Enlace Judío México e Israel – Los aficionados al futbol europeo y latinoamericano están familiarizados con los cánticos que retumban en los estadios, pero a muchos les sorprende escuchar el Hava Nagila y ver banderas de Israel en las gradas del Ajax, club holandés que avanza trepidantemente rumbo a la conquista de la codiciada Liga de Campeones de Europa. ¿Qué tiene de judío el Ajax?

En los años veinte jugó para el Ajax un extremo derecho llamado Eddie Hamel, un judío neoyorkino cuyos padres habían emigrado a Estados Unidos provenientes de Holanda y que, para fortuna y desgracia suya, había decidido volver a su tierra de origen.

Hamel fue probablemente la primera gran figura de un club que, en ese entonces, estaba lejos de ser uno de los mejores del mundo, y que se ubicaba muy cerca del barrio judío. En aquel entonces vivían ahí unos 80 mil judíos, poco más de la mitad de los que vivían en todo el país.

Unas décadas después de Hamel, en 1957, llegó al Ajax otro extremo derecho de origen judío llamado Sjaak Swart, quien capturó el corazón de una fanaticada que para entonces era ya muy numerosa, pues el Ajax había llegado a ser uno de los clubes más poderosos de Europa.

Entre ambos sucesos ocurrió uno mucho menos afortunado: el Holocausto. Los historiadores modernos han encontrado ambigüedades a la hora de rastrear el papel de Holanda en la Shoá. Se alaba, por una parte, el valor de la resistencia que enfrentó a los nazis. Se sabe, por otra, que también hubo un gran colaboracionismo entre los holandeses cuyo país había sido ocupado sin mayor problema por la gran potencia militar alemana.

A finales de 1942, Eddie Hamel fue llevado al campo de trabajo de Birkenau. Más tarde fue trasladado al campo de concentración de Auschwitz, donde el 30 de abril de 1943 fue asesinado en una cámara de gas. Así murió el primer jugador judío del Ajax.

Al término de la guerra, el Ajax dio cobijo a varios supervivientes del Holocausto. El capitán del equipo y de la selección holandesa, Bennie Muller, era hijo de una mujer judía que se había salvado de ser deportada durante la guerra porque estaba casada con un no judío.

Ya más adelante, en la era del mítico Johan Cruyff, el masajista del equipo, y hombre de todas las confianzas de la estrella holandesa, era Salo Muller, otro judío cuyos padres habían muerto en la Shoá.

Muchos piensan que la simpatía de los aficionados del Ajax por los judíos tiene su raíz en la culpa que, consciente o inconscientemente han arrastrado por generaciones. Cerca de 85% de los judíos de Holanda fueron asesinados por los nazis, ante una resistencia muy tibia por parte de los holandeses, que no pocas veces fueron colaboradores de la causa nazi. Al menos los grupos de ultraderecha.

Otros atribuyen la simpatía a una vieja afinidad relacionada con esas y otras personalidades, entre las que se encuentran inversionistas y patrocinadores que hicieron posible el crecimiento de un club semiprofesional hasta el cielo del imaginario colectivo del futbol. Un club que este año ha sorprendido a todos al derrotar a la Juventus de Turín (donde juega nada menos que Cristiano Ronaldo, que para muchos es el mejor jugador del mundo) y al mismísimo Real Madrid.

Aunque el Ajax no se considera a sí mismo un club judío, y hoy en día no cuenta con judíos entre sus dueños o jugadores, el Hava Nagila resuena en las gradas, las banderas de Israel y la estrella de David se agitan vigorosamente al ritmo de los cánticos y entre los aficionados al club hay una cierta identidad judía/no-judía que los distingue de otros, muchos de los cuales cuentan con aficionados declaradamente antisemitas.

 

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico