Enlace Judío México / OU – Obviamente las flechas y los arcos son símbolos que representan a la guerra o a una actividad marcial. En el contexto de Lag Baomer, sin duda alguna, son el recuerdo de la revuelta judía que hubo contra los romanos y fue dirigida por Bar Kojbá en 135 a. E.C. (alrededor de 1,865 años atrás).

Al inicio de esta insurrección, que ocurrió sesentaicinco años tras la destrucción del Segundo templo a manos romanas, los judíos tuvieron un gran éxito contra la grandeza militar de Roma. Ganaban tanto en el terreno físico, como en el espiritual.

En el sentido físico, bajo el gobierno de Shimón bar Kojbá lograron establecer un país independiente, que funcionó a la perfección por alrededor de 5 años, un estado que tenía su propia moneda y un fuerte militar casi impenetrable en la ciudad de Betar.

En cuanto al terreno espiritual, la revuelta era dirigida por rabí Akiva, que apoyó la insurrección política y abiertamente declaró a Bar Kojbá como el tan esperado Mesías. Si rabí Akiva creía que Bar Kojba era el Mesías, es seguro que Bar Kojbá al menos tenía el potencial para serlo.

Trágica y misteriosamente, Bar Kojbá perdió el favor divino cuando erróneamente acusó a rabí Eleazar de traicionar Betar y lo ejecutó, desembocando el rechazo inmediato de rabí Akiva y el resto de los rabinos.

“Bar Kojbá” “El Hijo de la Estrella,” el que casi era un Mesías, ahora fue reducido al nombre de “Bar Kosiva”, su nombre real o un nombre simbólico, el cual significa “el Hijo de la Mentira.” Intentó luchar solo, sin el apoyo de los rabinos y por así decirlo, incluso sin el apoyo de D-os, contra las legiones más fuertes de los romanos. Al final, su gran ejército fue derrotado por los romanos, ya que perdió la fortaleza que lo caracterizaba puesto que sólo el favor de D-os le garantizaba la victoria. Sus errores produjeron la caída del último estado judío independiente que hubo a lo largo de milenios y ocurrió una terrible masacre de judíos a lo largo del Imperio Romano. [Hoy recordamos esta revuelta en el mismo periodo que recordamos la muerte de los rabinos de rabí Akiva, como aquella realidad que pudo ser y no fue; aquella redención que pudo haber llegado y no llegó, aquella Torá que pudo ser revelada y no lo fue].

Fuente: OU