Enlace Judío México e Israel – Como cada año, el pasado 8 de abril, alumnos de la red judía se reunieron para presentar la exposición de Shorashim (raíces), un esfuerzo mundial por conservar la memoria y la identidad del pueblo judío. 

 

Cada año los alumnos de segundo de secundaria de los colegios de la red judía tienen entre
sus deberes el de hacer un trabajo de Shorashim. Tienen que buscar sus raíces. De dónde vinieron
sus ancestros, cuándo llegaron a México, cómo llegaron, cómo se establecieron, entre muchas
preguntas más que tienen que investigar con padres, familiares, amigos y cualquiera que les pueda
dar informes acerca de la historia de sus familias.

El 8 de abril, en el gimnasio del Colegio Hebreo Tarbut, Enlace Judío tuvo la oportunidad de admirar los
trabajos de los alumnos. Todos hicieron un trabajo escrito y uno didáctico.

Los trabajos ganadores de cada colegio se mandan en formato DVD a Beit Hatfusot “Casa de las Diásporas”, que es un museo de historia y antropología dedicado a las comunidades judías dispersas por el mundo y su continuidad identitaria desde hace 2000 años. Al mismo tiempo, colegios alrededor del mundo mandan sus trabajos ganadores.

En el museo se hace una evaluación para dar un ganador de los trabajos recibidos de México. El niño ganador viajará a Israel para competir con los trabajos ganadores de los diferentes países que
compitieron.

Este año el CHT mandó dos trabajos. El primero de Stephie Joffe Plotnik. Su trabajo constaba de una mesa con un teléfono antiguo. Al marcar cualquiera de los números contestaba la voz de algún familiar como sus bisabuelos, abuelos padres e incluso la propia Stephie. En la mesa se encontraban dulces que generalmente se consumían en la casa de los abuelos, un marco con muchas fotos y un bordado en X con su nombre.

El otro primer lugar fue de Sergio Jinich Magidim. Desde chico le gustaba jugar con LEGO. Su trabajo fue hacer en Lego los integrantes de su familia en un triángulo. Dentro del triángulo podíamos ver 2 coches de juguete antiguos que encontró en casa de su bobe. Del otro lado del triángulo hizo un mapa en donde marcó la ruta que siguieron sus abuelos para llegar a México.

El evento comenzó con un viaje al pasado en el que tomaron parte los alumnos. Tomó la palabra la maestra Tanya Swartz, dirigiéndose a los alumnos y familiares: “Este año nuestros alumnos tuvieron la oportunidad de elaborar su historia personal y familiar, llenándola de contenidos significativos. Siempre pienso que el comienzo es difícil, porque los alumnos, adolescentes, están viviendo su propio proceso de identidad y ¿Cómo integrar esta con su realidad judía, familiar y comunitaria en relación a México e Israel?”

Aseguró que “los proyectos escritos cumplieron en su mayoría con las especificaciones solicitadas y los trabajos creativos sobresalientes por su originalidad y belleza. Los alumnos estaban muy orgullosos de sus
investigaciones y de algunas cosas que habían descubierto de sus familiares que anteriormente no
sabían. Los trabajos excedieron las expectativas, motivo por el cual, los alumnos los entregaron
con gran satisfacción.

“El reconocimiento que hemos tenido por parte de Beit Hatfusot nos coloca entre los mejores que
participan en este concurso. Esto implica para nosotros, cada vez más, un mayor reto, sobre todo
cuando sólo se elige un trabajo por escuela, si éste lo amerita. Lo importante que quiero compartir
con ustedes es que nuestros trabajos se encuentran ente los mejores del mundo.”

Como invitada estuvo Sandra Mitrani representando a el CEDIJUM (Centro de Documentación e
Investigación Judío de México), quien se dirigió a los estudiantes para decirles que “sus trabajos son testimonios orales de las diferentes formas que tiene cada uno de ejercer el judaísmo. El CDIJUM es el encargado de reunir, conservar y administrar el acervo histórico de la comunidad judía en México para plasmar su memoria como herencia del país y el mundo.”

Mitrani añadió que “la historia de nuestra comunidad data de la llegada de Cortés a México. Pero no es sino hasta finales del siglo XIX que comenzaron a llegar judíos de Europa Oriental buscando una mejor vida. Congregarse para poder rezar. Es así como se consolida creando templos, instituciones, colegios, organizaciones y comunidades que hoy no brindan una vida judía completa tanto en su religiosidad como culturalmente.”

Luego invitó a los presentes a conocer el CEDIJUM y mencionó que “sus nuevas instalaciones cuentan con la más alta tecnología de resguardo archivista. Son, hoy, motivo de orgullo y testimonio de esta fuerte
consolidación. Invito a todos los alumnos a que trasciendan en la historia con la donación de sus trabajos de Shorashim, ya sea en original o digital.”

Para terminar, el Rabino Leonel Levy de la Comunidad Bet El se dirigió a los alumnos: “aquellas
familias que comparten la historia de sus vidas a sus hijos les dan un sentido de identidad, orientación y de propósito a los más jóvenes.”

A los padres le habían solicitado que trajeran su Talit (manto de rezo). Se reunieron las familias y
se cubrieron con los Talit mientras el Rabino rezó una bendición para los niños y niñas.

 

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