Enlace Judío México e Israel.- Este mes tenemos una extraordinaria recomendación para ver en Netflix. Se trata de la estremecedora cinta Los niños de Irena Sendler, del director John Kent Harrison, que narra una de tantas historias que tuvieron lugar durante los penosos años de la Segunda Guerra Mundial.

CELIA SUTTON

La película nos transporta al año 1941, a la Polonia ya ocupada por los nazis, y nos sitúa dentro del Gueto de Varsovia, mostrando las condiciones infrahumanas de vida de miles de judíos hacinados ahí. El foco está centrado en el personaje de Irena, interpretado impecablemente por Anna Paquin, una bondadosa trabajadora social polaca que se propuso la arriesgada y valerosa tarea de rescatar a la mayor cantidad de niños judíos posible, intuyendo el terrible futuro que a los pequeños les esperaba.

Sabemos que no muchos polacos se atrevieron a defender a sus vecinos judíos, con quienes habían convivido por siglos, sin embargo, un pasaje biográfico como el que cuenta este filme nos hace ver que no todos fueron indiferentes, que existieron personas que se horrorizaban con los atroces sucesos y que estaban dispuestos a esconder o a ayudar para salvar vidas judías, aunque esto implicara un gran riesgo.

Irena Sendler desafía a la indiferencia y desinterés por el otro, dos grandes males que aquejaban a los testigos silenciosos del Holocausto. Es por esto que una mujer como ella, en cierta medida logra devolvernos la fe en la humanidad, al ser un alma buena y desinteresada que miró con ojos compasivos la desgracia de su prójimo, y que con gran fortaleza y esfuerzo logró salvar a 2,500 niños de una muerte segura, acción que le mereció el sobrenombre de “El ángel de Varsovia”, además de llevarla a ser candidata al premio Nobel de la paz en 2007, asimismo se le nombró “Justa entre las naciones”, y se le otorgó la distinción por parte de Polonia, de “Dama de la Orden del Águila Blanca”.

Los niños de Irena Sendler, es una película de un valor indescriptible, ya que no sólo deja constancia de los horrores vividos, sino que consigue ponerles rostro a algunas de las víctimas, para que así el espectador dimensione en toda su enormidad la terrible tragedia. De tal forma que, al enfocarse en algunos casos en que los pequeños son rescatados por Irena, podemos comprender de manera palpable, la inmensa pena a la que se sometieron los padres al tener que separarse de sus hijos con el objetivo de salvarlos.

Por otro lado, la película nos hace reflexionar y dar el justo valor a cada una de las vidas que se perdieron, así como a las que lograron sobrevivir; como bien dice el Talmud: el que salva una vida, salva el mundo.