Enlace Judío México – En el capítulo previo sobre las bendiciones de la mañana hablamos de las bendiciones preparativas. Mencionamos las tres bendiciones iniciales que se dicen por el cuerpo, por el alma y al limpiarse de impurezas. Éstas funcionan como un primer acercamiento a D-os; son las primeras palabras con las que empezamos el día y con las cuales pasamos de un estado de somnolencia a un estado de plena conciencia.

Una vez que ya hemos despertado propiamente y que a través de las bendiciones correspondientes reconocimos los dos componentes principales de nuestra existencia (el cuerpo y el alma) podemos empezar a agradecer a D-os por elementos más específicos de nuestra persona y los regalos que nos hace diariamente. Es en este momento cuando recitamos la Birkot Hashajar, las bendiciones de la mañana.

Éstas son un grupo de oraciones a través de los cuales reconocemos y agradecemos los diferentes procesos tanto físicos como espirituales que atravesamos desde el despertar hasta el vestirnos y pararnos frente a D-os. Parten del principio que el judío debe agradecer cada momento que se presenta frente a él; de esa forma cada momento se convierte en una posibilidad de acercamiento a D-os; así aprendemos a verlo en el mundo que nos rodea.

Las Birkot Hashajar se dividen en tres grupos, aquellas en las que señalamos el estatus legal en el que nos encontramos, aquellas en las que se destaca un proceso físico y aquellas en las cuales recordamos alguna característica o desarrollo mental y espiritual. Desarrollaremos el orden de cada una conforme se van presentando. Todas siguen la fórmula básica de las berajot normales, donde se mencionan distintos atributos de D-os.

Birkot Hashajar

Bendición por el amanecer

En la primera bendición agradecemos que D-os da “al gallo la inteligencia para distinguir entre el día y la noche” estamos agradeciendo que los signos del amanecer sean notorios en la naturaleza y que podamos percibirlos; que podamos distinguir entre la noche y el día. La palabra “lajesbi” se traduce de distintas formas en otros sidurim (libros de rezos) a veces se traduce como “gallo” y a veces como corazón. En cualquiera de los casos “la noche y el día” no sólo se refieren a los procesos físicos y meteorológicos que distinguen el uno del otro, también es una metáfora para referirse a los momentos de la vida claridad y los momentos de confusión, tristeza o oscuridad; una día y una noche metafóricas. Estamos agradeciendo porque D-os nos haya dado la habilidad de distinguir entre ambos.

Bendiciones por habilidades físicas.

Las siguientes tres bendiciones que se dicen se refieren a habilidades físicas que tenemos. La primera es por la vista agradecemos que D-os “devuelve la vista a los ciegos,” la segunda es por la habilidad de levantarnos y movernos gradecemos que D-os “libera a los presos” y la tercera es que podemos pararnos erguidos, agradecemos que D-os “yergue a los que están encorvados.” Si ponemos atención ninguna da por sentado que el hombre posee esa habilidad física, y todas están enunciadas de tal manera que habla de una fuerza, una habilidad, que regresa a la persona, o surge en una persona que no la tenía antes: la vista a los ciegos, la libertad a los presos, y la habilidad de pararse erguido a los encorvados. Esto es así porque las bendiciones están aludiendo a la Era Mesiánica a través de la Resurrección de los muertos. No sólo agradecemos la vista que tenemos ahora, sino la que vamos a tener una vez que hayamos resucitado.

Por la vestimenta

La quinta bendición de la mañana es aquella en la que agradecemos por el poder vestirnos. Agradecemos dos aspectos de la ropa tanto la protección física que nos da, el poder cubrirnos de los cambios de temperatura, de clima y de la suciedad, como el que nos ayude a preservar nuestra dignidad cubriendo nuestra desnudez; que nos ayude a poner una barrera entre nuestro cuerpo y el mundo externo, que nos ayude a hacerlo completamente nuestro, íntimo.

Por la energía física del cuerpo

En la sexta bendición agradecemos que D-os da “fuerza a los cansados.” Si en las bendiciones pasadas agradecimos por la habilidad de poder pararnos y movernos, en esta ocasión agradecemos por la energía que anima esos movimientos.

Por la existencia del suelo

Con la séptima bendición agradecemos que D-os extienda “la tierra sobre las aguas.” Es decir, agradecemos el hecho de que el agua esté contenida dentro de los mares y no se desborde hacia el resto del planeta permitiendo que exista el suelo, las plantas y toda la vida terrestre.

Por el caminar del hombre

Hay dos bendiciones que se refieren al caminar del hombre. En la primera agradecemos por el calzado y en la segunda porque D-os “guía los pasos del hombre.” En ambos casos el caminar se vuelve una metáfora de las acciones y decisiones humanas.

Por la fortaleza espiritual

Las siguientes dos berajot se refieren a características espirituales de la persona. La primera agradecemos por la fortaleza humana, por el poder del ser humano de limitarse y contener sus impulsos y con la segunda agradecemos por la belleza y la gloria con la que D-os corona al ser humano. Lo que la gloria representa es la posibilidad del ser humano de aspirar a algo más grande que su condición material; de aspirar a una vida espiritual.

Por las mitzvot

Con las últimas tres berajot agradecemos es estado legal toraico individual que tiene cada persona y las mitzvot que las distinguen.

Finalmente se hace un rezo de agradecimiento por el haber despertado y se procede a recitar las bendiciones de la Torá. Las cuales explicaremos en otra ocasión.