Enlace Judío México e Israel.- El primer ministro israelí debió extender un día más su estadía en el país de Europa del Este luego de que el remolcador se estrellara accidentalmente contra la nariz de la aeronave.

Benjamín Netanyahu y su esposa estaban a bordo del Boeing 777-200 el jueves por la noche, preparándose para regresar a Tel Aviv tras una accidentada visita. Pero sus planes cambiaron súbitamente.

El vehículo remolcador del Aeropuerto de Varsovia-Chopin se estrelló de pronto contra la nariz del avión tras la rotura de la barra de remolque. La aeronave quedó severamente dañada e imposibilitada de hacer el vuelo.

Netanyahu y la primera dama fueron trasladados de inmediato hasta el hotel en el que se habían hospedado la noche anterior. Allí debieron aguardar hasta la mañana del viernes, cuando llegó otro avión proveniente de Israel.

Casi al mismo tiempo que se producía este incidente, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Polonia convocó a la embajadora de Israel en Varsovia por las declaraciones del primer ministro israelí, quien había dicho que “polacos colaboraron con los alemanes en el Holocausto”, según publicó el Jerusalem Post.

La diplomática Anna Azari aseguró que las palabras de Netanyahu “no son ciertas”, y habló de tergiversación por parte de la prensa.

La declaración de Netanyahu se produjo en el marco de una conversación con periodistas israelíes durante la conferencia sobre Oriente Medio celebrada en Varsovia. “Aquí estoy diciendo que polacos cooperaron con los nazis. Sé la historia y no la blanqueo. Lo menciono”, había dicho el premier.

Netanyahu buscaba criticar con esas palabras la legislación polaca que penaliza cualquier afirmación o publicación que relacione al Estado polaco con cualquier acto de colaboración con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

La norma sancionada a principios de 2018 tipificaba como delito el uso de la expresión “campos de concentración polacos” para referirse a los centros de exterminio que los nazis establecieron en su territorio. En un primero momento, establecía penas de hasta tres años de cárcel.

La iniciativa legal fue condenada en su momento por Israel, que la consideró “un intento de desafiar la verdad histórica”. Tras un aumento de la tensión entre las partes, finalmente Polonia modificó la ley con una nueva versión, que eliminó las penas de prisión previstas en la versión, el punto más polémico.

 

 

Fuente:infobae.com