Celia Sutton para Enlace Judío México e Israel – La recomendación de este mes es el documental East Jerusalem/West Jerusalem, realizado por Henrique Cymerman y Erez Miller, que muestra el proceso de producción de un disco muy singular: un proyecto que nació del sueño del cantautor David Broza de unir talentos israelíes y palestinos para crear música juntos, con un mensaje de paz y armonía.
Así, este filme nos sitúa al este de Jerusalén, dentro del área árabe, y nos invita al proceso de gestación y de grabación del disco —ocho días y ocho noches—, en una casa en la que se reúnen artistas y músicos de distintos géneros, para crear un lenguaje universal dirigido a todos por igual, no importa la religión o la ideología política, porque la música se entiende con el espíritu, no con el intelecto.
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David Broza, con calidez y gran entusiasmo, se entrega en cada composición e intenta dejar su legado con este revolucionario disco, en una historia única, mostrando que sí es posible entablar un diálogo con el otro, porque confía en que el arte puede demoler fronteras y unir las almas. De la mano de su amigo palestino, el músico y cineasta Issa Freij, emprende esta aventura insólita y especial.
A lo largo de la película podemos escuchar las bellas canciones que conformaron el disco, mientras a la vez se alternan varias imágenes que exhiben la compleja situación que se vive en Jerusalén, una ciudad con una realidad muy peculiar. Sin embargo, lo que Broza desea reflejar es el aspecto humano y sensible en ambos grupos. Explica que la idea que tiene en mente es el encuentro entre personas, entre seres humanos con culturas diferentes pero con mucho en común. En un inicio se cuestiona si será posible aislar el exterior, los miedos y la hostilidad, pero la música es tan poderosa que finalmente logra hermanar a todos los que participan de una forma muy especial.
El artista de Hip Hop Muhammad Mughrabi, uno de los jóvenes que intervienen, es un palestino de un campo de refugiados; él opina que “para derribar los muros del corazón y de la mente se requiere el contacto visual y físico, y la música es el primer elemento para lograrlo, la primera forma de unirnos.”
East Jerusalem West Jerusalem es un documental que hace al espectador disfrutar con la música y sobre todo con el mensaje que transmite. La imagen de estos valientes artistas, hombro con hombro, haciendo realidad su sueño, nos regala la vaga esperanza de que algún día, quizá, la paz sea posible, si se busca por otros medios, menos políticos y más sensibles.
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