Enlace Judío México e Israel.- Las tramas de corrupción, los crímenes étnicos, las presiones políticas, o las enfermedades incurables son algunos de los motivos que empujaron a líderes y dirigentes mundiales a suicidarse.

A las 06:00 horas de la madrugada del miércoles 17 de abril, el ex presidente de Perú, Alan García, decidió poner fin a su vida con un disparo en la cabeza, instantes después de que policías irrumpieran en su casa con una orden de arresto preliminar por el caso Odebrecht.

Antes del ex mandatario peruano, otros ex jefes de estado y líderes de sus países decidieron tomar la misma decisión final por vergüenza o como última huida de un destino marcado. Las tramas de corrupción, los crímenes étnicos, las presiones políticas, o las enfermedades incurables son algunos de los motivos que empujaron a distintas figuras de la historia universal al suicidio en el último siglo.

Adolf Hitler, 1945

La muerte de ningún dictador de la historia de la humanidad ha generado tantas teorías conspirativas como la del genocida Adolf Hitler. La versión oficial sobre su suicidio el 30 de abril de 1945 en un búnker junto a su esposa, Eva Braun, ha sido cientos de veces refutada por distintas teorías, cada una de ellas más disparatada que la anterior.

Muchos afirmaron que la muerte del dictador alemán había sido un teatro, un enredo que solo buscaba encubrir su huida. Mientras algunos aseguraron que había viajado en submarino a Argentina, otros defendieron que se había escondido en una base en la Antártida. No faltaron quienes aseveraron que huyó a la luna gracias a la tecnología que los nazis desarrollaron durante su dictadura.

Sin embargo, un estudio de 2018 descartó todas las versiones y confirmó la causa de la muerte del genocida alemán. Esta pudo confirmarse gracias a la autorización de los servicios secretos rusos FSB y a los archivos estatales que permitieron examinar los restos del dictador por primera vez desde que fueron descubiertos en 1946.

“Los dientes son auténticos, no cabe duda. Nuestro estudio prueba que Hitler murió en 1945″ dijo a AFP el profesor Philippe Charlier.

El examen de la dentadura probó que Adolf Hitler murió tras consumir cianuro y pegarse un balazo. Los historiadores mantienen que el dictador decidió suicidarse cuando las tropas soviéticas tomaron Berlín y pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial.

Getulio Vargas, Brasil, 1954

“Serenamente doy el primer paso en el camino hacia la eternidad y salgo de la vida para entrar en la historia”, escribió Getulio Vargas en su testamento.

El 24 de agosto de 1954, el que fuera uno de los presidentes de Brasil más famosos del siglo XX decidió poner fin a su vida en su dormitorio del Palacio de Cadete, en Río de Janeiro.

El perfil político de Getulio Vargas es tan desconcertante como las extrañas circunstancias que rodearon su muerte. Llegó por primera vez al poder en 1930, como presidente provisional tras la Revolución de ese mismo año que derrocó al mandatario paulista Washington Luis.

Getulio Vargas se mantuvo en el poder como jefe provisional hasta 1934, cuando fue elegido de manera indirecta durante el gobierno constitucional. Su aferramiento al puesto más alto del ejecutivo hizo irritar a los partidarios de los movimientos demócratas, una hostilidad que detonó el inicio de una guerra civil y culminó con Getulio Vargas como dictador del país.

En 1937, Vargas proclamó el “Estado Novo”, un modelo de gestión caracterizado por el autoritarismo y por una fuerte política industrial que se mantendría hasta 1945. Años después de que culminase su dictadura, en 1951, los brasileños le reeligieron en las urnas y gobernó democráticamente hasta 1954, cuando decidió matarse con un disparo directo al corazón.

La Fundación Getulio Vargas (FGV), reveló que el presidente redactó una carta en la que acusaba a los “enemigos de Brasil” de ser los responsables de su suicidio. Se refería a grupos internacionales, que aliados con formaciones de Brasil, no apoyaban sus propuestas, como la “garantía del trabajar”.

Según la fundación, la intención real de Vargas era “consagrarse mártir” y que su nombre se consolidara “en el panteón político brasileño” y se asociara con “la bandera de los intereses nacionales y del laborismo”.

Salvador Allende, Chile, 1973

Desde que falleciera en 1973, diferentes versiones y teorías envolvieron en un enigma la muerte de Salvador Allende, uno de los presidentes más icónicos y reconocidos de la historia.

Sus seguidores se negaban a aceptar que el 11 de septiembre de 1973, el entonces presidente de Chile hubiera terminado con su vida. Sin embargo, su familia siempre sospechó que ese había sido su final.

Aquel día de 1973, el general Augusto Pinochet había marchado con sus tropas al palacio presidencial durante su golpe de estado militar. Se dijo que al ingresar al edificio, el dictador mató a Salvador Allende, que se convirtió en un mártir. Sin embargo, una autopsia demostró que la historia no fue así.

En el año 2011, un juez ordenó la exhumación del cuerpo, en el marco de una investigación de derechos humanos. La autopsia determinó que el político socialista terminó con su vida de un tiro en la cabeza.

“Queremos decir, en términos claros y sencillos, que tenemos una gran paz porque este informe concluye algo en lo que tuvimos convicción. Y la conclusión que tiene la familia Allende es esta: que el presidente Allende, el 11 de septiembre de 1973, en las circunstancias extremas en que vivió, tomó la decisión de poner fin a su vida en lugar de ser humillado o de vivir en cualquier situación”, escribió la hija del ex mandatario, la senadora chilena Isabel Allende Bussi.

Salvador Allende se convirtió en 1970 en el primer socialista que llegó al gobierno de un país latinoamericano gracias a las urnas, y el primero en liderar con el apoyo comunista. Se dice que la pistola que utilizó para suicidarse era un regalo del líder cubano Fidel Castro.

Antonio Guzmán, República Dominicana, 1982

El motivo por el que el dominicano Antonio Guzmán decidió suicidarse a un mes de terminar su mandato presidencial continúa siendo un misterio. Lo que sí se confirmó es que en la madrugada del 4 de julio de 1982, el presidente de República Dominicana terminó con su vida de un disparo en la cabeza.

Según una investigación publicada por The New York Times en 1982, “su muerte estaba destinada en parte a impedir una investigación importante por parte del nuevo gobierno”, y es que el diario explicó, Antonio Guzmán se había visto envuelto en un caso de corrupción.

El político dominicano accedió al poder en 1978, a sus 71 años. Su elección puso fin a décadas de gobiernos derecha, y la suya se convirtió en la primera transferencia pacífica de la República Dominicana.

Con su mandato, la estabilidad política llegó a una nación que apenas en 1961 había salido de la dictadura de Rafael Trujillo Medina. Antonio Guzmán despolitizó las fuerzas armadas, permitió el regreso de todos los exiliados, liberó a los presos políticos y respetó a la prensa.

Los ciudadanos apreciaban su labor y consideraban honesta su gestión. Sin embargo, poco tiempo antes de su muerte, el presidente habría destapado una trama que perjudicaría para siempre su imagen y la de su partido: miembros de su Administración habían desviado millones de dólares a cuentas bancarias privadas en el extranjero, en un momento en que la economía en la República Dominicana se encontraba estancada.

Los familiares del mandatario y el gobierno dominicano aseveraron que la muerte del mandatario había sido un accidente “para permitir el entierro del presidente en un cementerio católico”, dijo entonces The New York Times.

Para el diario estadounidense su muerte era el reflejo de una de las principales debilidades del país, hasta entonces no expuesta: la corrupción pública.

Carlos Roberto Reina, Honduras, 2003

En agosto de 2003, la autopsia confirmó una noticia que algunos ya sospechaban: la muerte del ex presidente de Honduras, Carlos Roberto Reina, se debía a un suicidio.

“Él se suicidó. La autopsia indica que tenía un balazo en el costado de la cabeza”, dijo un funcionario del Ministerio Público a Reuters.

El 19 de agosto de 2003, el que fuera mandatario de Honduras entre 1994 y 1998, sostuvo un arma en su casa de Tegucigalpa, apuntó a su cabeza y apretó el gatillo. Se sentía agobiado por un cáncer de páncreas que no tenía un buen pronóstico, motivo que le llevó a terminar con su vida.

Su muerte conmovió a la sociedad hondureña, que le recuerda por haber sometido al Ejército, a quien supeditó al poder civil. Hasta el año 1982, Honduras había padecido el yugo de numerosas dictaduras militares, por lo que Roberto Reina se comprometió a no dejar a las fuerzas armadas intervenir en el poder político.

En el tiempo que estuvo en el poder, el mandatario emprendió una “revolución moral” para combatir la corrupción. Durante su vida también ejerció como catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, y como presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Militó durante más de 50 años en el Partido Liberal, formación con la que ganó las elecciones en 1993.

Roh Moo-Hyun, Corea del Sur, 2009

El 23 de mayo de 2009, Roh Moo-Hyun, presidente de Corea del Sur entre 2003 y 2008, salió a pasear por una alta montaña rocosa ubicada junto a su casa. Cuando su guardaespaldas se alejó de él lo suficiente, el ex mandatario se lanzó al vacío desde el barranco.

Aunque se barajó la posibilidad de que se tratara de un incidente, pronto su familia descubrió la verdad. En un ordenador, Roh Moo-Hyun había dejado una nota para su familia. Les pedía a sus seres queridos que no lloraran y que comprendieran que había enfrentado “momentos muy duros”, según reveló la agencia surcoreana Yonhap.

“Estoy en deuda con demasiadas personas. Demasiadas personas han sufrido por mi culpa. Y no puedo imaginar su sufrimiento en el futuro”, decía la nota.

El líder de 62 años se refería en su misiva a la investigación que estaba en curso, y que analizaba su implicación en un caso de sobornos millonarios, por el que supuestamente habría recibido hasta USD 6 millones durante su mandato.

El 30 de abril del 2009, casi un mes antes de suicidarse, Roh Moo-Hyun había reconocido en un tribunal su implicación en un escándalo de corrupción.

Explicó entonces que su esposa, Kwon Yang-sook, había aceptado dinero de un magnate del calzado, Park Yeon-cha, conocido en el país por dirigir la compañía Taekwang Industry y por sus numerosos sobornos a altos funcionarios de la Administración del ex presidente.

Slobodan Praljak, 2017

Slobodan Praljak se suicidó en directo durante la audiencia de apelaciones en el Tribunal Internacional Penal para la Antigua Yugoslavia (Video: Reuters)

Con traje y corbata, el político y ex comandante bosnio croata, Slobodan Praljak, acudió el 29 de noviembre de 2017 a la Corte Internacional que le procesaba por crímenes de guerra perpetrados durante la guerra de Bosnia (1992 -1995).

A Slobodan Praljak se le acusaba de comandar el mando militar que durante el conflicto ejecutó a decenas de miles de musulmanes bosnios. De acuerdo a cifras oficiales, de las 100.000 personas que murieron, el 68% profesaban el Islam.

Escondido en un bolsillo, Slobodan Praljak llevó a la audiencia de apelaciones un frasco de cianuro. En la lectura del fallo, el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia le encontró culpable “de no haber hecho ningún esfuerzo serio para detener a sus soldados”, y de ser responsable, junto a otros cinco políticos bosnio croatas, de “una estrategia criminal conjunta para hacer una limpieza étnica” en las localidades de Mostar y Prozor.

Tras su pronunciamiento, los jueces condenaron a Praljak a 20 años de prisión. Lo que ocurrió segundos después, impactó al mundo entero.

Slobodan Praljak, de 72 años, defendió su inocencia y gritó que no era un criminal de guerra. Ante decenas de cámaras y de medios internacionales que seguían su proceso judicial, el ex militar sacó un frasco y lo bebió en directo. El líquido era cianuro: se había suicidado frente a los miembros de la Corte.

 

 

Fuente:infobae.com