En el corazón de Hamadán, antes Persia hoy Irán, se encuentra una estructura larga y esplendorosa que adorna la entrada de una cueva sepulcral. Dentro de la cueva se encuentran dos largas tumbas de madera cubiertas por una cortina. La tumba de la derecha se le atribuye a la Reina Esther y tiene una leyenda que dice: “En este féretro, Esther la justa fue enterrada,” mientras que la tumba de la izquierda pertenece a Mordejai y dice: “Este es el arco sagrado de Mordejai el justo.”

Entre las dos lápidas se encuentra una roca que cubre un gran hoyo; de acuerdo a la tradición el orificio nos lleva a Jerusalén.

“De acuerdo a nuestra tradición,” nos dice el nativo Yonah Azian, “nuestra ciudad Hamadán era la capital de lo que antes se llamaba Sushan [lugar en el que ocurre la historia de Purim]. Mordejai y Esther fueron enterrados aquí a la entrada de un pozo con un túnel que lleva a Jerusalén.” Creemos que cuando llegue el Mesías la diáspora de Hamadán emigrara al Monte del Templo a través de este túnel.

Éste era un sitio de peregrinaje para los judíos de Persia, especialmente alrededor de la festividad de Purim en la que decenas de miles de judíos se reunían para leer el Libro de Esther. “La gente habla de los muchos milagros que ocurrieron aquí” dijo Yona, “hemos visto gran salvación y muchas de las plegarias fueron contestadas.”

Alrededor del siglo XV se construyó una estructura de ladrillos  que sostiene una torre redonda encima de la cueva. Dicha estructura contiene un cuarto pequeño, antes usado para rezar y un gran salón que se empleaba para celebrar Bar Mitzvas, circuncisiones, y la recitación del Libro de Esther.

Las paredes que rodean las tumbas están decoradas con versos del Tanaj (Biblia judía) y el Libro de Esther. Las autoridades iraníes han declarado al sitio herencia nacional, y lo protegen con medidas de seguridad estrictas, ya que es un sitio también sagrado para los musulmanes. Hasta el día de hoy los pocos judíos iraníes que aún quedan se reúnen ahí.

Sin embargo, hay quienes argumentan que Hamadán no es Shushan, la capital del Rey Asuero; también existe otra tradición que sitúa a la tumba de Esther y Mordejai en Galilea (Norte de Israel). Rab Menachem Hebroni documentó esta tradición en el siglo trece y dijo que las celebraciones de Purim eran conducidas ahí. El lugar se encuentra en el corazón de Horesh, en el Canal de Tzivon, cerca del kibutz de Baram. En una piedra larga entre las rocas de una montaña se lee una leyenda que dice: “El sitio sepulcral de Mordejai y Esther, que su mérito nos proteja.”

De acuerdo a esta tradición, Esther fue llevada a la tierra de Israel después de su muerte por su hijo Cirio quien la enterró ahí. Así que ¿dónde se encuentra la tumba de Esther? ¿Aquí en Israel o en la tierra lejana de Irán?