Enlace Judío México – Uno de los principios fundamentales del judaísmo es que la Torá es divina. Creemos que fue dado por D-os a Moisés y Moisés más adelante se la daría al pueblo judío. Esa es la base del judaísmo; de ella se desprende toda creencia judía, toda ley y todo precepto. Por eso, es importantísimo saber cuándo y cómo fue dada, puesto que la forma en que interpretemos dicha pregunta determinará cómo nos relacionamos con la filosofía toraica y sus leyes. Es decir, determina cómo nos relacionamos con el judaísmo.

La pregunta “¿Cómo fue entregada la Torá?” ha sido explorada por pensadores judíos desde tiempos talmúdicos hasta nuestras épocas; tiene numerosas respuestas y vertientes que derivan en distintas filosofías. Rab. Anthony Manning, docente de diversas instituciones judías, explora algunas de sus aristas en sus clases. Trata el tema primordialmente a través de tres preguntas básicas: ¿Cuándo fue la Torá entregada por D-os a Moisés?, ¿Cuándo enseñó Moisés la Torá al pueblo judío? y ¿Cuándo la Torá escrita sobre un pergamino? Cada una de las respuestas a estas preguntas nos ayuda a entender por qué la halajá (ley judía) fue construida de esa forma y por qué se han adoptado ciertas creencias judías. Rab. Manning explora la cuestión analizando las fuentes clásicas (El Talmud y el Pentateuco) y desarrollando las múltiples implicaciones que cada respuesta ofrece a continuación presentamos la primera de las preguntas que propone:

¿Cuándo fue entregada la Torá a Moisés por D-os?

Cuando hablamos de Torá lo primero que debemos destacar es que en judaísmo tenemos dos acercamientos distintos a la Torá. Uno es oral y otro escrito, tenemos el Pentateuco que consideramos la Torá Escrita y tenemos el Talmud que consideramos la Torá Oral. Ambos en conjunto conforman la Torá en su totalidad y creemos que D-os le dio a Moisés ambas; y ambas fueran preservadas por el pueblo judío a lo largo de la historia de generación en generación. La Torá Escrita es fija, se encuentra en los rollos de pergamino dentro de las sinagogas y es absoluta. Mientras que la Torá Oral es más dinámica ya que se mantiene a través de discusiones y aprendizajes tradicionales; funciona más con principios, preceptos y reglas que con aspectos completamente evidentes. La discusión sobre “¿Cómo fue entregada la Torá?” también encierra la pregunta de si ambas partes de la misma fueron entregadas al mismo tiempo o si primero se entregó una antes que la otra.

Los Sabios creen que la misma Torá Escrita primero fue dada de forma oral a Moisés y después se le ordenó escribirla. Ese tema será discutido en otro artículo, de ahora en adelante cada vez que hablemos de la entrega de la Torá nos referiremos a esta primera etapa. A cómo recibió Moisés los preceptos divinos que se encuentran en ella.

Narraciones de la entrega en el Pentateuco

La primer fuente que tenemos sobre la entrega de la Torá es la Torá misma. En toda la historia del Pentateuco se nos narra tres veces la entrega de la Torá. La primera es en el Monte Sinaí cuando el pueblo escucha los Diez Mandamientos, Moisés sube a la montaña y recibe las Tablas de la Ley. La siguiente es en la Tienda de Encuentro antes y después del Tabernáculo y finalmente en el pacto que se hizo en las planicies de Moab, antes de la muerte de Moisés en el libro de Deuteronomio.

La discusión principal entre los Sabios es si en cada uno de estos momentos Moisés recibió las mismas palabras que ya había escuchado antes o si cada vez fueron palabras nuevas con información nueva. Esa distinción marca la diferencia entre ver a la Torá como un proceso, que se desarrolló a lo largo de los 40 años en el desierto o verla como una unidad sólida e inmutable desde un inicio. Vayamos a las primeras perspectivas

Referencia a la entrega en el Talmud. Majloquet entre rabí Yishmael y rabí Akiva

La primera vez que aparece esta discusión en el Talmud es en el apartado de “shmita” (la mitzva, mandato, que exige dejar descansar la tierra). Con respecto a esta mitzvá rabí Yishmael y rabí Akiva discuten sobre la entrega de la Torá.

Rabí Yishmael nos dice que la Torá primero fue dada a Moisés en el Monte Sinaí de manera general. Es decir, primero D-os le dio a Moisés los principios básicos de la Torá y después a lo largo del tiempo le fue dando las particularidades de cada uno de los preceptos, conforme se fueron presentando las situaciones que lo requerían. Así explica las tres narraciones distintas de la entrega. La mitzvá de shmita es relevante en esta explicación, porque se menciona en dos ocasiones distintas, en el libro de Shemot cuando sucede el pacto en el Sinaí y en el libro de Vaycra una vez que ya se construyó la Tienda de Encuentro, lugar en el que Moisés hablaba con D-os. En la primera ocasión nada más se menciona la mitzvá, mientras que en la segunda ocasión se explica y se desarrolla. Rabí Yishmael usa este ejemplo para decir que toda la Torá fue dada de esta manera, primero a grandes rasgos en forma general, y después detalladamente en forma particular.

Rabí Akiva por su lado difiere, él nos dice que toda la Torá le fue dada a Moisés en el Monte Sinaí sin nada que faltará ni nada que sobrará. El ve las otras narraciones como una repetición, como un recuerdo de lo que debe hacerse no como un conocimiento nuevo. Para él que se mencione la mitzvá de shmita en el libro de Shemot (en la narración del Monte Sinaí) es para indicarnos que incluso mitzvot tan específicas, detalladas y particulares como ésta fueron dadas en ese momento también. Él, junto con otros comentaristas, también se basa en el principio de que la Torá no necesariamente sigue un orden cronológico en su narración. A diferencia de Rabí Yishmael que si le otorga un carácter secuencial a la temporalidad.

Varios rabinos a lo largo de los siglos discutieron la posición de estos dos grandes sabios y se colocaron en una de las dos posturas. La mayoría incluso intento unir a ambas. A continuación referiremos las tres posturas principales

Comentaristas y rabinos posteriores

La Primera es del Rambán (Najmanides) él alude al hecho de que el pueblo judío hizo varias veces un pacto con D-os que fue roto varias veces. Se hizo en el Monte Sinaí y se rompió con el Becerro de Oro; se volvió a hacer con el Mishcán y se rompió con los espías nuevamente. Las numerosas narraciones que aparecen en el Torá surgen cada vez que el pacto fue hecho nuevamente con el pueblo judío. Son distintas narraciones porque es un pacto nuevo. No sólo eso sino que son más extensas, más particulares porque cada vez D-os es más estricto con ellos.

Otro análisis de otro gran comentarista es que con cada pacto nuevo se debió hacer una reparación (un ticún) por cada error que el pueblo judío cometió. Esta perspectiva, fue rechazada por casi todos los rabinos, porque sí se habla de una Torá nueva en cada ocasión. Con cada pacto nuevo se agregan mitzvot (mandatos) nuevos y se cree que cuando llegué el Mesías esos mandatos desaparecerán. La interpretación surge primordialmente del hecho que no hay rastro de ciertas mitzvot antes de que los nuevos pactos sean hechos. La razón por la que fue rechazada tan enérgicamente es porque en el siglo XVI esta interpretación dio pie al surgimiento de numerosos mesías falsos que aclamaban haber acabado con ley antigua y querían crear una nueva Torá. Con el tiempo probaron estar equivocados y los rabinos optaron por aceptar la interpretación de rabí Akiva, donde se nos preenta una Torá, unitaria, estable e inmutable.

Ahora, esta posición también presenta numerosos problemas, principalmente que existen cuatro ocasiones en la Torá escrita en donde Moisés no sabe cuál es la halajá (el dictamen legal) correspondiente y debe acudir a otros medios para saberlo. La pregunta obvia es: Si Moisés recibió toda la Torá entera de D-os en el Sinaí ¿por qué no supo cómo actuar en estas situaciones? A está pregunta se le han dado numerosas respuestas.

Las cuatro ocasiones que Moisés no supo la halajá

La primer respuesta es la más sencilla, dichas narraciones ocurrieron antes del Sinaí, Moisés no podía saber cuál era la halajá correspondiente por lo mismo. Sin embargo, no necesariamente es la respuesta más satisfactoria. A la que más hincapié se le ha dado por su profundidad es a la respuesta que nos ofrece el Maharal de Praga. Él nos dice que en efecto Moisés recibió toda la Torá en el Sinaí, con todos sus detalles específicos, pero no la recibió de forma fácil y explicita. Sino que recibió los procedimientos adecuados para deducirla. Es decir, recibió la Torá Escrita de forma oral y la Torá Oral en su totalidad.

No todas la mitzvot que seguimos de la Torá están escritas de forma explícita en el texto, no todas fueran dichas por D-os. Muchas de ellas las sabemos por procedimientos específicos de deducción que se encuentran señalados y desarrollados en el Talmud. Estos procedimientos nos permiten seguir haciendo y teniendo halajot en nuestros días. Lo que el Maharal nos dice es que Moisés recibió la Torá Escrita junto con las reglas talmúdicas de deducción y a lo largo de cuarenta años pudo poner en práctica el sistema que D-os mismo le había enseñado. Sólo aquellas mitzvot que no logro entender D-os se las dio de forma explícita.