Enlace Judío México e Israel – El fiscal general de Israel, Avichai Mandelblit, anunció su intención de acusar a Netanyahu de cohecho, fraude y abuso de confianza en el llamado Caso 4000, sujeto a una audiencia judicial, y de fraude y abuso de confianza en los llamados Casos 1000 y 2000.

La decisión, la cual se formalizará cuando se cite a una audiencia, un acto que podría tardar varios meses, fue notificada formalmente en un documento de 57 páginas la tarde de este jueves (tiempo de Israel) por la Fiscalía General de Israel tanto a Netanyahu como a los demás implicados, de acuerdo medios locales israelíes.

Tipificado en el artículo 290 del código penal israelí, el cohecho es definido como el delito penado con 10 años de cárcel que ocurre cuando “un servidor público toma un soborno por un acto relacionado a su cargo”; mientras que, de acuerdo al artículo 284 de la misma ley penal, “si un servidor público en el cumplimiento de sus funciones comete fraude o un abuso de confianza que perjudique al público, incluso si el acto no haya constituido un delito si se cometió contra una persona”, recibirá 3 años de cárcel.

El Caso 4000 implica sospechas de que Shaul Elovitch, dueño de la compañía Bezeq, y Netanyahu, tenían una relación quid pro quo en la que la firma disfrutaba de beneficios de regulación a cambio de una cobertura favorable de la familia Netanyahu en el portal informativo Walla! News, que es propiedad del gigante israelí de telecomunicaciones.

En este caso, uno de los que cuentan con más peso alrededor del mandatario, Mandelblit aseguró que existe bastante evidencia de que la relación entre Elovitch y Netanyahu estuvo basada en sobornos, usando la Oficina del Primer Ministro para “promover los asuntos regulatorios de Shaul Elovitch…tomó beneficios…sabiendo que estaba tomando un soborno como un servicio público a cambio de acciones relacionadas a su posición”.

El Caso 1000 implica presuntos obsequios que Netanyahu habría recibido de manera ilícita de los magnates Arnon Milchan y James Packer, a cambio de favores, como asegurarle una visa norteamericana y extender una excepción legal fiscal al primero.

El fiscal argumenta en el documento que Netanyahu es culpable “de un serio conflicto de intereses entre su obligación [a sus benefactores] y su obligación con el público”. De acuerdo a las investigaciones, los presentes recibidos por él y su esposa ascienden a valores de 195 mil dólares, a 130 mil dólares por cigarros, champaña y joyas provenientes de Milchan, y a 75 mil dólares de cigarros y champaña provenientes de Packer.

Mientras que el Caso 2000 implica presuntas conversaciones que Netanyahu mantuvo con el propietario y editor del periódico israelí Yedioth Ahronoth, Arnon Mozes, para contrarrestar el dominio de mercado de su competencia, el periódico Israel Hayom a cambio de una mejor cobertura mediática.

De acuerdo a lo argumentado por el fiscal, Mozes, previsto para ser acusado por cohecho, le permitió a Netanyahu tener una “línea directa” con los editores de Yedioth y de su sitio en línea Ynet, dejándole en claro que podía “tener influencia directa en los artículos sobre él”, lo que representó “un daño severo a la confianza pública”, consideró Mandelblit.

Previamente, Netanyahu trató de impedir ante la Corte Suprema de Justicia de Israel que la notificación de la acusación ocurriera antes del 9 de abril, argumentando que la presentación de la misma previo a esta fecha interferiría de una manera “sin precedentes” con el proceso electoral en marcha en el país.

Sin embargo, la Corte Suprema rechazó la petición presentada por el partido Likud, argumentando la demora en que la petición fue presentada. El partido de Netanyahu acusó al máximo órgano judicial de permitir con ello que “la izquierda interfiera en las elecciones”.

La decisión de Mandelblit marca la primera vez en la historia del Estado de Israel que se le acusa a un primer ministro en servicio activo por la presunta comisión de delitos.

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