Enlace Judío México e Israel.- Aprovechando que justo esta semana comenzaron las finales de hockey sobre hielo, entre los Bruins de Boston y los Blues de Saint Louis, de la NHL, la cual es considerada como la mejor liga de hockey sobre hielo por muchos aficionados, te platicamos la historia de un “guerrero” judío que dio su corazón a este deporte.

ISAAC SHAMAH PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Para platicarte la historia de este “fuera de serie” me tengo que remontar a la década de los 70’s, la cual fue marcada por movimientos que exigían libertad, igualdad de derechos y poder vivir en el modo que uno buscara y que uno quería. En esa década, en 1972, Bob Nystrom es tomado por los Islanders de Nueva York de la NHL, tras un buen paso en una liga más pequeña (WCHL) de Canadá con los Centinelas de Calgary, con los que permaneció dos años.

Al llegar a la mejor liga de hockey sobre hielo del mundo, Nystrom, quien nace siendo católico en Suecia y se muda a Canadá desde muy pequeño, conoce a Michelle, con quien a la postre se casa, pero al momento de conocerla, con todas estas ideas setenteras de cambios y derechos, Nystrom comienza a verse influenciado por el judaísmo, ve ideas que le gustan mucho y se siente identificado con la religión, por lo que cuando se casa con Michelle, quien ya era judía, decide convertirse y educar a sus hijos en las costumbres del judaísmo.

Por su lado profesional, ya en los Islanders, Nystrom comienza a tener impacto a partir de su segundo año, debido a que el primero lo pasa en un equipo filial (Nighthawks de New Heaven) de la franquicia en divisiones menores (AHL) para poder ir agarrando ritmo.

A partir de que debuta en la NHL, en 1973, Bob da una gran campaña que lo pone en la lucha del novato del año, sin embargo, aunque no logra conseguir dicho premio, Nystrom se consolida por los siguientes cuatro años como uno de los mejores jugadores de los Islanders y aunque nunca se caracterizó por ser el jugador más talentoso o más técnico, siempre fue el que más luchaba y el más perseverante, lo cual hace que para la temporada 77-78 sea seleccionado a su primer Juego de Estrellas de la NHL.

Para la temporada de 1980, Nystrom y los Islanders accedieron a las finales de la Copa Stanley, en la cual Bob dejó su huella en la historia del deporte y de gran manera, al anotar el gol del triunfo en el juego 6 de la serie y así darle la primer Copa Stanley a la franquicia de los Islanders en su historia.
Gracias a aquel gol, a su lucha, su carácter y a que no se rajaba en jugadas de contacto, Nystrom se convirtió en el jugador favorito de la afición y en uno de los más temerarios de la liga.

Para las siguientes 3 temporadas Nystrom y sus Islanders reinaron la liga y ganaron la Copa Stanley en esas tres ediciones, en todas las temporadas, Bob se caracterizó por ser el gran líder de este equipo.

Para la temporada de 1985-86, Nystrom ya estaba muy desgastado por haber jugado de manera tan física y una seria lesión en su retina hizo que se retirara, sin embargo, siguió siendo parte de los Islanders como un asistente del entrenador.

Para el año de 1991, los Islanders le dieron un reconocimiento enorme a Bob, al nombrar el premio al jugador con mayor liderazgo de la franquicia, el cual se da cada año, como el Bob Nystrom Award.

Posterior a su paso como entrenador, Nystrom se vio conectado con el equipo de Nueva York por un buen rato, de hecho se quedó hasta la temporada de 2002.

Para 2002, Eric, el hijo de Bob, quien tuvo una destacada carrera, fue seleccionado por los Calgary Flames en la décima posición general del Draft de la NHL.

Para 2003, Bob, fue seleccionado para llegar al Salon de la Fama, tanto nacional como internacional, del judaísmo en el deporte.

 

 

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