Conoce las 5 costumbres más comunes de Janucá y su origen

Enlace Judío México – Janucá es una de las festividades más alegres del judaísmo. En ella celebramos haber ganado la guerra contra los griegos y helenistas que querían prohibir la religión y la cultura judía. Es una fiesta muy poco llamativa y sencilla consiste únicamente en encender un candelabro todos los días. A diferencia de otras celebraciones, no cuenta con ninguna acción externa que marque esa felicidad que trasmite. No nos disfrazamos como en Purim, ni bailamos con la Torá, como en Simjat Torá; sin embargo, eso no hace que su felicidad sea disminuida. Con cada vela que prendemos noche con noche, recordamos los numerosos milagros que D-os ha hecho por nosotros desde hace varios siglos y celebramos poder unirnos como judíos; tener un D-os en quien creer y una comunidad en la cual apoyarnos. Janucá es la fiesta de la fe, del amor por la verdad y la congruencia con la acción. Es el momento del año que la intelectualidad y la tradición conviven mejor que nunca.

Todo esto es representado en la simple acción de prender las velas. Y aunque es la única mitzvá (mandato) de la fiesta, no es la única costumbre que llevamos a cabo en estos días. Para adornar la mitzvá a lo largo de los siglos, los judíos hemos desarrollado una serie de costumbres y tradiciones que se realizan en Janucá. Y aunque estas prácticas no son parte de aquello que dota de espiritualidad a la fiesta, son muy populares y durante siglos han ayudado a impulsar la reflexión y la alegría del momento. Son las siguientes

Cantar a lado de las velas

Una costumbre muy común en Janucá es que la familia entera se reúna todas las noches alrededor de la januquiya para prender las velas. Usualmente el evento no acaba ahí se acostumbra que la familia entera se quede un rato contemplando las velas y cantando canciones para alegrar la noche. Aparte se hacen juegos y se comen los alimentos típicos de Janucá.

De entre todas las canciones que existen la más conocida es la de “Mao Tzur,” “Roca de mi Salvación” la cual habla de los numerosos milagros con los que D-os ha salvado al pueblo judío de perecer y la futura época mesiánica. Fue compuesta en el siglo XIII y se volvió bastante popular, sin embargo no se sabe mucho sobre el compositor.

Jugar con el dreidel o sevivón

Uno de los juegos más comunes de Janucá es el del “dreidel” o “sevivón” ésta es una pirinola rectangular con letras hebreas escritas a los lados. Suele jugarse con dulces, regalos o fichas, que componen el centro del juego. Cada letra corresponde a una acción distinta como “toma”, “pon” o “nada” con las cuales los jugadores van ganando o perdiendo sus fichas. Las letras son el acrónimo de “Nes Gadol Haya Sham” “El gran milagro ocurrió allá” el cual se refiere al milagro de Janucá. Se cree que esta tradición empezó en la época de la invasión griega, cuando los niños judíos se escondían en las afueras de la ciudad para estudiar Torá a escondidas. Los “dreideles” servían como pantalla frente a los oficiales griegos, para disimular el estudio que estaba prohibido.

 

Sufganiot o donas rellenas

Uno de los dulces más conocidos de Janucá son las sufganiot. Consiste en una bola de masa dulce que se rellena de mermelada, chocolate o caramelo y se fríe. Son muy conocidas en todo el mundo, desde Estados Unidos hasta Israel y Yemen, sin embargo su origen es europeo y surgieron en el siglo XV. Suele comerse en Janucá precisamente porque el hecho de que sean fritas recuerda el milagro ocurrido con el aceite.

Guelt de Janucá (monedas falsas)

Otra de las tradiciones muy comunes de Janucá es dar monedas de chocolate o billetes falsos a niños, a esta práctica se le conoce como el “guelt” de Janucá que en idish quiere decir “dinero”. Esta tradición en realidad se hacía con dinero real hace varios siglos y tiene dos orígenes distintos. El primero es de Polonia, en siglo diecisiete los padres acostumbraban en Janucá mandar a sus hijos con regalos para los maestros de Torá como agradecimiento de haber enseñado a los niños todo el año. Además se le daba una propina al hijo por haber llevado el regalo, y de ahí el dinero que dan los padres en Janucá. Otro origen es que los padres solían dar dinero a los niños como incentivo para impulsarlos a estudiar Torá.

Aranza Gleason: Aranza Gleason se define a sí misma como una judía en el exilio. Nació con una raíz dividida como sus poetas favoritos; busca y ama al judaísmo, pero como a los personajes que lee, éste, también se le escapa de las manos. Estudió Lengua y Literatura Inglesa en la UNAM y ha trabajado en Enlace Judío desde el 2017. Le gusta leer, viajar y experimentar el mundo de forma libre.