Enlace Judío México e Israel.- Un 16 de mayo, sólo que en 1943, terminaba la revuelta del gueto de Varsovia. Tras casi treinta días de fiero combate, los resistentes judíos del gueto caían, aplastados por la maquinaria bélica alemana al mando del oficial nazi Jüergen Stroop. Conocemos la historia épica de esta sublevación, sabemos del heroísmo de los luchadores, reconocemos sus nombres -Mordejai Anielewicz, Simja Rotem, Yitzhak Zuckerman, Tzivya Lubetkin y Marek Edelman, entre otros- y a su agrupación, la socialista Organización Judía de Combate (Zydowska Organizacja Bojowa; ZOB). Menos familiar nos resultan los nombres de Pawel Frenkel y Leon Rodal, líderes de la revisionista Unión Militar Judía (Zydowski Zwiazek Wojskowy; ZZW), quienes murieron durante la revuelta.

JULIÁN SCHVINDLERMAN

Por ejemplo, la edición en español de 2001 de Crónica del Holocausto tiene más de 765 páginas, una sección bibliográfica de 10 páginas y más de 2000 fotografías. Sólo su índice se extiende por 45 páginas, y allí no son referenciados ni una sola vez la ZZW, Frenkel o Rodal. Por el contrario, la ZOB es citada en 28 páginas, mientras que Anielewicz, Zuckerman y Lubetkin son mencionados en 15 páginas en conjunto.

El primer intento en registrar su participación en la sublevación fue hecho durante la guerra por Emmanuel Ringelblum, el gran cronista de la vida en el gueto de Varsovia, quien militaba en Poalei Zion y era miembro de la ZOB. Cuando, en noviembre de 1943, el Comité Nacional Judío en Varsovia envió a Londres un listado con los nombres de 224 luchadores de la ZOB que habían muerto, indicando la respectiva afiliación partidaria de cada uno, y omitió a todos los integrantes de la ZZW, Ringelblum preguntó por su ausencia en una nota enviada a su colega Adolf Berman unas semanas después: “¿Y por qué no hay datos respecto de la ZZW? Debemos dejar sus marcas en la historia, aun cuando no simpatizamos con ellos”. Unos días después, reiteró su preocupación en otra nota para Berman: “En cuanto a los Revisionistas, no tengo datos sobre ellos… un esfuerzo debe ser hecho para completar la lista. Tengo sólo dos nombres: Rodalski [Rodal] y Frenkelowski [Frenkel]… Uno de ellos debería ser hallado o uno de sus comandantes”.

La primera publicación de posguerra que buscó reivindicar el papel de la ZZW en la revuelta, estuvo a cargo de David Wdowinski, uno de los líderes de Betar en Polonia en la preguerra. Era un psiquiatra formado en las universidades de Viena y Varsovia que no participó de los combates pero tuvo un papel en las negociaciones infructuosas entre la ZZW y la ZOB para unir ambas resistencias. En Abril de 1946 publicó un artículo en el diario derechista palestino Hamashkif titulado “La revuelta del gueto de Varsovia” en el cual mencionaba el rol de la ZZW. En 1985 fue publicado su libro Y no estamos salvados, sobre la participación revisionista en la revuelta. Ese mismo año, otro sobreviviente revisionista, no combatiente pero relacionado a la ZZW, Adam Halperin escribió un capítulo titulado “La parte de Betar en la revuelta del Gueto” dentro de un libro pequeño titulado La verdad sobre el levantamiento del gueto de Varsovia, editado por el Ejecutivo Mundial de Betar en Tel-Aviv. Posteriormente, Ber Mark, director del Instituto de Historia Judía en Varsovia, investigó el período del levantamiento y escribió varios libros en yídish y en polaco al respecto. Como sus libros fueron publicados en la Polonia comunista, a partir de 1947, subrayó el rol de los luchadores comunistas, no obstante citó tanto a la ZOB como a la ZZW y nombró a los comandantes de ambas organizaciones.

En 1963, Haim Lazar publicó en Israel el que fue entonces el más rotundo trabajo sobre la participación de Betar en el levantamiento. Lazar emigró a Israel en la posguerra tras haber dejado el gueto de Vilna para unirse a los partisanos en Rusia. Originalmente escrito en hebreo con el título La Masada de Varsovia: La Organización Militar Judía en el levantamiento del gueto de Varsovia, fue traducido al inglés en 1966 como Muranowska 7: El Gueto de Varsovia se levanta.

En la introducción, escribió Lazar: “Hubiera sido preferible que este libro, que relata las acciones del movimiento nacional fundado por Jabotinsky, no hubiese aparecido; en otras palabras que no hubiera habido necesidad suya. ¿Pero qué opción había, cuando debía ser probado por testimonios y documentos, que casi todo lo que se ha escrito hasta el momento -y mucho fue escrito en cientos y miles de libros y artículos- sobre la resistencia de los judíos de Varsovia, es una falsificación deliberada por parte de aquellos que tratan de vanagloriarse mientras ignoran a otros…. sobre todo, ignorando con intención y terquedad a las otras fuerzas clandestinas, la ZZW -Irgún Zvai Yehudi- fundado por Betar y otras organizaciones del movimiento de Jabotinsky”.

También en 1963, quien fuera colaboradora de Ringelblum y sobrevivió al Holocausto, Rahel Auerbach, publicó en hebreo La Revuelta del Gueto de Varsovia. Allí escribió: “Un capítulo separado, que desafortunadamente todavía no ha sido investigado para nada, es la existencia de una organización de combate paralela, la que en algunas fuentes es denominada ZZW (Irgún Zvai Yehudi)… A diferencia de la ZOB, la ZZW tenía entre sus miembros a expertos militares, ex oficiales del ejército polaco. La ZZW también tenía armas. Incluso tenía una metralleta, y eso evidentemente explica la efectividad de sus acciones de combate durante los primeros días de la revuelta”.

En 1965, el titular de los archivos de Yad Vashem, Yosef Kermish, escribió en el prefacio de un libro que era un compilado de documentos sobre el levantamiento, titulado en hebreo El Rebelde y la revuelta en el gueto de Varsovia: “En cuanto al levantamiento en sí mismo, las fuentes judías y polacas son lamentablemente insuficientemente adecuadas. No cubren todos los aspectos del levantamiento. Varios puntos, que si fuesen aclarados agregarían mucho a la investigación de la revuelta, han sido tratados sólo de manera general”.

En 1986, Pawel Besztimt, miembro de la ZZW, escribió un raconto de la resistencia revisionista en la revista Dapim. Otros dos luchadores sobrevivientes de la ZZW que participaron en la batalla de la Plaza Muranowski escribieron libros al respecto. Los sobrevivientes de Jack Eisner y Enjaulado: El manuscrito Landau de David Landau (publicado póstumamente por su familia en 1999).

Finalmente, en 2009 apareció en hebreo Banderas sobre el gueto de Varsovia: La historia no contada del levantamiento del gueto de Varsovia de Moshe Arens, prominente político del Likud, posiblemente el esfuerzo académico más significativo en corregir esta distorsión histórica (fuente en la que este artículo está basado para el trazado de esta cronología del esfuerzo por rescatar la memoria de los luchadores de la ZZW). Fue traducido al inglés y al polaco en 2011. El eminente historiador Saúl Friedländer en su libro Los años del exterminio cita sintéticamente a la ZZW del libro de Arens. En 2017 apareció el documental El levantamiento del gueto de Varsovia: La historia no contada, de Yuval Haimovich-Zuser y Simon Shechter, que entrevista a luchadoras sobrevivientes de la ZZW y al propio Arens.

Paradójicamente, Stroop mencionó en sus reportes a los combatientes revisionistas: “Ya en la noche del primer día nos topamos con una resistencia bastante feroz. Aquellas personas estaban organizadas en un movimiento llamado a-Jalutz, que creo yo se llamaba también Betar”.

Durante los años de la guerra, las profundas divisiones ideológicas entre izquierdistas y derechistas entre los combatientes del gueto de Varsovia impidieron su unión, y en la posguerra esta brecha consolidó una narrativa que excluyó la participación de los revisionistas en los combates. Más de siete décadas después, y a pesar de los esfuerzos nobles ya realizados, seguimos teniendo una deuda con la verdad.

 

 

Fuente: The Times of Israel