalmente, su discurso se parece al de cualquier populista de principios del siglo XXI; evoca a “responsables políticos en manos de los lobbies” y habla del “capital y fuerzas monetarias“. Este miembro electo del consejo municipal de Molenbeek desearía una “política más inclusiva” en favor de los inmigrantes. Pero es en la parte religiosa que difiere de los populistas ordinarios: “el 80% de la ley belga es compatible con el Corán. Por el 20% restante, los deploramos, pero los respetamos“, recuerda el que no tendría nada en contra del retorno de la pena de muerte “en casos excepcionales“.
La agenda política de Islam es como una gran trampa donde el complot disputa a la demagogia (ver recuadro). Un ejemplo con la seguridad del estado, punto 80 del programa: “Inteligencia. Disolver esta institución de espionaje que organiza la subversión política en relación con los servicios secretos de otros países” Punto 25: “Prevenir el vicio prohibiendo los establecimientos de juego (casinos, salas de juego y agencias de apuestas) y la lotería”. Punto 92: “Liberar al mundo judicial de la influencia del dinero y de presiones políticas“. Un programa que provocó una fuerte reacción de la clase política belga, como Theo Francken, Secretario de Estado de Asilo y Migración, miembro del Partido Nacionalista Flamenco N-VA.
Lhoucine Ait Jeddig conoce los límites del ejercicio. “Somos realistas, sabemos que con este programa será complicado conquistar el poder. ¿Pero se puede hacer política sin desear el poder?” “Me gusta estar en la oposición“, señala el elegido, que, no obstante, se muestra confiado en el próximo período de octubre: “Esperamos duplicar nuestros logros. En Molenbeek, del 50% al 60% del electorado es musulmán“, dice. Estas cifras, empíricas, no son confirmadas por las autoridades belgas. Esto no impide que Lhoucine Ait Jeddig afirme que en Bruselas, “en 12 años, la mayoría de la población será musulmana“. Esto puede ser cierto en Moleenbek, pero ciertamente no en todo el país, según el estudio del Pew Research Center publicado en noviembre pasado que estima que en 2050, con un escenario de fuerte inmigración, el 18% de la población belga será musulmana.
“Grupo chiíta”
“ISLAM es un pequeño grupo chiita que tiene poco contacto con las mezquitas de la ciudad“, dice Francoise Schepmans, alcaldesa de Molenbeek. “En realidad, sus únicos dos funcionarios electos no trabajan. Hemos establecido un cordón sanitario alrededor de ellos, como hicimos con Vlaams Belang (partido nacionalista flamenco, Ed) y el Frente Nacional Belga”. Concretamente, esto significa que los funcionarios electos no están asociados a la vida política de la alcaldía, ni son invitados a ceremonias o inauguraciones. La alcaldesa, que se hizo cargo en 2012 de una ciudad ahogada por sesenta años de gestión socialista, considera las intervenciones Lhoucine Ait Jeddig muy singulares: “Cuando se trata de finanzas del municipio, él propone pasar a un modelo de finanzas islámico. Cuando hablamos de un viaje escolar, dice que no tiene sentido mezclar niños y niñas. Y cuando prohibió el consumo de alcohol en la vía pública en una parte de la ciudad debido a problemas molestos, quiso extenderlo a toda la ciudad … ” eso dice la elegida, cuya oficina destaca bajo una cúpula decorada con mosaicos del siglo XIX, escenas de vida en Molenbeek Saint-Jans (nombre completo de la ciudad).
Desde las ventanas del ayuntamiento que bordea la plaza del mercado, Françoise Schepmans ve el apartamento social en el que creció Salah Abdeslam, autor de los atentados de Bataclan. Las próximas elecciones serán una prueba de la verdad. Son las primeras desde los atentados y la ola migratoria. “Aquí hay un caldo de cultivo electoral para la extrema derecha como para los comunitaristas“, dice preocupada la edil, que había apoyado, sin éxito, en 1985 un proyecto de ley que preveía, “para contener las agrupaciones comunitarias, limitar al 15% la participación de la población extranjera en cada municipio“. “Pero la izquierda lo había bloqueado“.
Obstaculizar la campaña
Es suficientemente raro como para estar tranquilos. En cuanto al partido ISLAM, la clase política belga parece por una vez unánime: no quiere tener que debatir con estos rebeldes de la política. Georges-Louis Bouchez, elegido de Mons y delegado general del Movimiento de los reformadores (MR, centro derecha del espectro político), defiende una resolución para prohibir cualquier reunión de este partido. Elio Di Rupo, ex primer ministro y alcalde de Mons, ha aceptado. “Hemos prohibido los espectáculos de Dieudonné, podemos prohibir las manifestaciones del partido ISLAM“, explica Georges-Louis Bouchez. “Vamos a obstaculizar la capacidad que tienen para hacer campaña“, promete. Islam, no habiendo excedido la barrera del 5% en las pocas alcaldías donde estaba presente, ¿merece tanta consideración? “Quienes piensan que no representa nada están equivocados. En Francia, en 1973, el FN era 1.32%. Una puntuación del 4% para ISLAM ya es preocupante“, advierte. Para este reformador, el riesgo no proviene tanto del puntaje como de la difusión de ideas: “A fuerza de adaptaciones razonables, hemos trivializado lo inaceptable. Y nos damos cuenta demasiado tarde“. Para él, la clase política debe despertar, especialmente “la izquierda que a reemplazado la conciencia de clase con la conciencia de raza“.
Con la cercanía de las elecciones locales, el Partido Demócrata Federalista Independiente (DéFI), el Movimiento Reformador (MR) de derecha, el Centro Demócrata Humanista (CDH) y el Partido Socialista (PS) presentarán propuestas de ley para imponer la “prohibición de los partidos cuyo objetivo es amenazar las libertades públicas“.
Michaël Privot, islamólogo e investigador asociado del laboratorio CEDM, considera que Islam “tiene la misma reserva de voces que Daesh: musulmanes frustrados en espera de un partido populista. La diferencia es simplemente generacional. Daesh fue capaz de hablar a los jóvenes, ISLAM habla a los mayores de 45 años, que no irán a Siria a tomar las armas. Tomamos a los fundadores por pillos, pero tienen un margen de progresión”.
Los fundadores entendieron que la polarización alrededor de ISLAM demostró ser reveladora. El antropólogo Lionel Remy, que se sumergió durante cuatro meses como investigador en el partido, cuenta cómo Redouane Ahrouch le explicó que las palabras “sharia” y “Estado Islámico” habían sido como “bolas arrojadas hacia bolos, los periodistas“. La explosión de los medios que siguió le demostró que sus excesos dieron sus frutos, el rumor aseguró la publicidad gratuita.
Un cañón para aplastar una mosca
“Algunas personas piensan que la política belga es bastante aburrida, ¡mientras que en realidad es muy entretenida!, dice divertida Caroline Sägesser, investigadora del Observatorio de Religiones y Secularidad. “Este pequeño grupo, tiene una base frágil. Solo tienen dos concejales comunales y no hay garantía de que realmente puedan presentar 14 listas en Bruselas, como han anunciado”. La observadora cree que una gran parte de la población musulmana permanecerá inmune a esta oferta política. En cuanto a la cuestión de prohibir este partido, “sería usar un cañón para aplastar una mosca. El programa de ISLAM no está en consonancia con los derechos humanos y debe ser rechazado de muchas maneras, pero hay otros problemas más inquietantes: un FN belga antidemocrático y racista, una derecha dura al poder del lado flamenco y varios grupos de extrema derecha … “
Corinne Torrekens politólogo especialista del Islam, estudia ese partido desde su primera campaña en 2012. “ISLAM mezcla amateurismo político con las formas de la demagogia populista del más bajo nivel, analiza, pero su puntuación debe alertar : 5,000 votos sin ningún medio y con candidatos que tienen una vida profesional al lado, no es sin importancia. ¡Uno de los dos elegidos ha obtenido más votos que una personalidad verde que vemos regularmente en la televisión!”. Ella señala lo que se ha convertido en un “hábito de doble lenguaje entre ellos. En 2012 no había mucha religión en su sitio. Pero en los barrios musulmanes, distribuyeron folletos con un discurso completamente diferente, exigiendo el establecimiento de comidas halal, el velo islámico y días libres para la comunidad“, dice ella. Lo mismo este año: “Hacen afirmaciones desgarradoras sobre la ley de la sharia, pero si usted lee sus 99 puntos programáticos, no encontrará ninguna mención de ello. De hecho, lo hacen de manera oportunista”. Finalmente, es un observador experimentado de la vida política belga que ofrece la mejor lectura de este fenómeno: “ISLAM es para los partidos populistas lo que el viento es para los barcos“, haciendo filosofía. El viento desaparecerá y los barcos habrán avanzado.
Fuente: Le Point – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico