Enlace Judío México e Israel.- El pasado 20 de enero Israel interceptó en los Altos del Golán un cohete tierra-tierra disparado deliberadamente desde Siria, fue derribado por el sistema defensivo Iron Dome del Ejército israelí antes de que se abriera paso en territorio de Israel. Fue una inusual represalia de Siria en respuesta a un ataque aéreo israelí previo cerca de Damasco, la capital de ese país; en el pasado, los cohetes lanzados desde Siria a Israel fueron de manera errada, en lugar de tratarse de disparos intencionados de superficie a superficie.

LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

En este ámbito, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, advirtió a Irán que “cualquiera que intente lastimarnos, lo lastimaremos”, dijo esto después de una oleada de ataques aéreos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la madrugada del 21 de enero a blancos iraníes en Siria: sitios de la Fuerza Quds del cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán, depósitos de armas, un sitio de inteligencia y un campo de entrenamiento militar, así como varias baterías de la defensa antiaérea siria.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos con sede en Londres informó que 21 personas murieron en los extensos ataques israelíes en Siria, entre ellas, al menos 12 soldados pertenecientes al cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán, 6 soldados y milicianos sirios y el resto “extranjeros”. El Ejército ruso que tiene contingentes en Siria y la fuerza aérea no activaron sus sistemas avanzados S-300 ni el S-400 que son operados solo por soldados rusos, los sirios están capacitándose en el uso de estos sistemas.

La Unidad de Portavoces de las FDI señaló que Siria había pagado un precio elevado por permitir que Irán operara desde su territorio. Ciudadanos israelíes inocentes que disfrutaban en el sitio de esquí del Monte Hermón, podrían haber sido dañados por la fuerza iraní que disparó a solo decenas de kilómetros de la frontera, después de que se garantizó que las tropas iraníes no operarían desde allí. Por su parte, las Naciones Unidas solicitaron a Siria e Israel que tuvieran máxima moderación para evitar una escalada.

Israel ha realizado cientos de bombardeos a depósitos de armas y fábricas de cohetes en Siria (en septiembre pasado Israel admitió haber llevado a cabo 200 en los últimos 18 meses) para frenar a Irán quien a través de su aliado Hezbolá (una organización terrorista con sede en Líbano y que ha brindado ayuda militar a Bashar al Assad para combatir a los rebeldes a su régimen y al Estado Islámico (EI), principalmente) pretende establecer un corredor terrestre de Teherán a la costa Mediterránea en Líbano, para atacar a Israel.

El último bombardeo de Israel a territorio sirio ha sido el más extenso desde septiembre del 2018 cuando Siria derribó accidentalmente un avión militar de su aliado ruso, matando a sus 15 tripulantes a bordo, al replicar su defensa antiaérea a un ataque de misiles israelíes; se trató de un avión II-20 durante una operación cerca de Latakia, zona costera de Siria en la que Rusia ha desplazado parte de su Ejército. El portavoz del ejército ruso, Igor Kunashenkov, acusó a Israel de ser el responsable del incidente, anunció que Rusia se reservaba el derecho de responder de manera adecuada.

De acuerdo a Kunashenkov, el mando militar israelí no previno que llevaría a cabo esta operación y la anunció a Moscú menos de un minuto antes del ataque, lo que no permitió llevar al avión II-20 hacia una zona segura; asimismo acusó a los pilotos de las FDI de haber puesto deliberadamente en peligro al avión ruso al camuflarse en una señal de radar colocándose bajo el fuego de la defensa antiaérea Siria.

En ese entonces Israel confirmó haber atacado una instalación militar Siria en Latakia desde donde sistemas de armas “estaban a punto de ser transferidos por Irán al movimiento chiita libanes Hezbolá. Posteriormente, el presidente Vladimir Putin explicó que el derribo parecía el resultado del encadenamiento de circunstancias accidentales trágicas”; seguramente advirtió a Israel que limitará sus ataques a Siria. No obstante, ante las constantes acciones de Irán de atrincherarse en Siria, en los últimos meses las FDI efectuaron cientos de bombardeos a objetivos militares iraníes o contra armas que debían de ser suministrados a Hezbolá; durante este tipo de acciones, los aviones israelíes suelen “lidiar” con disparos antiaéreos, empero, la respuesta de Siria del 20 de enero pasado fue diferente en virtud del disparo de un misil tierra-tierra.

En este entorno cabe destacar la vulnerable posición de los Altos del Golán y que desde 1967 Israel ocupa la mayor parte de este territorio, que anexó en 1981, anexión que no ha sido reconocida por la comunidad internacional.

De acuerdo a analistas israelíes, el lanzamiento de cohetes desde Siria a Israel tiene como propósito de que Irán genere la expectativa de que un ataque israelí en territorio sirio provocará una escalada en territorio israelí, es decir, crear un efecto de disuasión sobre Israel de una ofensiva a escala. Sin embargo, los que lanzaron el cohete a Israel el pasado 20 de enero intentan evitar un conflicto más amplio, de lo contrario habrían lanzado decenas de proyectiles.

Por otra parte, a pesar del reciente anuncio de la retirada de las fuerzas estadounidenses de Siria, aparentemente éstas no saldrán en el corto plazo, su presencia en la frontera con Siria, Irak y Jordania, son un elemento para restringir por lo pronto el objetivo de Irán de crear un corredor terrestre desde Teherán hasta la Costa mediterránea en el Líbano y esto limita en el presente el envío de fuerzas iraníes a territorio sirio.

Otro factor que frena la respuesta de Irán contra Israel es la creciente lucha dentro de Irán entre elementos conservadores del régimen y los grupos relativamente moderados del presidente Hassan Rouhani, que aboga por una política de Irán Primero, ante la expectativa de que nuevas sanciones de EUA debiliten más la ya frágil economía de Irán.

El silencio de Rusia y el apoyo de EUA a Israel son factores adicionales para no esperar una ofensiva mayor de Irán contra Israel, y, sí una oportunidad, para que Israel continúe destruyendo activos militares de Irán en Siria.

La perspectiva en el mediano plazo es diferente en virtud de que los radicales iraníes no desistirán fácilmente de su propósito de atacar Israel. Por lo demás, Irán tiene un poderoso ejército y no se descarta que pudiera completar su programa nuclear con fines militares.

 

 

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