Enlace Judío México e Israel – Antes de ganar el Premio Nuevo León Alfonso Reyes, la escritora judía mexicana Margo Glantz ya se había hecho acreedora de varias decenas de premios y reconocimientos, entre los que se encuentran el prestigioso Xavier Villaurrutia de 1984 o la beca de la Fundación Rockefeller en 1996.

Su peculiar estilo narrativo la marginó por años de las grandes editoriales y, de hecho, tuvo que autopublicar sus primeros libros. Pero a mediados de los años ochenta, su calidad literaria ya comenzaba a ser reconocida y hoy en día su popularidad es más grande que nunca.

Enlace Judío conversó con la autora de Síndrome de Naufragios, Las genealogías y muchos otros libros para saber su postura respecto al feminismo, la identidad judía y los motivos de su imparable fama.

Una de las razones que hacen de Margo Glantz una escritora particularmente popular entre los jóvenes es su actividad en redes sociales como Twitter. Por eso se encuentra perfectamente al tanto del resurgimiento o de la reintensificación del movimiento feminista, expresado en fenómenos como el #MeToo.

“Es un fenómeno curioso y un poco contradictorio porque al mismo tiempo que ha habido una especie de conciencia muy importante y una especie de revolución en que las mujeres ya no toleran situaciones que antes toleraban, hay un recrudecimiento de los feminicidios, del machismo”, dice Glantz y abunda: “como que esta capacidad de las mujeres de oponerse a una serie de cosas que durante siglos las han oprimido causa mayor violencia y provoca esta guerra de sexos, lo que a mí me parece muy absurdo.”

La escritora dice que entiende perfectamente el fenómeno porque ha sido una “muy larga historia de la sujeción femenina” pero, al mismo tiempo, opina que “las mujeres tenemos que entender que tenemos que ser menos beligerantes en nuestra relación con el otro sexo.”

Al ser cuestionada sobre si sostiene este tipo de diálogos con sus seguidores jóvenes, y sobre qué tanta influencia tiene sobre ellos, Margo Glantz asegura que “la mayor parte de mis amigos son más jóvenes que yo. En el Twitter dialogo mucho. Tengo muchísimas seguidoras y también tengo muchos seguidores. Y además, pues creo que a mí me ha costado trabajo tener un lugar en las letras porque empecé tarde. Al principio solo se me consideraba como académica y poco a poco fui siendo las dos cosas, académica y escritora de ficción.”

Admite que hoy en día es más leída que a finales de los setenta, cuando luchaba porque su trabajo fuera comprendido.

“Me volví una persona importante en este campo. Y a los jóvenes les interesa más lo que hago. Porque como que ha empezado a funcionar el tipo de escritura que yo trabajo y que en el tiempo en que empecé a escribir era un tipo de escritura que no correspondía a los cánones y por lo tanto no me aceptaban. Y ahora ya hasta soy como… muchísimas jóvenes escriben lo que yo escribía hace años y ya me reconocen.”

A pregunta expresa, Glantz admite sin rubor que es, en ese sentido, una pionera. Luego la conversación llega a su amigo Mario Bellatín, que llegó a la casa de la autora minutos antes de que comenzara la entrevista. ¿Ha influido en su éxito reciente que Bellatín la haya mencionado en su obra con insistencia?

“Yo creo que ya era bastante conocida antes de que Mario me pusiera en circulación pero obviamente hay mucha gente sí me ha conocido a partir de Mario. El año antepasado hicieron una adaptación de una novela mía que se llama El rastro, en Argentina, y la que la adaptó que se llama Galia Couseiro se interesó en mí porque Mario me mencionaba en uno de sus libros. Y me leyó y le gustó mucho y entonces hizo una obra de teatro basada en mi obra. Ayer Mario puso un aviso de que me había ganado un premio y luego luego había como 500 likes.”

Bellatín y otros invitados aguardan a Margo en la cocina, probablemente para festejar su más reciente premio, pero la escritora nos regala unas últimas reflexiones, esta vez sobre la importancia y la influencia del pensamiento judío y de los pensadores judíos en su obra y en su vida.

“Desde muy jovencita, tendría yo unos 14 o 15 años, leí La metamorfosis de Kafka y comencé a leer sus diarios. Y bueno me he nutrido en gran parte, muchos de mis autores preferidos son de origen judío: Proust, Kafka, Perec, Levi, Benjamin, muchos, muchos escritores para mí que son fundamentales, son de origen judío. Son autores a los que vuelvo constantemente (…)

“Las genealogías es un libro inspirado en la vida de mis padres y en la relación con el judaísmo que yo tengo. Y por otro lado, también quise escribir un libro grande, un libro más completo sobre el Holocausto; logré escribir como cinco o seis ensayos pero no logré escribir un libro completo porque fue demasiado para mí, no lo pude soportar y ya no lo pude escribir pero constantemente estoy aludiendo a cosas que me han afectado enormemente.”

El Holocausto y los temas judíos han figurado, aunque sea tangencialmente, en la obra de Glantz. “Por ejemplo en Yo también me acuerdo, que es un libro que se publicó en el (dos mil) ‘14, también hablo de eso en Por breve herida, del (dos mil) ‘16. También hablo de eso en el último libro que publiqué el año pasado que se llama Por mirarlo todo nada veía.

Cuando las noticias sobre los horrores de los campos de concentración comenzaron a llegar a México, Margo Glantz tenía 15 años. Y aunque la radiografía completa de aquel horror no llegaría sino hasta tiempo después, la autora reconoce que para ella fue terrible enterarse de lo que estaba pasando en los campos.

Pero, ¿qué distingue al pensamiento judío? La autora no duda en mencionar la persecución y la Diáspora como combustibles de “una cierta manera de enfrentarse al mundo, que de alguna manera nos separa (…) En México hay antisemitismo pero yo no lo he resentido de una manera evidente. Sé que hay y he recibido manifestaciones de ‘esa judía que quiere medrar’ y ese tipo de cosas en la Facultad de Filosofía, pero en general he pasado una vida muy buena sin antisemitismo, pero sé que el antisemitismo renace y que constantemente está ahí presente, y yo no puedo menos que sentirme judía y me siento judía por miles de razones, por mi tradición, por mis padres, por mi familia, por la comida, por las lecturas, por lo que sea.

A sus 89 años, vital de mirada y veloz para el discurso, Margo Glantz prepara dos nuevos libros que espera publicar este año. Por lo pronto, y con cierta tristeza, la dejamos atender a sus invitados y nos despedimos, a pocos días de que el mundo conmemore el Día Internacional de la Mujer.

 

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