Enlace Judío México – La semana pasada realizamos el séder de Pésaj, todos los años esta festividad representa un momento de gran unión para el pueblo judío. Representa el nacimiento de nuestro pueblo como nación, la configuración final de nuestra identidad. Como es de esperarse en la cosmovisión judía, la familia es un elemento esencial de dicho proceso. A continuación rab. Jonathan Sacks nos explica cómo el karpás de nuestro séder representa la unidad familiar y nos recuerda su importancia. Esperamos les guste.

Rab Jonathan Sacks. Unidad vs uniformidad

Al inicio del séder remojamos un vegetal en agua con sal. A esta costumbre se le llama “karpás”; su origen se encuentra en la Torá. El kapás es el material con el que nuestro patriarca Jacobo hizo la túnica especial que daría a Yosef, su hijo favorito.

Nuestra tradición nos recuerda, como los hermanos de Yosef mojaron esa misma túnica en la sangre de una cabra tras haber vendido a su hermano a los egipcios. Al regresar a casa declararon frente a su padre “Yosef se ha ido. Un animal salvaje lo devoró.”

Durante el séder narramos la historia de cómo dejamos Egipto. El vegetal en el agua nos recuerda cómo llegamos a Egipto en primer lugar. Fue el resultado de un pleito amargo. Una familia fue trágicamente dividida por fricciones y enemistades y alteró el curso entero de la historia.

Es una advertencia poderosa y universal. La fragilidad de la familia moderna tiene un impacto directo en la estabilidad de nuestra sociedad. Las familias reúnen una gran variedad de personalidades y temperamentos cada uno con sus propias fortalezas, prioridades y aspiraciones; sin embargo trabajan como una unidad. Así que en las épocas de Pésaj celebramos a la familia haciendo una distinción clara entre la unidad y la uniformidad.

Mientras que la uniformidad se alcanza por medio de un arreglo estandarizado, como por ejemplo un grupo de flores que al ser cultivadas fueron ordenadas y seleccionadas por tamaños y colores; la unidad se obtiene a través de la diferencia; cuando las flores se juntan y las desigualdades en tamaños, colores y fragancias realza la belleza del conjunto y las une en una línea compartida.

Nuestro séder de Pésaj celebra la unidad de la familia y nos ofrece un sostén dentro de nuestra civilización fracturada para toda la gente que cree que no hay contradicción entre apreciar la unión y celebrar la diversidad. Un antiguo proverbio africano dice: “Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres ir lejos, ve acompañado.”