Enlace Judío México e Israel.- Tras la derrota de Israel ante Polonia, en un encuentro del grupo G, de las eliminatorias hacia la Eurocopa 2020, la asociación de futbol polaco declaró que la victoria fue un “Pogrom” sobre el equipo israelí.

ISAAC SHAMAH PARA ENLACE JUDÍO

Cabe recalcar que los linchamientos que sufrió el pueblo judío en los pogroms en Rusia y en países cercanos han sido uno de los peores sucesos que ha vivido el judaísmo en general, por lo que, aunque la federación lo haya dicho en un tono de burla o mala broma, el hecho de usar esa palabra se vuelve más que irrespetuoso, aún más, siendo en estos años, en donde apenas el año pasado en Polonia se aprobó una ley que marca como ilegal culpar al país por crímenes nazis que habían sucedido en el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial.

Tras las penosas declaraciones antisemitas de la asociación, la crítica en todos los diarios de Israel fue muy fuerte, claro que ofendió al pueblo hebreo y por supuesto que estuvo mal; sin embargo, antes de culpar a los demás, hay que ver dentro de nosotros mismos y quedarse pensando por qué siguen pasando estas cosas y la realidad es que siguen sucediendo porque aún no empezamos con el ejemplo y con esto no claudicamos el problema de raíz. Comento lo anterior, dado a que apenas antes de que se den las declaraciones de las personas que controlan el futbol polaco, el Beitar Jerusalén, conocido como uno de los equipos más importantes de Israel y quizá uno de los más radicales y polémicos del mundo, volvió a ser de las suyas, en el momento en el que su afición exigió cambiar el nombre de su nuevo fichaje Ali Muhamad, jugador nigeriano cristiano, quien ni siquiera se considera religioso.

Con lo anterior, me quedo pensando y afirmo, todos somos culpables de que la federación polaca utilice palabras como “Pogrom” al ganarle un simple partido de futbol a la selección israelí, así como somos culpables en el momento en que los aficionados de un club tan radical como el Beitar piden, absurdamente, que un jugador que quiere darle lo mejor de sí al equipo se cambie de nombre para que pueda jugar con ellos o que ofendan a la afición rival al hacer cánticos en contra de hinchadas árabes que han visitado su estadio.

Insisto, todos somos culpables, porque sólo nos quejamos cuando sale una nota contra lo que somos o lo que amamos, porque no terminamos haciendo nada, más allá de comentarlo y porque cuando ofenden a un jugador, a un equipo, a una religión o a una raza en alguna ocasión, no hacemos nada en el mejor de los escenarios.

Todos somos culpables de expresiones como Pogrom contra Israel, del grito de Put… al portero rival, de los plátanos que les han arrojado a los jugadores de raza negra en varios partidos, de los cánticos racistas contra minorías, de que los atletas se sientan de menos, de que sea tan difícil para un jugador salir del closet si es futbolista profesional, de peticiones tan estúpidas como el cambio de nombre de un jugador porque no se parece al tuyo y por todas y cada una de las ofensas que se le hacen a aficiones, clubes, selecciones y jugadores por ser distintos a lo que el otro piensa es lo convencional.

Por eso hoy digo hasta aquí, el hecho de que la asociación polaca haya utilizado esa penosa referencia, es culpa de todos los que amamos, vivimos, jugamos, escribimos y estamos en el futbol, y si no exigimos que respeten a todos, jamás nos respetarán a nosotros.

 

 

 

Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.