Enlace judío: -Böske Simon, miss Europa 1929, una belleza húngara que diez años antes de la II Guerra Mundial ya sufría el antisemitismo.


Hungría, 15 de febrero de 1909. Los últimos años del Imperio Austro-húngaro.   En la región  del Transdanubio -la antigua Panonia, muy cerca de la frontera con Austria y no muy lejos de Budapest- en la muy antigua localidad de Keszthely (Castilla, en  húngaro) el dr. Simon ha tenido una hija.  Y la  llaman Arzabeth Böske.

Una familia de comodidad burguesa y de judaísmo neolog, la denominación magyar de la judería que en Norteamérica llamaron reformista. La sinagoga de Keszthely fue pisoteada por las botas nazis, que la usaron primero como almacén, luego como establo, mientras 829 judíos eran convertidos en humo saliendo por las chimeneas de los lager de Polonia. Pero eso vendría después.

Böske creció, sana y hermosa,  bajo la niebla húngara y junto al lago Balaton. A los quince años , en plena Guerra Mundial, era una jovencita que destacaba por su belleza, y en 1925 – cuando,  tras la Gran Guerra, Hungría ya era un estado independiente, Böske fue elegida, primero,  reina de la belleza de su ciudad natal, y después, Hada del Balaton. Elección que no fue resultado del juicio de un jurado sobornable sino de los votos de los lectores de una revista literaria de Budapest.

El seis de enero de 1929 fue elegida Miss Hungría. Y por tanto, la representante húngara del concurso de Miss Europa, que se celebraba en París, con 213  participantes. Ganó , contra todo pronóstico, ella .  Fue agasajada por todos, desde el presidente de la República Francesa al Príncipe de Mónaco, principado donde Böske fue paseada , tentadora y a la vez  tentada con ofertas cinematográficas  tanto en Europa como en América.

De regreso a su patria, fue recibida en la estación de trenes de Keleti, Budapest. Autoridades varias y una multitud de admiradores y periodistas. Pero como la envidia es un defecto cuyo efecto padece no quien la siente, sino el objetivo envidiado, un grupo de feministas -en esa contradicción de pedir respeto faltando el respeto- la llamó Miss Palestina. Suponemos que algo sabían ellas de lo que había pasado en 1929 en lo que aún se llamaba Palestina: la masacre de judíos de Hebrón. Miss Palestina, una chica que no era húngara, sino judía y además fea, decían las mentes putrefactas de la enfermedad mental llamada antisemitismo.

Pero el asunto, como los bichos que carcomen las flores, fue más allá .  Un grupo de estudiantes nacionalistas se manifestaron frente al apartamento de  la reina de la belleza húngara, profiriendo fuertes  insultos antisemitas. No sólo contra ella  sino contra los judíos en general. Azorada por las circunstancias y empujada a la prudencia, decidió no hacer apariciones públicas y sólo tener un evento exclusivo donde firmaría autógrafos.

Por otra parte, las presiones eran tales que tuvo que renunciar a participar en Miss Universo, que aquel año se elegía en Texas. Los contratos de trabajo que le habían ofrecido firmar en EE.UU. tampoco se firmarían.

A mitad del verano, se organizó algo así como un duelo de consuelo. En la alto burguesa temporada estival de Deauville -por cierto, puesta de moda por una judía, Betty Deutsch de la Meurthe, esposa del dueño de la compañía petrolífera Shell- tuvo lugar un concurso de belleza donde participaron sólo dos misses: Miss América y Miss Europa. Quedaron en tablas y el premio, de 50.000 francos, una cifra altísima, fue repartido de forma salomónica entre ambas coronas de hermosura.

Al poco tiempo, la prensa alemana aunció que Miss Europa  se casaba con Pál Bramme,  un comerciante textil de Budapest;  pero el matrimonio duró lo que un crepúsculo de invierno.

Se volvió a casar , esta vez con Jop Daniel,  conocido director del teatro nacional húngaro y periodista,  además de traductor y judío. Era mucho mayor que ella: veintinueve años.  No obstante, fueron felices. Juntos sobrevivieron al Holocausto, primero, y a la Era Rakosi -la dictadura stalinista en Hungría- después.

El falleció en 1955;  ella aguantó en este mundo  sesenta y un años.

Fueron  enterrados juntos, en el bellísimo e impresionante cementerio judío de la calle Kozma, en Budapest, no lejos del Monumento a las Víctimas de Hungría en la Shoá, z´´ l.



 

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